domingo, 23 de junio de 2013

"Un soplo de brisa marina", Hoguera Oficial Alicante 2013


En la plaza del Ayuntamiento de Alicante se alzan orgullosos los dioses que trajeron a estas costas hombres y mujeres de otras latitudes que se afincaron en estas tierras para quedarse. Hombres y mujeres que contribuyeron a formar el talante hospitalario de los habitantes de esta ciudad que se fue creando al amparo de su castillo Santa Bárbara.


El artista Jesús Grao es el autor de la Hoguera Oficial de Alicante de este año. “Un soplo de brisa marina” es su título. Un alarde de imaginación y arquitectura. Plasma la historia de Alicante, sus costumbres, su gastronomía, teniendo el mar como inspiración y como nexo de unión entre las diferentes culturas que influyeron en sus habitantes. Fenicios, griegos, romanos, árabes, cristianos, …



Una mujer en su parte central, diosa que trajo a este puerto embajadores de otras culturas con los vientos de levante y de lebeche. Mujer protagonista de la Hoguera, como lo es de estas fiestas. Son la Bellea del Foc (la Belleza del Fuego) y sus Damas quienes, durante un año, representan a estas fiestas tierra adentro ó allende los mares. La cabeza de esta diosa tiene la mirada ligeramente ladeada para recibir al visitante de esta plaza, punto de encuentro de muchas manifestaciones populares que ya forman parte de la historia de Alicante.


Neptuno, dios y señor de todos los mares y océanos, emerge entre las olas con el impulso de su fuerza, imprimiendo carácter a los hombres marinos y a l@s que sus aguas bañan su ribera. Junto a Neptuno, un barco con su vela desplegada y su proa abriéndose paso en su travesía. En su costado siete escudos que simbolizan las civilizaciones que se asentaron en Alicante.







Unos 20 metros de altura, miles de kilos de peso, 102.850.- eu de presupuesto, y un gran talento de su autor y su equipo de colaboradores. El 24 de junio, a la media noche, será la primera "hoguera" en ser pasto de las llamas. Con el fuego arderán muchas horas de trabajo, muchas ilusiones invertidas en esta obra tan efímera, pero también se quemarán para siempre aquellos malos espíritus que nos han acompañado durante un año. Este fuego purificará y despertará nuevos proyectos, nuevas ilusiones, el colorido de futuros monumentos fogueriles que volverá a tener el interés del ciudadano de fuera y de Alicante.

domingo, 2 de junio de 2013

la Torre de Belem en Lisboa


Siempre que voy a Lisboa, es visita segura. Por su historia, por su fábrica, por su estilo, por su situación. En el Tajo. Junto a la Plaza del Imperio, cerca de los Jerónimos y del Monumento a los Descubrimientos. 



La ciudad, que en su día protegió, la rodea de una gran zona verde. Desde tierra son los árboles sus permanentes compañeros, sus ramas y sus hojas se mecen al viento como lo hacen las velas de los grandes veleros, y de los más chicos, que navegaron y navegan tan cerca. La  Lisboa de la Torre de Belém es la que narra Antonio Nogre; 

"Lisboa a beira mar, cheia de vistas (...)
Ó Lisboa dos liricos pregoes ...
Lisboa com o Tejo das conquistas.
Mais os ossos prováveis de Camóes!.
O Lisboa de mármore, Lisboa!" 


Construida entre 1515 y 1521, la Torre de Belen controlaba el estuario del Tajo de visitas inesperadas y no deseadas. Es uno de los monumentos más característicos de la época manuelina. Su decoración representa el espíritu navegante de los portugueses, símbolo de Don Manuel el Afortunado. 



Proyectada por el artista Francisco de Arruda, destaca la equilibrada proporción de su estructura y su construcción. Cúpulas morunas, bellos balcones, almenas pronunciadas. El perfil militar del exterior se combina con el ambiente gótico del interior. 


La Torre de Belem es el símbolo del alma lisboeta, con sus cimientos bañados por el Tajo. Fuerte y sensible al mismo tiempo, robusta y evocadora, poderosa y acogedora. Lisboa sobre el mar, como nos canta Joan Zorro en su " minha senhor velida", "mi Bella Señora de las Urbes": 

"En Lixboa sobre lo mar,
Barcas novas mandei lavrar. 
Ai minha senhor velida !

En Lixboa, sobre lo ler,
Barcas novas mandei fazer.
Ai minha senhor velida !.

Barcas novas mandei lavrar,
E no mar as mandei deitar.
Ai minha senhor velida !.

Barcas novas mandei fazer,
E no mar as mandei meter.
Ai minha senhor velida !".

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  Acostumbrado a contarle cosas relacionadas con el pasado de la ciudad y sus protagonistas, hoy me va a permitir que haga una excepción. Ha...

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