viernes, 26 de abril de 2013

aquí no hacen falta tantas cosas, cuando lo tenemos todo


Invitados por un amigo. Juan es su nombre. Vamos a un pueblecito de Castilla. Mas bien, una aldea. Diversas casas de una sóla planta, acurrucadas entre sí, unas muy cerca de las otras, formando un núcleo urbano en medio de la inmensidad del campo.

Juan ha heredado unas tierras de un tío abuelo del que casi no se acuerda de su cara, pero sí tiene de él muchos buenos recuerdos compartidos durante su infancia antes de partir con sus padres a la ciudad en busca de un mejor porvenir. Quien iba a decirle a Juan, niño, que un día volvería a estas tierras, que no pensaba volver a ver, junto a sus propios hijos ...



"Estas tierras me han acompañado siempre. He echado de menos la libertad de la que disfruté en estos terruños por los que jugueteé tanto de niño. Entre campos de trigo. Con algunos olivos aquí, algunas encinas allá. Y unas vides en hilera ... ". 

¡Menudos terruños!. La mirada se pierde en el horizonte sin tropezar con nada, ni antena, ni casas, ni carretera. La mirada se alarga y se estira allá a lo lejos, con pequeñas alteraciones del terreno que hacen más interesante el paisaje. Un mosaico de colores que mudan según la estación. En esta inmensidad, piedra sobre piedra aún quedan construcciones enteras de lo que fueron refugios de pastores para las noches frías. 




Nuestros hijos corretean por aquí y por allá, como seguro lo hizo Juan de niño, sin atender las conversaciones ni las precauciones de sus mayores. De qué temer en tanto espacio abierto al aire libre y un camino ancho por donde hoy no ha transitado ningún vehículo en toda la mañana y en donde no hay nada más que campos cultivados a muchos kilómetros a la redonda. Dejan correr su juventud con la inocencia de un niñ@, con el entusiasmo de quienes hacen un juego de todo. De repente, vienen todos corriendo donde estamos sus padres a contarnos su nueva aventura. Un pájaro, dicen que enorme, de plumas marrones y pico curvado, posado sobre un muro de piedras, los ha estado mirando muy quieto durante mucho rato. Quizá con la misma sorpresa como nuestros hijos le han mirado a él. Después, flexionando sus patas, se ha impulsado para salir volando desplegando unas enormes alas y planeando sobre sus cabezas hasta que se ha marchado. Dicen, orgullosos, que era un aguilucho. "Quizá", dice Juan, sin mostrar interés.



"¿Qué vas a hacer con tanta tierra, dejarás la ciudad, tu trabajo, tu vida, tus costumbres urbanas, para explotar esta inmensa propiedad, ó la venderás?". Juan. nos mira extrañado. "¿Venderla, dices?. En mi familia no vendemos la tierra, la compramos, la explotamos, sacamos provecho de sus entrañas, generamos empleo y riqueza con sus frutos. Arrendaré su explotación a los mismos arrendatarios que la han explotado siempre tan bien y vendré a menudo a vivir en estas tierras de otra manera a como lo hacemos en la ciudad. Aquí no hacen falta tantas cosas, cuando lo tenemos todo". 

jueves, 18 de abril de 2013

75 años de Supermán



La perseverancia fue su aliado para conseguir el éxito. El guionista Jerry Siegel  y el dibujante Joe Shuster, después de intentarlo en repetidas ocasiones, lo consiguieron. Fue la revista Action Comics quien les dio la oportunidad de publicar las viñetas de su personaje un 18 de abril de 1938. ¡Superman!.

Inicialmente, en 1933, se le dio el perfil de un villano, de una persona malvada, un científico loco con superpoderes. Pero tuvo escasa repercusión por lo que sus autores cambiaron su perfil por el lado contrario, por el defensor de la ley ante los malos.

Crearon una historia con un niño como protagonista. Nacido en Kriptón, sus padres lo lanzan a la tierra antes que su planeta fuese destruido. El niño es criado en adopción por una familia de granjeros. Clark Kent crece en un buen ambiente. Ya adolescente, se da cuenta de sus poderes sobrenaturales, que emplea en defensa del bien.
El éxito de este comics ha sido llevado al cine de Hollywood, como la película de 1978, con Richard Donner como su director, teniendo Christhoper Reeve el papel de Superman, con Gene Hackman como Lex Luthor y Marlon Blando como Jor, el padre de Superman. Después de esta película vinieron otras cada una mejorando sus efectos especiales y sus guiones, aunque siempre se recordará a Christhoper Reeve con su interpretación como Superman.

Un superhombre es lo que nos hace falta hoy. Un líder de verdad que gane mayorías por las urnas, que lleve con firmeza las riendas de este país, que no tiemble ante la adversidad, que ame su trabajo, que su única aspiración sea el servicio público a los ciudadanos.

Este líder podría ser el héroe de muchas miradas, que con mensajes, acciones y su trabajo diario y el de su equipo, motivase a la ciudadanía a creer que el futuro puede ser mejor. Creyéndolo es posible. El que lo imagina lo puede crear. El que la busca, la consigue. 

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