miércoles, 20 de febrero de 2019

El Dr. Balmis y su vuelta al mundo contra la viruela



Este año celebramos la efemérides de la vuelta al mundo por mar por Magallanes y Elcano promovida por el rey Carlos I de España para buscar un camino diferente al portugués para recorrer la ruta de las especias desde otras latitudes. Y recordamos otra fecha también importante, el bicentanario del fallecimiento del protagonista de otra vuelta al mundo menos conocida promovida por otro rey y otro Carlos, que casualidad me dirán ustedes, Carlos IV, para erradicar la viruela: Francisco Javier Balmis, médico alicantino (2 diciembre 1753-12 febrero 1819).

El Dr. Balmis es famoso por erradicar la viruela en América, Filipinas y buena parte de Asia. Tomando como propia una idea que hizo suya contra viento y marea para poner en práctica un experimento que había dado buenos resultados en Inglaterra.







Pero vayamos por partes. Hay tres hechos fundamentales que marcaron en la vida del Dr. Balmis. 1. Formar parte del ejército, siguiendo una tradición familiar, como practicante cirujano, lo que le permitió hacer la travesía a América en repetidas ocasiones y conocer aquellas tierras. 2. Participar de la corriente naturalista de la época participando en expediciones e investigando las plantas autóctonas que encontraba en América para fines medicinales, en concreto conoció y experimentó la cocción de raíces de agave y begonia para fines terapéuticos escribiendo el libro “Demostración de las eficaces virtudes en las raíces de agave y begonia para la curación del vicio venéreo y escrofuloso”. 3. Conocer los experimentos de Jenner, médico inglés, que inoculó en humanos la enfermedad de unas vacas con excelentes resultados sobre la viruela.

En América la viruela estaba haciendo estragos produciendo una mortandad altísima. Había que hacer algo. Entre los posibles candidatos para emprender y dirigir este viaje sanitario, Balmis tenía muchas posibilidades en ser elegido por sus conocimientos médicos, por desenvolverse bien entre los círculos ilustrados de la Corte y por su conocimiento de América. Para ello, presentó un informe al Ministro Caballero informando de sus planes para llevar la vacuna y erradicar la enfermedad en América y Filipinas. Entre sus ideas estaba la de crear una cadena de vacunaciones en serie de niños que se embarcaran en España, con inoculaciones sucesivas de brazo a brazo. Es elegido para esta misión humanitaria, corriendo el rey Carlos IV con los gastos de esta expedición.

El 30 de noviembre de 1803 parte del puerto de La Coruña a bordo de la corbeta María Pita con Balmis como Director de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, Salvany fue nombrado Subdirector. Partieron con 22 niños huérfanos de más de 8 años y menos de 10, acompañándoles Isabel López Sandalla, Rectora de su hospicio en La Coruña. Balmis utilizó a los niños como transportadores de la vacuna. Antes de partir, en el puerto, inoculó la vacuna en los brazos de dos niños. Diez días después, cuando se había producido una pústula en el punto de inyección, se tomaba una muestra que se inoculaba a otros dos niños y así sucesivamente. Se consiguió una cadena infantil que brazo a brazo mantenía la vacuna.



Llegan a Venezuela el 20 de marzo de 1804. Las autoridades tenían órdenes del rey para atender al  Dr. Balmis y ponerse a su disposición para lo que necesitara. Con estos apoyos realizaron la vacunación de la viruela por todo América del Sur, no sin problemas ni sobresaltos y con incredulidad de determinadas autoridades, pero apoyados por los obispos de la iglesia católica que deseaban acabar con los contagios y la mortandad con la vacuna, además de con sus oraciones. En febrero de 1805 emprendieron rumbo a Filipinas, Macao y Cantón en China, y la isla de Santa Elena. Regresan hacia España el 15 de junio de 1806. El 14 de agosto de 1806 llegaban a Lisboa. El 7 de septiembre de ese mismo año el Dr. Balmis se reunió con el rey para contarle su filantrópico periplo.

El Dr. Balmis es recordado en Alicante, su ciudad natal, con una céntrica plaza que lleva su nombre. El Rotary Club Alicante otorga el Premio Dr. Balmis a profesionales de la medicina de reconocido prestigio nacional e internacional. Pero deberíamos hacer más, debería de estudiarse en la escuela, tener una cátedra con su nombre en la Universidad de Alicante, divulgar los valores de esta expedición, así como el mensaje que con esfuerzo y dedicación todo es posible, incluso erradicar una enfermedad como la viruela. 

Esta expedición humanitaria fue considerada como una gran gesta. Erradicar una enfermedad no es tarea fácil. No lo era entonces, pero tampoco lo es en la actualidad con muchos más medios y más recursos científicos y económicos.

La hazaña del Dr. Balmis es hoy comparable a la que desde hace años llevan a cabo para erradicar la polio la Organización Mundial de la Salud, Rotary Internacional a través de su Fundación Rotaria, Unicef, la Fundación Bill y Melinga Gates, entre otras organizaciones. Queda muy poco para conseguirlo desde que Rotary vacunó en 1980 a millones de niños en Filipinas contra la polio y desde que en 1985 inició la campaña Polio Plus contra esta enfermedad.



Este artículo ha sido escrito con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press

Solidaridad con el Colegio Nazaret de Alicante


Todos los que hace algunos años hemos estudiado en los Jesuitas de Alicante escuchamos muchas cosas del Colegio Nazaret como algo grande, como algo bueno, y con ellos aprendimos a valorar el verdadero valor de la solidaridad, lejos de oportunismos y protagonismos innecesarios. Desde nuestra infancia vimos cómo evolucionaba el Colegio Nazaret haciéndose imprescindible en la sociedad alicantina.

El Colegio Nazaret de Alicante de entonces nació en 1957. España vivía en plena post guerra civil española con hambre por las calles, paro y marginación de muchos de sus ciudadanos. Y niños sin nada que hacer, sin asistir a la escuela, buscando entre la basura algo que llevarse a la boca. Estas imágenes callejeras conmocionaron al jesuita Francisco Javier Fontova por lo que hizo las gestiones necesarias para poner remedio para que esos niños recuperasen su ilusión infantil, su dignidad como personas, que tuvieran un sitio donde desarrollarse física e intelectualmente y donde alimentarse con las mínimas garantías de calidad adecuadas para su edad. Fontova creó lo que llamó “la Ciudad de los Muchachos”.  Empezó acogiendo a 32 niños en los bajos de la Congregación Mariana de los Jesuitas de Alicante. Entonces sólo hizo falta dar alojamiento a 2 niños, los demás dormían en su casa. Se corrió la voz en la ciudad, Fontova era el quijote contra la marginación y su obra fue creciendo en acogida y servicio a los demás. En 1968 se trasladaron a unos inmuebles en el Polígono de San Blas. Entre los años 1977-79, 190 niños de las edades de 5 y 17 años vivieron en régimen de internado. En 1980-81 se distribuyen en diversas residencias de menores, algunas cerca del Colegio. Todo esto lleva al Centro de Vida compuesta por varias residencias de acogida distribuidas por diferentes barrios de la ciudad.

El Colegio Nazaret de Alicante hoy presta servicio a menores en riesgo de desamparo y de exclusión social ofreciendo la posibilidad de recuperar su infancia y crecer de forma normalizada; así como da formación a las mujeres y apoyo a las familias para detectar y evitar la situación de riesgo para el menor. Es un Centro concertado de uso público y gestión privada. Depende del Área de Menores del Sector Social de la Compañía de Jesús en Alicante. Sus alumnos son niños y adolescentes protegidos y tutelados por la Administración Pública. Motivos familiares y/ó sociales les impide vivir en su ámbito social.

Nazaret es un colegio especial, no tiene los mismos contenidos que un colegio en su sentido amplio. Se trabaja sobre todo sobre hábitos de conducta y de relaciones, se imparte materia educativa con unos niveles básicos y se realizan talleres manuales de oficios donde se prevé que puedan desenvolverse en el futuro. Los alumnos son de edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. A partir de los 18 hasta los 25 años algunos de estos adolescentes que no pueden volver a su entorno familiar son acogidos en lo que en Nazaret llaman casas de emancipación en donde se les orienta en el mercado laboral y se les da amparo en su primer trabajo.

El Colegio Nazaret se nutre de un convenio con la Administración Pública a través de la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana; también de la iniciativa privada. Estos Colegios concertados dan cobertura a personas donde la Administración no llega y por esto necesitan de la sensibilidad de la sociedad.

Un año más el Rotary Club Alicante Costa Blanca donó al Colegio Nazaret de Alicante, hace un par de semanas, diversos ordenadores gracias a la generosidad de la empresa Rosmiman que los distribuye. Estos ordenadores están destinados al aula de informática de Nazaret, a sus pisos de emancipación y a la propia Administración de este Colegio.

La nueva Ley de Servicios Sociales de la Comunidad Valenciana, recientemente aprobada, declara a estos servicios como universales, esenciales y de interés general. Esta ley garantiza el acceso a las personas con residencia efectiva en la Comunicad Valenciana y a los valencianos que residan en el exterior, con una mayor dotación presupuestaria.

A ver si de una vez por todas estos Colegios tienen estabilidad presupuestaria concertada porque la labor que realizan es extraordinaria. Que así sea sólo es posible si la Administración Pública se implica en garantizar estos servicios tan necesarios.



Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press

lunes, 11 de febrero de 2019

Secuoyas en el Cortijo de La Losa




Algunas veces el tamaño sí que importa, ya verán muy pronto a que me refiero porque los protagonistas de nuestra excursión son los árboles más grandes del planeta. Pueden llegar a tener 100 metros de altura y 1.000 años de vida. Son las secuoyas. Las visitamos iniciando la marcha desde el hotel rural Collados de la Sagra (Puebla de Don Fabrique) en la carretera GR-100 hasta el Cortijo de la Losa por la carretera A-4301.








Las secuoyas sólo crecen de forma espontánea en el extenso Parque Natural de Yosemite en California (EEUU). Lo curioso es que no nos hemos ido a California a disfrutar de ellas. Que va, las hemos visitado en España.

Estas secuoyas son unos árboles singulares que han crecido y se han desarrollado muy lejos de su hábitat habitual. Pero ¿cómo llegaron al altiplano de la provincia de Granada, a los pies de la Sierra de La Sagra?.








A principios del siglo XIX se plantaron unas treinta secuoyas a ambos lados de la carretera y en lo que hoy se conoce como el Cortijo de la Losa que es propiedad de Alfonso de Bustos y Bustos, Barón de Bellpuig. Fue su bisabuelo, Rafael de Bustos y Castilla de Portugal, Ministro de Fomento de la reina Isabel II, quien trajo las semillas de secuoya para plantarlas en tierras de su propiedad. De las secuoyas que plantó, las mejor conservadas son las que están dentro del Cortijo al estar en un recinto privado al que sólo se puede acceder con permiso y acompañado de un guía turístico.








Al grupo de amigos que queremos saber más de este singular árbol nos acompaña Busta ó Bustamante, que es como llaman en la zona al guía turístico que nos permite el acceso y del que recibimos todo lujo de detalles de las secuoyas y de la finca en donde se encuentran estos árboles. Son 13 las secuoyas que hay dentro del Cortijo. Busta nos dice que es el ser vivo más grande, más alto y más longevo del mundo. Aquí la secuoya más alta tiene una altura de unos 50 metros y 150 años de vida. La de la base más gruesa tiene un diámetro de 7,10 metros: hace falta al menos 8 personas con los brazos extendidos para rodear el tronco al completo.





La finca del Barón donde están estas secuoyas tiene una extensión de 2.127 hectáreas que, en los últimos años,  ha reproblado de muflones, ciervos, gamos y cabras hispánicas hasta conseguir más del medio centenar de ejemplares convirtiendo a este Cortijo en uno de los mejores cotos de caza mayor de Andalucía. Busta dice que pocas veces se dejan ver los venados y que alguna vez un gran búho real ha volado desde su nido en una cota alta de una de las secuoyas ante el asombro y la sorpresa de los visitantes por el ruido que producen sus largas alas y la majestuosidad de su plumaje.

Si extraño parecía que pudiéramos ver estos árboles singulares en España, más curioso es el nombre que les ha puesto el argot popular: las mariantonias. Nadie hoy sabe descifrar desde cuando las llaman así ni quien les puso este mote, pero ahí queda dicho, caracterizando esa gracia natural del andaluz con el timbre de su acento y con la imaginación a la hora de poner los motes a las personas, a los lugares ó a las cosas. También se les llama wellingtonianas porque se cuenta que fue el Duque de Wellington quien introdujo las semillas de las secuoyas en 1839 en España.

Este bosquecillo de secuoyas y el de La Granja en Segovia son los únicos que hay en España y de los pocos que hay en Europa por lo que disfrutar de su vista es un lujo que nos ofrece la naturaleza.

Música española para el cumpleaños del Rey




Lo importante de los cumpleaños es cumplirlos. Y recibir regalos me dirá aquél. El mejor regalo, digo yo, es que ese día se acuerden de uno. Y del rey Felipe VI nos acordamos todos. Hasta le cantaron el cumpleaños feliz en Bagdad el pasado miércoles 30 de enero cuando visitó a los miembros del ejército español allí acantonados en misiones internacionales, amparadas por la OTAN, por la ONU y autorizadas por el Parlamento español. Se lo cantaron ellos mismos y, quiero pensar, que en representación de todos.

En España no hay un día del rey ó de la reina como en otros reinos centroeuropeos, con fiestas y grandes fastos donde participa todo el pueblo. Pero todo se andará. Como aquello que se decía antes de 1975 que en España no había monárquicos, sí los hubo y los hay se llamasen Juanistas por Don Juan ó se llamen Juan Carlistas por el rey Juan Carlos I, ó Felipistas por el rey Felipe VI, ó monárquicos a secas que no hace falta más porque todos lo somos hasta que se demuestre lo contrario desde la aprobación por el pueblo español de la Constitución española de 1978.

El actual rey nació el 30 de enero de 1968 en Madrid. Se le puso Felipe de nombre en recuerdo del primer rey Borbón en España. Su bautizo fue especial, en realidad todos lo son por el motivo cristiano del acto, incluso por el hecho anecdótico en el que todos están pendientes si el niño o la niña ríe, llora o calla cuando el agua moja su cabeza, se pasea por su cuello y, quizá, recorra buena parte de su cuerpo hasta ser secado por una mano diestra de uno de sus padrinos o de sus padres.

Pues bien, el actual rey fue bautizado en uno de los salones del Palacio de la Zarzuela ante la presencia de la reina Victoria Eugenia, mujer del rey Alfonso XIII, aclamada por el pueblo español a su llegada al aeropuerto de Barajas y por donde iba por las calles y las avenidas de Madrid. Acudió para la ocasión desde su exilio en Suiza. También quiso estar presente su abuelo Don Juan ó Juan III porque si hay Presidentes de la República en el exilio también hay Reyes en el exilio y Don Juan era entonces Jefe de la Casa Real española. Estaba también la reina Doña Federica de Grecia, junto a Don Juan Carlos y Doña Sofía, además de otros familiares. A su vez, Franco y Dña Carmen, su mujer, fueron acompañados por miembros de su Gobierno.

¿Saben eso que Franco ofreció a Don Juan volver del exilio a España en 1945 e instalarse definitivamente en Madrid como Jefe de la Casa Real?. Se lo transmitió a través de Miguel Mateu Pla, entonces Embajador de España en París. Don Juan lo rechazó, no quiso ser una marioneta de Franco, en palabras de Paul Preston, uno de los biógrafos de los principales protagonistas de la historia de España en aquella época. Don Juan quería restablecer en España la monarquía dentro de un sistema democrático al estilo del Reino Unido u Holanda. En realidad Franco no quería dejar el poder, quería un rey títere a su antojo. Don Juan no se dejó intimidar. No se entendieron, no podían entenderse, tenían planteamientos totalmente dispares del modelo de Estado para España. Sería Don Juan Carlos quien trajera la democracia a España con una reforma política desde la ley pasando de una dictadura a una democracia moderna. 

Pero permitan que vuelva al natalicio, que si me dejan no paro de contar cosas quizá poco conocidas, pero ese es otro artículo. Pues bien, queriendo cantarle al rey Felipe VI el cumpleaños feliz de otra manera, acordándose de él en un día tan señalado, el Círculo Monárquico de Alicante decidió hacerlo con un concierto de guitarra clásica, música española del Renacimiento hasta el siglo XXI, es decir, desde los Reyes Católicos hasta Felipe VI. A su vez, fue un concierto solidario en beneficio de la Comunidad de Clarisas del Monasterio de la Santa Faz de Alicante. La música fue interpretada por Joe Ott, guitarrista cubano de reconocido prestigio internacional que fue alumno del Master de Guitarra Clásica de Alicante, uno de los mejores máster del mundo en esa disciplina. Tuvo lugar en el Edificio Municipal el Claustro del Ayuntamiento de Alicante.

Una partitura de Luís de Millán, compositor y vihuelista excepcional, abrió el concierto. La música nos trasladó a la Corte valenciana, que allí tocaba Millán, en una Valencia que ya prometía la gran ciudad que es hoy. Joe Ott hizo un precioso recorrido por la música española interpretando grandes obras como las conocidas “Asturias” de Albéniz ó “Recuerdos de la Alhambra” de Tárrega, terminando el concierto con “Magaleña” de Ernesto Lecuona, cubano afincado en Santa Cruz de Tenerife.

Ya ven que hay muchas maneras de cantarle al rey su cumpleaños feliz y de manifestarle el respeto y admiración que los españoles tenemos por su gran labor defendiendo a ultranza la unidad de España y los valores constitucionales que - hoy - son los mismos que los de una Monarquía Parlamentaria.



Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press

domingo, 10 de febrero de 2019

del hotel Collados de la Sagra al Cortijo de la Losa




Una ruta de senderismo inesperada, un grupo de amigos y el espectáculo de la nieve son ingredientes protagonistas de este artículo.

Los campos aún se visten de blanco desde que el pasado fin de semana nevara con mucha intensidad en esta comarca. Después de una gran tormenta, la Sagra amaneció cubierta de nieve. También sus collados y vaguadas, y los campos que se encuentran a sus pies. A los bordes de la carretera, en terrenos cultivados, en los campos baldíos, en cortijos y cotos de caza, aquí y más allá, la nieve se resiste al deshielo, a ese deshielo que ya otros lo iniciaron antes, con riachuelos por doquier que buscan al río Huescar que recorre estas tierras.


Desde el hotel rural Collados de la Sagra iniciamos una ruta de senderismo por el margen izquierdo de la carretera GR100 en dirección al Cortijo de la Losa que guarda un tesoro natural muy bien protegido por su propietario que comparte con todo aquél que se interese y del que los vecinos de este lugar se sienten tan orgullosos: un bosque de secuoyas, un árbol que trajeron de lejos y que hizo raíces en estas tierras de secano pero de agua sufieciente - por lluvia y por nevadas - para que estos árboles sobrevivan, consigan superar los 50 metros de altura y vivir los 150 años que tienen hoy.

Mientras caminamos vemos caseríos con teja árabe con una capa blanca en sus cubiertas, rodeado de hielo y nieve, casi una estampa navideña si no estuviéramos en febrero. Un cortijo allí y otro allá se esconden entre los pinos, apartados de la carretera para conseguir un rincón tranquilo para lograr el sosiego de sus habitantes. Rodeados de vegetación tienen como testigo fiel a La Sagra, otra vez esta montaña que invita a ser conquistada, llegar a su cumbre y disfrutar de sus vistas extraordinarias mientras el cuerpo se recupera del ascenso, pero esta será otra ruta si se tercia la ocasión.


El paisaje es singular. Campos de lavanda, extensos, ordenados en cada surco. Álamos pelados, pronto tendrán sus hojas preámbulo de la primavera. Que sabia es la naturaleza, muda las hojas secas de estos árboles en otoño para renacer en primavera con un verdor y vigor nuevos. Escuchamos maquinaria leñadora cerca del río sacando frutos al bosque, que rompe el silencio de estos campos.

La carretera por la que caminamos casi no tiene tránsito, hace fácil nuestro paseo. Un cruce donde enlazamos con la carretera A-4301 que a la derecha va a Santiago de la Espada y a la izquierda toma camino hacia Huéscar. Elegimos esta segunda dirección.

Unos 6 kms de recorrido desde el inicio que trascurren casi sin darnos cuenta entre conversación y conversación hablando entre nosotros. No hay tema que se resista acompañado de este entorno sosegado.


Llegamos a nuestro destino. En frente del camino de la puerta del Cortijo de la Losa, al otro lado de la carretera, una secuoya enorme, escala el cielo con su altura descomunal. Es el anuncio del tesoro que guarda el Cortijo, que visitamos guiados por Busta ó Bustamante, que es como llaman en la zona a este guía turístico de Huéscar. Aunque lo que nos contó y nos enseñó de las secuoyas del Barón lo contaré en otro artículo.


Terminamos la jornada con una comida campera en el hotel rural Collados de la Sagra con migas de harina y huevos fritos, acompañada de abundantes viandas: embutido de todas las clases, tomate, lomo de orza, lechuga cameralizada, pan de pueblo, … No podía tener mejor final.

Spanish Royal Navy




Quizá les sorprenda que titule hoy mi columna de opinión con una frase en inglés. Tiene su porqué, ya verán. No es una frase hecha, ni un anglicismo de los que estoy en contra porque nos cargamos nuestra lengua castellana como no se ponga remedio. 

Los españoles descubrimos medio mundo por mar y para esto necesitábamos tener una importante flota mercante y una poderosa Armada para proteger nuestros intereses costeros y allende los mares. Las tuvimos para envidia de algunos y regocijo de muchos.

La Armada española es heredera de las marinas de la Corona de Aragón del rey Jaime I el conquistador y la de la Corona de Castilla del rey Fernando III el Santo (s. XIII), y por serlo la Armada española es una de las más antiguas del mundo.

Sin querer hacer un recuento pormenorizado, muchas son las hazañas de la Armada española - no sólo bélicas - como el descubrimiento de América (1492), con los Reyes Católicos; la circunnavegación de la tierra por Magallanes y Elcano (1519-21), por encargo del rey Carlos I; la batalla de Lepanto (1571) contra el Imperio Turco, reinando Felipe II; la defensa de Cartagena de Indias (1741) por Blas de Lezo que derrotó a una poderosa Real Armada inglesa liderada por el Almirante Vermón, en el reinado de Felipe V; la medición de la tierra por el alicantino Jorge Juan en una expedición hispano-francesa a América del Sur (1734) y la modernización de la Armada española (1752), durante los reinados de Felipe V y Fernando VI; la Real Expedición Filantrópica de la vacuna de la viruela (1803-1814) liderada por el médico alicantino Dr. Balmis y patrocinada por el rey Carlos IV; ...

Hasta nuestros días, con una Armada moderna cuya construcción naval por Navantia es de vanguardia. Buenos ejemplos lo son los BAM (buque de acción marítima), el submarino S20, que pronto cursará los mares, ó el buque anfibio LHD Juan Carlos I. Y por citar al rey emérito, es justo recordar la gran afición de la Familia Real española por el mar y la navegación a vela. Con esta afición el actual rey Felipe VI participó como Príncipe de Asturias en el empleo de guardamarinas en la travesía por el mundo en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, como la que recientemente ha iniciado este navío en su 91 crucero de instrucción.

Como España es un Reino, muchas de sus instituciones tienen el nombre de Real, como la Real Academia Española, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Real Casa de la Moneda; también muchos de los equipos de fútbol lo tienen como el Real Club Celta de Vigo ó el Real Madrid, por citar dos de los muchos con esta denominación. Incluso clubes náuticos, como el Real Club de Regatas de Alicante. Entonces, ¿a qué esperamos para que la Armada sea la Real Armada española. En textos en inglés de otras Armadas y otros Gobiernos distintos del nuestro citan a la Armada Española como Spanish Royal Navy. Y con la Armada, propongo se denominen también con Real al Ejército de Tierra y al del Aire, así como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Spanish Royal Navy. ¿No me digan que no suena bien?. Parece que sea más importante. Y es lo mismo, aunque reconociendo a la Armada Española su origen Real y al Reino de España una Real Armada que por serlo aglutina toda su historia, sus victorias, incluso sus derrotas que enseñan que hay que hacer para que no vuelvan a producirse. Y será, también, un justo reconocimiento de su pasado, de su presente y de su futuro, por lo mucho que hacen al servicio de todos los españoles en nuestras costas y en sus misiones internacionales.


Este artículo lo publiqué con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press

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