Antaño todos los barcos de
representación de la Corona Española llevaban banderas que las distinguían de
otras Armadas. Aunque para evitar la confusión entre las banderas de barcos de
las Armadas y marinas mercante extranjeras, incluso enemigas, el rey Carlos III
decidió elegir una bandera distinta después de convocar un concurso público
para recibir diversas propuestas.
Hasta ese momento los barcos
de la Armada Española llevaban una bandera de color blanco propia de los Borbones.
No era la única Armada que distinguía la popa de sus buques de guerra con
banderas de este color.
Otro de los motivos de
sustituirla por otra era su visibilidad. El blanco no era muy visible a larga
distancia. Necesitaban una bandera de colores vivos y llamativos.
12 fueron los diseños de
banderas que se presentaron a ese concurso público, algunas con la influencia
de la bandera que fue de la Corona de Aragón reconociendo, a su vez, su expansión
mercantil y colonizadora por el mar Mediterráneo. Se eligió una bandera que se
consideró ideal para los barcos de la Armada Española y la marina mercante. Para
esto, se dictó el Real Decreto firmado por el rey Carlos III en Aranjuez el 28
de mayo de 1785 que dice así:
”Para evitar los
inconvenientes y perjuicios, que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la
Bandera Nacional, de que usa mi Armada naval, y demás embarcaciones españolas,
equivocándose a largas distancias, ó con vientos calmosos con las de otras naciones,
he resuelto que en adelante usen mis buques de guerra de bandera dividida a lo
largo en tres listas, de las que la alta y la baja sean encarnadas, y del ancho
cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio amarilla, colocándose
en esta el escudo de mis Reales Armas reducido a los cuartes de Castilla, y
León con la Corona Real encima; y el gallardete con las mismas tres islas y el
escudo a lo largo, sobre cuadrado amarillo en la parte superior. Y que las
demás embarcaciones usen, sin escudo los mismos colores, debiendo ser la isla
de en medio amarilla, y del ancho de la tercera parte de la bandera. Y cada una
de las restantes partes divida en dos listas encarnada, y amarilla
alternativamente, todo con arreglo al adjunto diseño”.
Este fue el diseño ganador de las 12 banderas presentadas. La de la izquierda es la bandera española de guerra; arriba el gallardete; a la derecha, la bandera de la marina mercante.
Esta nueva bandera se empezó
a usar en los buques de guerra y marina mercante. Es a partir de las Reales
Ordenanzas de la Real Armada de 1793 cuando ondeará también en plazas, castillos
y otras instalaciones de la Armada.
Fue a partir de 1843 con el
reinado de Isabel II cuando se decide que la bandera rojigualda sea la Bandera
Nacional para todos y para todo, no sólo para la Armada. Y así hasta nuestros
días.
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