viernes, 31 de octubre de 2008

la trompa del elefante por el barranco de los molinos y la fuente Foiaderes

Organizado por el AMPA del Colegio Santa Teresa de Alicante. El pasado 26 de octubre realizamos en familia una salida educativa a la Naturaleza. ¡En busca de la trompa del elefante, en el barranco de los molinos!.

“Papá, ¿ será un elefante de verdad?. A lo mejor es una roca con forma de elefante, como los que vimos en la ciudad encantada de Cuenca … “.

Mi hijo Carlos, como todos, estamos deseosos de descubrir qué es eso de la trompa del elefante y lo mejor es ir a esta ruta senderista, vivirlo y descubrirlo. Y eso hacemos. Nos reunimos niños y padres junto a la fábrica de resortes CLR de Ibi, en la carretera a Bañeres. Caminamos por esta carretera, pegados al arcén, unos dos kilómetros. Después de una curva y un puente, un tablón de anuncios con el detalle de la entrada al barranco de los molinos y el recorrido del PR-CV 127. Empieza la aventura. El primer tramo tiene una duración de unos 50 minutos. Hasta el área recreativa. Después, los más aventureros podrán seguir el camino que recorre el Parque Natural de la Font Roja, hasta la Font de Foiaderes ó los pozos de nieve, con una duración de al menos unas tres horas.



Por la vaguada del barranco. Entre rocas. Un camino se abre entre los árboles. Un camino que se estrecha para convertirse en sendero junto a las paredes de un molino harinero. El Molí Nou. Este molino y cuatro más. Por ellos, el nombre del barranco. Nos cruzamos con ciclistas de montaña. Con el susurro del agua que corre bajo nuestros pies en una acequia subterránea. Con pinceladas de los colores de otoño. Chopos, sauces, olmos y pinos bajando por las laderas. Rincones de gran belleza. Por la Senda Real. Varios puentes de madera cruzan de un lado a otro del barranco. Pasamos junto al Molí de la tía Roseta.





Caminamos junto a la cueva del pastor. Begoña, de la Asociación de las montañas de Ibi, nos va contando historias del camino, de los molinos, de los pozos de nieve. Su dedo índice nos señala a lo lejos la trompa del elefante, junto a las ruinas de un molino del s. XVI. Exclamaciones. Preguntas. Deseos de descubrir el misterio. Aceleramos el paso. Los primeros en llegar, unos niños. Escalan. Se aferran a la tierra, a las rocas, como si estuvieran acostumbrados a hacerlo todos los días. Bajo sus pies, la trompa del elefante. Desde tiempo inmemorial así llaman los ibenses a esta roca. Una gran roca caliza lisa con forma de trompa de elefante. Con mucha imaginación, claro. Un gran tobogán natural. Los niños la escalan y se lanzan por ella, con esterillas bajo sus traseros. Se deslizan acariciando a la roca. Una y otra vez, sin descanso. Mientras el día va mudando de color. Mientras las nubes negras de lluvia van tapizando el cielo. Mientras un viento cada vez más frío nos abofetea la cara. Pero los niños, y los no tan niños, disfrutamos deslizándonos por la trompa del elefante.












Seguimos la marcha. A unos pasos, un nacimiento de agua cristalina. Un chorro abundante. Poco más arriba, el área recreativa ó Racó de l´Almarra, a 856 m sobre el nivel del mar. Bancos, mesas, caballitos de madera para los niños. Arboles de colores. Amarillo. Ocre. Naranja. Espacio abierto para el esparcimiento, para correr, para jugar, para disfrutar de la naturaleza en familia.

Muy cerca, una zona de escalada. En la roca vemos incrustados los enganches por donde atan sus cuerdas los montañeros para escalar la pared rocosa. Junto a esta pared un tablón de anuncios con el recorrido del PR-CV 127: Camí dels Geladors. El programa de hoy del AMPA ya decía que para los más aventureros había un plan b: recorrer este sendero oficial. Y algunos, muy pocos, optamos por él. No reprocho nada a nadie, que cada uno conoce lo suyo. Y esos aventureros somos Fernando y su hijo Fernando, de 4º de primaria. Pascual (Paskki en este blog) y su hijo Carlos, de 2º de primaria. Es un poco tarde para salir a caminar por el monte, las 12,30 h, pero no tenemos prisa. Iniciamos la ruta andando entre pinos para pasar a caminar por campos de secano de almendros, de olivos, de algarrobos. Subimos en zigzag, sorteando curvas, alcanzando collados. Estamos en el Parque Natural de la Font Roja. Entre unos matorrales salta nerviosa y vuela veloz un pequeño pájaro que bien podría ser una curruca carrasqueña.










Un manto de niebla va cubriendo el monte, va difuminando la silueta de los árboles. Las ramas peladas de unos olivos. La sombra abultada de unas carrascas, protagonistas de este Parque. Cuando llegamos a la masía de Foiaderetes, actualmente en ruinas, la niebla ha inundado los campos. Es un paisaje misterioso, inquietante y, al mismo tiempo, precioso. Con agua-nieve que nos moja la cara. Nos abrigamos. Estamos a 1.093 m. En la parte delantera de la masía, un par de cipreses dan la bienvenida al visitante, según antiguas creencias.





Continuamos. Ahora el camino no sube, baja. Junto al camino, campos de cereales con carrascas dispersas. Junto a bosquecillos de pinos. Con altos álamos tocando las nubes. Llegamos a la masía y font de Foiaderes, a 1035 m. La masía y la fuente, solitarias. Hemos llegado hasta aquí después de 120 minutos y por la hora, las 14,30 h, el cansancio de los niños y que el tiempo está muy cerrado, decidimos comer bajo techo refugiados en el trastero de la leña de la masía. Mientras comemos vemos como la niebla se desliza entre las copas de los árboles. Vemos cómo va descendiendo con rapidez. Cómo está ocupando el camino. Son las 15 horas. Decidimos volver. Si deja de soplar y se pone a llover … La visita a los pozos de nieve del Canyo y el Simarro tendrán que esperar. Es una asignatura pendiente que aprobaremos en otra ocasión.







La vuelta es más rápida que la subida. No encontramos animales, pero sí vemos madrigueras de conejos escavados en los bancales. Y cuando pasamos junto a los pies del elefante y su trompa son las 16,30 h, con un ambiente puro de invierno.

El contraste de la provincia de Alicante lo vivimos hoy. De los cielos nublados de Ibi, Onil, Tibi, Castalla, de las nieblas de la sierra, a los cielos despejados en la ciudad de Alicante. Con su luz cristalina que nos da la bienvenida en esta tarde de domingo.

miércoles, 29 de octubre de 2008

la carrasca de la tía Sofía

En la partida de la Boira, por una pista de tierra, en el camí que lleva a la font dels Espinal (ó de els Fares), por uno de los que se dirigen al Pla de Casa en la Serrera. Aquí, entre campos de secano. Entre olivos y almendros. En este silencio sólo roto por los pájaros y por el rumor de las hojas de los árboles cuando le bailan al viento. Aquí …

La carrasca de la tía Sofía. Este maravilloso ejemplar está considerado como un árbol singular y de interés local por representar a la vegetación arbórea de esta zona. Aunque por sus características no es monumental. 250 años han pasado por su tronco, su corteza, sus ramas. También es punto de referencia y de encuentro para muchos senderistas que allí se reúnen antes de subir a la Serrella.


La carrasca es una especie típicamente mediterránea. Su madera es muy dura teniendo mucha utilidad para elaborar piezas que soporten una fuerte presión. Como la utilizada en carros y arados. Su leña es excelente para quemar y para el carbón vegetal, quizá por esto muchos de las antiguas carrascas han desaparecido. Su corteza tiene gran cantidad de taninos y se utilizan para tratamientos de la piel y en farmacia se preparan con ella medicamentos astringentes. Las hojas son perennes, de forma variable y de forma dentada. La parte superior de la hoja es verde oscuro y la inferior blanquinosa con pelos. Los frutos, las bellotas, son comestibles, de un color marrón oscuro.



La tía Sofía nació en 1884 en Quatretondeta. Vivió toda su vida en el pueblo, salvo un periodo de tiempo que emigró a Oran en busca de mejores oportunidades, de mejores ingresos, de mejores condiciones de vida. En el pueblo vivió de los frutos que le daba la tierra. Almendras. Aceitunas. Uvas. En aquella época había vides por estas tierras. Su padre compró esta Partida en 1920. La tía Sofía la heredó de su padre. La actual propietaria es su hija Sofía.

la tía Sofía, su hija y su nieta
Después de disfrutar de su sombra. Después de admirar su tamaño, la frondosidad de sus ramas. Después de estar junto a su tronco largo rato, volvemos a Quatretondeta. En el Hotel Els Frares nos espera un arroz al horno, plato típico de esta comarca. Y durante la tertulia, palabras sobre estos terruños, voces sobre sus pobladores, sonidos de sus historias y sus costumbres. Y un largo etécera, que dejamos que corra para que se alargue la tarde, mientras los colores del atardecer suavizan las sombras del comedor. Mientras el día invita a la noche a tener su protagonismo, a llenar el cielo de estrellas.

martes, 28 de octubre de 2008

3ª edición Premios 20 blogs

El periódico 20minutos ha validado a 4.500 blogs para participar en la 3ª edición de los Premios 20blogs. Quedan pocos días para votar. Tú puedes hacerlo entrando en www.20minutos.es/premios_20_blogs/ y disfrutar con el que más te gusta.

En la categoría al Mejor blog de ciencia y medio ambiente, junto con otros, en la letra M, está este blog: Mundo rural – sosegaos . Aunque lo importante es participar, si te gusta lo que encuentras en este blog, lo que comparto contigo, ya sabes lo que puedes hacer. Te estaré muy agradecido.

domingo, 26 de octubre de 2008

inicio temporada senderista en la Asociación de Caminantes de Aigues: Aigues - Venta La Nuza

El pasado 19 de octubre la Asociación de Caminantes de Aigues ha iniciado la temporada senderista 2008-2009 con la marcha Aigues – Venta La Nuza. Como cuando se empieza un nuevo curso. Nos volvemos a ver caras conocidas. Amigos del camino con quien no compartes senderos desde antes de los meses de verano. Volvemos a compartir las inquietudes, las ilusiones de caminar por montañas, por vaguadas, por collados, por senderos.


Y todo reencuentro tiene sus novedades. Como la noticia de la doble cara del Ayuntamiento de El Campello. Por una parte anuncia una importante reforestación el 25 de octubre en las lomas de las montañas cercanas a la autopista. Por otra, se está planificando hacer un importante desmonte para igualar el terreno desde el antiguo puente de piedra hasta cerca del restaurante La Concha para hacer un gran campo de golf y construir unas urbanizaciones.

Los habitantes de Aigues miran de reojo las obras de remodelación del Balneario. De reojo, sí, porque a los vecinos del lugar les gustaría que fuesen más rápidas. Como también les gustaría, nos gustaría, que mejorasen la carretera que les conecta con la autopista y con Campello. Mejorarla ó hacer una nueva.



Antes de salir hacia Venta La Nuza nos hacemos una foto de grupo en el jardín que hay frente a las escuelas. Nos apiñamos, nos apretamos unos con otros. Hoy casi sumamos el centenar de senderistas. Con la dificultad baja del sendero y el buen tiempo muchos nos hemos animado. Hasta algunas mascotas trotan entre nosotros con la lengua fuera por el cansancio y el calor.



Como un río de agua, un torrente de caminantes tomamos las calles de Aigues. Por la calle Mayor, por detrás de la iglesia, junto a la valla de la casa rural La Venteta. Atravesando el barranco y el río Aigues, dejando atrás la fuente del Castellet. Por el camí de Maset, por el del Pixador, hasta la cumbre, por el barranco del Carrichal, hacia el Restaurante Venta La Nuza, pasando antes por un túnel debajo de la autopista.






Volvemos a encontrarnos con este sendero que en febrero caminamos bajo la lluvia (ver post en http://sosegaos.blogspot.com/2008/03/senderismo-aigues-venta-la-nuza.html). Volvemos a ver a Villajoyosa, Benidorm, la playa de San Juan, el cabo la Huerta, … a lo lejos, entre la bruma. Y presidiendo el horizonte, el Puig Campana.








Hoy hace un sol espléndido, sus rayos se hacen notar, su calor está presente. Cuando el sendero se hace camino vemos con satisfacción que el pozo y los restos de la masía donde hubo una importante plantación de esparto, aún siguen en pie. Este secarral nos guarda una sorpresa: un bosque de pinos en una umbría. Pasamos por en medio, a través de un camino que se abre paso entre los árboles. Bosquecillo donde paramos a almorzar.









Con el ruido de los coches sabemos que detrás de una loma está la autopista. Adiós al sonido del monte, adiós a las voces de sus criaturas, adiós al olor de sus campos. Los motores de los vehículos, sus humos, sus bocinas, no impedirán que nos olvidemos tan pronto de los campos de árboles de secano que hemos dejado atrás. Ni de las matas de romero. Ni las de retama. Ni las de esparto. Ni de los pinos. Ni de nuestras conversaciones en el sendero. Ni de nuestros recuerdos en el camino.

Y antes de partir para la comida, una visita al restaurante La Taberna en Aigues, lugar de peregrinaje para el amante de la buena mesa. Jesús propone un aperitivo rápido y yo me dejo querer. Patatas bravas. Capellán con tomate trinchado bañado con aceite. Aceitunas. Un tentempié para recuperar fuerzas y hacer peña. Hasta la próxima ruta senderista.

Descubra las sorpresas de Agost

  Agost, pueblo alfarero en la provincia de Alicante, tiene muchas sorpresas que contar a sus visitantes. Incluso a sus propios vecinos. Son...

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