miércoles, 31 de enero de 2018

valores de éxito en OT




Un fenómeno televisivo llama mi atención y eso que yo la tele la veo lo justo: telediarios, alguna película, el canal de música clásica y poco más. Pero me invitaron a verlo y eso hice. Ya me dirán con su lectura si comparten conmigo lo que seguidamente les cuento del tema de hoy que, por cierto, levanta pasiones.

Este fenómeno es un concurso televisivo de gran audiencia en el que diversos jóvenes compiten con su canto y su puesta en escena, destacando, además, los valores que han desarrollado durante la competición.

Se puede decir que este programa tiene de todo. Desde el principio se escucha una banda sonora motivadora que conecta pronto con el espectador; tiene un presentador que se maneja bien por el escenario; un desarrollo ágil; con una exigencia y un nivel de dificultad alto para los concursantes que les condiciona en el aprendizaje y en su resultado para poder permanecer en el concurso;  estos se esfuerzan en ser los mejores para el jurado y, posteriormente, para el público; provoca que el espectador pueda participar desde casa, se involucre, sea parte, votando la permanencia de los participantes; y estos conviven bajo el mismo techo en la Academia como lugar de formación y de convivencia. Operación Triunfo tiene todo esto, aunque en cada edición la magia del programa lo ponen sus concursantes.

OT fomenta valores, desarrolla talento, ofrece un entretenimiento positivo para generar la máxima audiencia posible, dando una formación en la Academia a los concursantes desde la igualdad. Un programa que se olvida del reality para centrarse en el aprendizaje de estos jóvenes que se empapan de todo con rapidez desde la humildad y el empeño.

Todo esto ayuda a que cuando en un concurso como este que provoca la rivalidad, despierta el liderazgo de cada concursante, encuentran la competitividad para llegar a la meta en la que sólo gana uno, lo que vemos a través de la tele es que no son rivales, son compañeros; compiten pero sin pisar al otro porque se han hecho amigos; triunfan pero con la tristeza del que pierde a un amigo por la marcha del que se va del concurso, con la solidaridad en su desdicha prometiéndole amistad eterna; y desarrollan su tarea desde la tolerancia sin bandos, todos juntos, con la permanente nostalgia del que ya no está en la competición. ¿Quién dijo que la Juventud española había perdido los valores básicos de convivencia?.

Disfrutan de la música y de la danza. Y componen, compartiendo en cada momento lo que hacen. Incluso investigan con esa melodía ó con aquella, con ese tono ó con este otro, porque “la música da nombre a lo innombrable y comunica lo desconocido”, como dijo Leonard Bernstein, hasta emocionarse.

Agoney, Aitana, Alfred, Amaia, Ana, Joao, Juan Antonio, Cepeda, Marina, Mario, Mireya, Mimi, Miriam, Nerea, Raúl, Ricky, Roi y Thalía son sus nombres. Estos jóvenes generan, sin querer, una lección de humanidad desde su naturalidad y su autenticidad. Y son felices.

Un día le pidieron a John Lennon en la escuela que dijera que quería ser cuando fuese grande y contestó “feliz” y cuando le dijeron que no había entendido la pregunta Lennon dijo “vosotros no entendéis la vida”.

Ya ven, OT es un concurso donde destacan los valores de unos jóvenes que ha provocado el éxito rotundo de esta edición que está cerca de terminar, proyectando un gran porvenir en la música para algunos de sus concursantes. Como se dice a los artistas, “mucha mierda”, mucha suerte.


Este artículo lo escribí con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.

lunes, 22 de enero de 2018

sobre la crítica



En el centro de la ciudad, junto a las oficinas municipales del Ayuntamiento de Elche. Un grupo escultórico. "Sobre la crítica", es su título. Joan Ramón García Castejón, su autor.

Caminando, observamos cómo un grupo de adultos se acercan curiosos mirando la escultura. Se preguntan su significado, no entienden que representa. Cada uno da su opinión, aunque ninguno acierta. Les acompañan sus hijos, niños y adolescentes. Los más jóvenes enseguida interpretan la escultura. Ven a cuatro personas (de bronce de tamaño natural) mirar un cuadro. Graciosos, se aturullan dando su opinión, cuál más elocuente, según lo que ve cada uno. Un paisaje, un barco en medio del mar, un grupo de niños jugando en el parque, un caballo recorrer veloz la pradera, ... Destacan la intensidad de los colores, el realismo de la imagen. Y todo, pura imaginación, con el espíritu libre de una edad temprana.


Aciertan. Y opinan. Como el crítico de arte, el entendido, el aficionado, todos quieren dar su interpretación de la obra. Quien no. Da pie entre latinos a opinar y faltará tiempo para poner término a esa conversación.

Este grupo escultórico es un homenaje al crítico, al espectador y, sobre todo, al pintor, al artista, que explora con su arte lo que quiere mostrar a la sociedad. Primero lo dibuja en un lienzo, lo colorea y se lo imagina en bronce. Después le da vida. En esta escultura el foco de atención es el cuadro donde se dirigen todas las miradas.


Se preguntan por su autor. Joan Castejón (nombre artístico). Es un escultor nacido de la naturaleza. Quien lo iba a decir… “Mi familia vivía en una masía en la montaña. Bajábamos a Elche a ver las fiestas, por Semana Santa. Cuando regresaba cogía barro de las acequias y modelaba figuras parecidas a las que había visto en la procesión. Ese fue mi comienzo”. Su madre las cocía en el horno junto al pan. Era un niño, hacía las cosas que le nacían de dentro, sin darle importancia. Lo que fue un juego, un entretenimiento, resultó ser algo más, un pasatiempo que llenaba su imaginación y plasmaba de dibujos las paredes de la casa y del corral que luego modelaba en barro.


“Me crié entre las montañas en un mundo inculto y muy agreste hasta los 9 años cuando me trasladé a Elche con mi familia. Allí pude asistir al colegio durante aproximadamente año y medio…”. Con esta edad hace su primera exposición con una figurillas de barro, “a los 12 años soy un pintor dominguero”. Su vocación le hace olvidarse de esos años difíciles de la postguerra y empeñarse en lo que le gusta. Viaja a Valencia. Asistió a clases como oyente y se fue haciendo así mismo sin empaparse de las modas del momento. A los 12 años visitó por primera vez el Museo del Prado. Le impresionaron Velázquez y Goya. Con 20 años (1966) en Valencia se siente realizado como pintor y expone en la Galería Mateu con éxito. A partir de aquí en adelante no para de crear, ni siquiera cuando estuvo entre rejas por sus ideas políticas antifranquistas (1967-69 y 1970) donde hizo más de dos mil dibujos de los que 400 eran retratos. En libertad, expone por toda España: Las Palmas, Barcelona, Alicante, …


Ahora dibuja como si moldeara… Interpreta la realidad. Y son sus figuras las que invitan al espectador a imaginar lo que ve, a dar su versión de los hechos, a opinar porque todo queda dicho en la escultura, sólo hace falta fijarse e imaginar su significado. 

domingo, 21 de enero de 2018

Las Armadas de Carlos V y Felipe II



El descubrimiento de América y la conquista de Granada en la época de los Reyes Católicos se producen en un año, 1492, clave de la historia de España. Desde entonces y durante el siglo XVI se ponen las bases para ser uno de los primeros Estados modernos de Europa y del primer gran Imperio de la Europa Moderna.







Carlos V (Carlos I de España y V de Alemania) heredó un Imperio en una época en la que el mar era una amplia vía de intercambio de culturas, de comercio y de comunicación, por lo que tenía la necesidad de tener una potente Marina y diseñar una nueva estructura naval.







En el siglo XVI, el predominio de España en el Atlántico fue absoluto. Incluso tras el desastre de la llamada Armada Invencible (1588), España sigue manteniendo la hegemonía en los mares. Después de este acontecimiento el poder naval español se repuso en tan sólo diez años.

El predominio en el Mediterráneo era esencial, España se jugaba su integridad territorial. El Mediterráneo se convirtió en una batalla naval entre la cruz y la media luna, entre el Imperio de los Habsburgo y el Imperio Otomano.




Varios fueron los Planes de Navegación que se le presentaron a Carlos V para España. Sus protagonistas fueron Álvaro de Bazán, Andrea Doria y Bernardino de Mendoza, decidiéndose por el de este último, legislado de 1561 y 1564. Se descartó la galera y la galeaza en el Atlántico a favor del galeón. Se dispuso la navegación en flota, tres al año. Las embarcaciones tenían que estar armadas con artillería.












Para el tránsito de mercancías (y de pasajeros) con América desde allí a España y a la inversa se ideó un sistema de flotas para la mayor seguridad de las embarcaciones durante la travesía frente al pirata, corso y las Armadas enemigas. Para la defensa de las costas del Imperio, las estructuraron por Zonas geográficas con Armadas defensivas.






Carlos V y Felipe II no tenían una Armada Real en España, sino diversas Armadas distribuidas por zonas geográficas.





La Armada de Vizcaya. Compuesta por una escuadra, dividida en dos. La mitad, a cargo de Luís de Carvajal, protegía la ruta de Finisterre a Inglaterra. La otra mitad, a cargo de Álvaro de Bazán, vigilaba la costa desde Finisterre a Andalucía. 


Los navíos utilizados fueron carabelas, naos y, en ocasiones galeazas y galeones, así como navíos menores como pataches y zabras. La financiación de esta Armada fue a cargo del impuesto de la avería, este era un porcentaje sobre las mercancías que entraban ó salían de los puertos y las pagaban básicamente los comerciantes.


La Armada Guardacostas de Andalucía (tuvo otros nombres como Armada del Oceáno), la otra Armada de la fachada atlántica peninsular. Surgió en 1521. Custodiaba la costa del oeste peninsular, el triángulo de Canarias, las Azores y el cabo de San Vicente. Dirigida por el Capitán General Antonio de Urquiola. Su misión principal era esperar a las flotas de Indias que venían en conserva con la flota y Armada de Indias. Los navíos utilizados fueron carabelas y naos y, a partir de la década de los sesenta, galeones. Se financiaba por el impuesto de avería.


La Armada Real de las Galeras de España. Inició su singladura después de la conquista de Granada por los Reyes Católicos con el nombre de Armada Real del Reino de Granada. Esta escuadra estuvo muy bien pertrechada de recursos materiales. La defensa de la costa mediterránea, principalmente del sureste de España, se hizo con una Armada Real. Era el rey quien tomaba sus decisiones de la flota y quien nombraba al capitán general. Juan Hurtado de Mensoza fue Capitán General de esta Armada en esa época (1516). Inicialmente tuvo a Málaga como puerto base, aunque podía invernar en puertos dispares como el de Cartagena, Barcelona, Gerona, Nápoles ó el Puerto de Santa María. La financiación dependía de la Corona. El navío más utilizado fue la galera, ligero y veloz propulsado por remos, además de las velas. A veces iba acompañado de bergantines ó fustas. Solían haber 35 ó 30 barcos.


La Armada Guardacostas de Levante. Fue una pequeña escuadra con sede en Valencia, con dos galeras financiadas por los derechos de la seda. Fue inestable, no dando un servicio continuado. El 13 de mayo de 1550 el Virrey de Aragón escribió una misiva al Concejo de Alicante para que vieran la posibilidad de financiar una Armada y guarda de mar del Reino de Valencia, que tendría su base de operaciones en Alicante. Su misión era disuadir a los berberiscos de sus ataques a estas costas.


La Armada Guardacostas de Cataluña. Los puertos de la costa catalana y, especialmente Barcelona, tenían una importancia fundamental en el comercio y la navegación en el Mediterráneo. Barcelona fue sede de una Armada de galeras para protección de la costa y, también, para el apoyo de otras Armadas del Imperio en el Mediterráneo, así como un importante astillero: en sus atarazanas se construyeron cerca de un centenar de galeras solicitadas por Carlos V y es donde se construyó la nave capitana de Juan de Austria para participar en la batalla de Lepanto durante el reinado de Felipe II. 


En la península ibérica se sumó la Armada de Lisboa cuando Felipe II se anexionó ese reino que se sumó al resto de territorios del Imperio español.


Hubo otras Armadas en el Imperio. Las Armadas de la península Itálica con la Escuadra de Galeras de Génova, la Armada de Nápoles y la Armada de Sicilia.  También las Armadas Americanas: la Armada de la Guarda de la Carrera y la Armada del Caribe.


Una compleja organización naval que dio óptimos resultados permitiendo a España proteger su Imperio y mantener la hegemonía en el mar durante mucho tiempo.


¿Presos políticos en España?



La política es un arte, forma parte de la vida cotidiana, levanta pasiones, implica compromiso. En política a veces se exagera en el mensaje, incluso se dicen medias verdades, lo que es inadmisible es que se mienta por sistema.

Los independentistas catalanes hacen manifestaciones falsas sobre la existencia de presos políticos en el Estado español. Quien afirma esto lo hace con el solo propósito de hacer daño a la imagen de España y no se dan cuenta que con esas manifestaciones la imagen que mancillan es la de Cataluña.

Entendemos por presos políticos aquellos que son encarcelados por sus convicciones y por sus ideas políticas. Los ex consejeros catalanes no han sido encarcelados por sus ideas sino por sus hechos: presuntamente por rebelión, sedición y malversación de fondos públicos en relación con el proceso independentista. En España NO hay presos políticos.

Amnistía Internacional tampoco considera como presos políticos ni presos de conciencia a los dirigentes del proceso independentista en prisión preventiva: ni a los exdirigentes de la Generalitat catalana, ni a los responsables de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Ómnium.

Quienes sí fueron presos políticos durante el franquismo han manifestado su indignación porque algunos políticos nacionalistas los comparen a ellos con los encarcelados por el proceso independentista. Basta leer sus manifestaciones para ver la magnitud de su enfado, así Víctor Díaz-Cardiel, histórico dirigente del PCE manifiesta que “tal banalización de la realidad es una falta de respeto”; Antonio Gallifa, ex dirigente del PCE, comenta que “decir que en España hay presos políticos es un falseamiento de la Historia y una hipocresía” añadiendo que “los promotores del proceso independentista son unos delincuentes que han ido de ilegalidad en ilegalidad”. Ahondando más en este asunto, Justiniano Martínez, ex Secretario General del PCE en Madrid, es rotundo al afirmar que “No ha habido ni un preso político en España desde 1976”.

Los siete últimos presos políticos del franquismo - Eduardo “Teo” Uriarte, Jose María Zubiaga, Iñaki Viar, Rafael Simón, Luís María Igartua, Javier Elorrieta y Luís Emaldi – afirman, en contra de la campaña de desprestigio que los independentistas están haciendo contra la democracia española, que “nuestra Constitución define a nuestra Nación como un Estado de Derecho y garantiza que nadie pueda ser perseguido por motivos ideológicos, políticos y religiosos. Por todo ello, afirmamos que en España no hay presos políticos, ni nadie se ve obligado a expatriarse como consecuencia de una supuesta persecución política ejercida por el Estado ó los jueces, tal como lo sanciona el artículo 19 de la Constitución. Queremos también reconocer – continúan diciendo - que en nuestra patria se cumplen todas las condiciones para la expresión plena de cualquier ideología moralmente legítima, y están garantizadas las vías democráticas para la consecución de cualquier objetivo, político, económico y social compatible con la libertad y la justicia”.

Está claro que en España NO hay presos políticos, hay políticos presos que no es lo mismo. Jugar con las palabras en un tema tan serio como este es una irresponsabilidad manifiesta, lo haga quien lo haga desde la ambición política rupturista ó desde las ideas independentistas. Lo único que consiguen es su propio descrédito.


Este artículo lo he publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.

viernes, 19 de enero de 2018

el rey Alfonso XIII regresa a España



El rey Alfonso XIII falleció en Roma el 28 de febrero de 1941. En su testamento manifestó su última voluntad, volver a España. Fue su mayor deseo desde que partió al exilio por el puerto de Cartagena el 15 de abril de 1931 para evitar una confrontación social y violenta entre españoles. Dejó escrito que “ruego que si no se pudiera enseguida de morir el darme sepultura en el Panteón del Escorial con mis antecesores en el trono, se haga así tan pronto como sea posible”.  Durante el reinado de D. Juan Carlos I se cumplió esa última voluntad del rey Alfonso XIII.


Don Juan de Borbón. Conde de Barcelona, presidió los actos de exhumación de su padre en Roma el 17 de enero de 1980. Los restos del rey Alfonso XIII fueron despedidos con honores de Jefe de Estado. Posteriormente se trasladaron a España en la fragata Asturias de la Armada Española.



Llegaron a Cartagena los restos mortales del rey Alfonso XIII, ciudad que le vio salir al exilio en 1931, al mismo muelle que le vio partir. Recibido con todos los honores por el pueblo de Cartagena tomó rumbo a San Lorenzo de El Escorial en diversas aeronaves del ejército del Aire, para ser enterrado en el Panteón de Reyes.


La Familia Real, el Gobierno en pleno, el Cuerpo Diplomático, autoridades y miles de españoles esperaban el sábado 19 de enero de 1980 la llegada del féretro en la lonja del Monasterio de El Escorial. Don Juan III solicitó la venia al rey D. Juan Carlos para, después, entregar el féretro al Prior del Monasterio quien certificó que esos eran los restos mortales del rey de España D. Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena.



En estos actos desde Cartagena participaron los tres ejércitos de tierra, mar y aire. Fue la Guardia Real la que portó los restos mortales del rey Alfonso XIII en la Basílica de El Escorial. El rey Juan Carlos I fue quien presidió el funeral de Estado en una celebración protocolaria de sumo respeto.



Se cumplió así la última voluntad del rey Alfonso XIII y su máximo deseo, volver a España para su descanso definitivo.


Vídeo de estos actos que es historia de España:




la cueva de las Calaveras en Benidoleig






Buscando agua para el riesgo de sus campos sedientos, la encontraron. Y mucho más que eso. No podían imaginar lo que había bajo sus pies.

Por un pequeño orificio en la montaña se accedía a las entrañas de la montaña. Un sendero interior junto a un pequeño riachuelo mantuvo la ilusión de esos agricultores de encontrar un manantial que diera vida a sus campos de cultivo.










El geólogo valenciano Cavanilles (autor de “Observaciones sobre la Historia natural, Geografía, Agricultura, Población, y Frutos del Reino de Valencia”) quiso conocer por sí mismo en 1795 lo que ya había oído hablar sobre esta cueva, que llamaban de las Calaveras porque una expedición por aldeanos del lugar en 1768 había encontrado 12 carabelas, supuestamente porque la crecida de las aguas en su interior los atrapó sin posibilidades de escapatoria: esta cueva tiene un largo pasadizo que termina en un pequeño orificio por donde se accede a un lago de agua.





Durante la expedición de 1795 a esta cueva para conocer su extensión, decidieron averiguar si se trababa de agua acumulada por un manantial y tuvieron la paciencia de hacer ese orificio más grande y vaciar el lago. Descubrieron que era agua acumulada de lluvia. No fue el descubrimiento que creyeron encontrar pero era agua que bien podía aliviar su sed y la de sus campos como así hicieron, aún se usa para el riesgo de bancales y arboledas de los alrededores.









Pero hay más. Encontraron restos prehistóricos y fósiles de la flora y la fauna de hace miles de años descubriendo que esta cueva fue usada para refugio de pobladores desde el Paleolítico.

Como cueva caliza que es también hay estalactitas (desde el techo) y estalagmitas (desde el suelo), destacando la que llaman “la campana”. Aunque son menos de las que a mí me hubiera gustado ver. Con las rocas formando imágenes, gracias a la erosión y al agua, que sólo la imaginación de cada uno coincide en lo que han visto otros antes ó afirma lo que a él le parece.












Es una visita interesante. Siempre lo es entrar en un entorno que tiene miles de años y que lo hicieron su hogar nuestros antepasados más remotos.

La cueva la recorre un camino vestido con vigas de madera de ida y de vuelta. El lago y las galerías inundadas de agua no son visitables, salvo con un permiso especial con indumentaria y medios adecuados. Hoy se entra por una gran apertura (no por el pequeño agujero por donde se descubrió). Un gran espacio nos recibe con suelo pavimentado que fue polvorín durante la Guerra Civil española y después lugar de baile para los vecinos de la zona, hasta que la curiosidad y el turismo le hicieron cambiar su uso.



Está en Benidoleig, en la comarca de la Marina Alta de la provincia de Alicante. 


lunes, 15 de enero de 2018

A propósito de enmienda




Todos los años pasa lo mismo, el final del año que termina viene cargado de nuevos propósitos para el año que se inicia. ¿Por qué será?. Remontémonos a nuestros orígenes para conocer el porqué de las cosas.

Así, en el año 47 a.C. Julio Cesar creó el calendario juliano por lo que el nuevo año comenzaría el 1 de enero. El nombre del mes de enero procede de Jano, Dios romano de las entradas y los comienzos, que tiene dos caras, la que mira hacia atrás, al año viejo, y la que mira hacia adelante, hacia el año nuevo. El 1 de enero se consolidó como primero del año con el calendario gregoriano del papa Gregorio XIII en 1582. Y así se celebra el nuevo año con esta fecha en casi todo el mundo.

La celebración del nuevo año viene de antiguo, era una fiesta pagana que la iglesia Católica primero prohibió y posteriormente consintió al celebrar el 31 de diciembre la Festividad de la Sagrada Familia y el 1 de enero la Fiesta de la Circuncisión de Cristo.

Y con todo esto, con la celebración del año nuevo pasamos página e iniciamos un nuevo año con nuevas ilusiones, nuevas ideas y nuevos propósitos. Cerrar un ciclo e iniciar otro siempre es motivador. Es una manera de saber dónde estamos, qué queremos y emprender nuevos retos aunque, como dice un buen amigo, casi nunca se cumplen.

Los expertos dicen que para cumplir los nuevos propósitos para el nuevo año estos tienen que ser concretos, realizables, realistas, con un plan de acción para realizarlos, con fecha de inicio y de final, implicando a otras personas porque unos y otros se motivaran para cumplirlo, incluso planificar recompensas que motiven para seguir adelante. Y si eliminas un placer tienes que sustituirlo por otro. Eso sí, conseguir tus propósitos sólo dependen de tu autodisciplina y tu fuerza de voluntad.

Por estadística, entre los nuevos propósitos más populares están: hacer deporte, perder peso, ser austero y reducir gastos, ser más organizados, aprender algo nuevo, dejar de fumar, disfrutar más de la vida, …

También ideamos nuevos propósitos dirigidos a los demás, sobre todo a la clase política: que sea menos despilfarradora con el dinero público, que den ejemplo de buen servicio a la sociedad, que respeten a su electorado y al pueblo en general y no busquen notoriedad en beneficio propio con polémicas tan absurdas como la de promover por una diputada de Podemos prohibir los pajes vestidos y pintados de negro de la cabalgata de Reyes Magos de Alcoy porque dice es sinónimo de racismo cuando es para salvaguardar su anonimato ante los niños que reciben los regalos de sus manos y es una tradición mundialmente conocida y reconocida, ó el esperpento de pretender gobernar una Comunidad Autónoma de España desde Bruselas siendo prófugo de la justicia.

Con un propósito ó con otro se pretende mejorar la vida y que esta sea más saludable. Ya lo decía Albert Einstein, “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”.

Si tus propósitos se resisten a que sean cumplidos recuerda, como dijo Henry Ford, que “el fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”

Pues eso, pongámonos manos a la obra y a cumplir algunos, ya no digo todos, de tus nuevos propósitos para el 2018. Siempre habrá tiempo de sumar a esa lista propósitos que parecían que se quedaban en el camino y que se incorporan a tus realizaciones con el empeño del primer día. Que así sea.



Este artículo fue publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press


sábado, 6 de enero de 2018

Felipe VI homenajea al rey Juan Carlos durante la Pascua Militar (2018)



La celebración de hoy de la Pascua Militar en el Palacio Real de Madrid ha sido también un homenaje al rey Juan Carlos. Su hijo, el rey Felipe VI inició su discurso en el Salón del Trono dirigiendo unas palabras a su padre.


“Todos los años nos reunimos para celebrar la Pascua Militar, una tradición que me permite junto a la Reina −y hoy con los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, que nos honran con su presencia−, felicitaros y haceros llegar a todos vosotros y a vuestras familias, nuestros mejores deseos para este nuevo año 2018”.

Felipe VI continuó haciendo referencia al rey Juan Carlos I a quien las cámaras de rtve enfocaban en primer plano mostrando una expresión de satisfacción y de afecto.


“Majestad, Recuerdo muy bien mi primera celebración de la Pascua Militar cuando en el año 1986, vistiendo yo el uniforme de Caballero Cadete de la Academia General Militar, Vuestra Majestad me animó a vivir la lealtad, la obediencia, la austeridad, el compañerismo y el amor a España como inspiración fundamental de los actos en mi vida militar.

Y, sin duda, aquellas palabras de Vuestra Majestad, así como la educación recibida en las Academias Militares han sido una parte muy importante de mi formación integral como persona. Porque esos valores que he mencionado son virtudes y sentimientos que presiden la forma de actuar de los militares españoles”.


Felipe VI insistió en su homenaje al manifestar que “permitidme ahora que, como Mando Supremo de las Fuerzas Armadas y en nombre de todos, felicite a nuestro antiguo Capitán General, Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, tras cumplir ayer su 80 aniversario. Felicidades Majestad; y gracias, también, por tantos años de servicio leal a España, por tu ejemplo vistiendo con honor el uniforme y siempre velando por la excelencia y el compromiso de nuestras FAS con nuestra Democracia, nuestra libertad y nuestra Seguridad”.



Felipe VI también tuvo palabras a la Reina Sofía diciendo que “aunque sea adelantarme unos cuantos meses, ya que cumplirá esa misma edad este año, felicitamos todos también a la Reina Sofía, que tanto cariño y cercanía ha demostrado siempre hacia la gran familia militar”.


Fue un momento entrañable de complicidad en un acto solemne y castrense donde los gestos, las miradas, y las palabras pronunciadas por el Rey Felipe VI fueron de cariño y de homenaje a los Reyes Don Juan Carlos y Dña Sofía por sus tantos años de servicio a España.


Felipe VI también ha tenido palabras de homenaje a la Constitución española de 1978 que este año cumple 40 años y que fue el gran pacto de convivencia entre todos los españoles, además de hacer balance de las Fuerzas Armadas españolas en este periodo de tiempo.

La Pascua Militar se realiza el 6 de enero. Conmemora la reconquista de la isla de Menorca a los ingleses en 1782 (s. XVIII). 

El rey Carlos III quiso con esta fiesta agradecer al Ejército y la Armada los servicios prestados a España durante su reinado en diversos escenarios en la península ibérica, Europa, África y ultramar.


Carlos III ordenó a los Virreyes, Capitanes, Generales y Gobernadores que en la festividad de los Reyes Magos reuniesen a las guarniciones y presidios y notificasen, en su nombre, a los Jefes y Oficiales de sus Ejércitos su regia felicitación por la Pascua, y las mercedes que se había dignado concederles con ocasión de la fiesta, que en adelante debía de llamarse Pascua Militar.


El Rey Felipe VI en su discurso completo Pascua Militar 
La Pascua MIlitar en imágenes 2018 


Travesía en la goleta Saint Christophe




Desde la playa de Santiago de la Ribera (Murcia), desde uno de sus embarcaderos que se meten en el mar, iniciamos una nueva aventura marina. Nos enrolados en la goleta Saint Christophe por un día. Está fondeada en la bahía esperando a esta nueva tripulación. Desde el chinchorro que nos lleva a la goleta percibimos su elegancia, sus perfiles marineros, su silueta majestuosa que se perfila sobre el horizonte del mar Menor.








Construida a principios del siglo XX, Victor Brix fue su diseñador francés de origen ruso. Diseñó esta goleta en 1934 para la familia Gerardin, diplomáticos de profesión.

Fue botada el 17 de mayo de 1935 en Amsterdam. Tiene 20 metros de eslora total, con una manga de 4,50 m., con un calado de 2,50 m. Con un desplazamiento de unas 40 toneladas. Es de aparejo clásico.




Después de pasar por varios armadores, actualmente está al ciudado de Circulo Vélico, asociación que fomenta la preservación y la práctica de las antiguas técnicas de la navegación a vela. Su armador es Antonio Lorente, que antes lo fue de la goleta Isla Ebusitana de popa española.


Desde el fondeadero de Santiago de la Ribera tomamos rumbo a la isla Grosa en el mar Mayor, en el Mediterráneo. Para ello, tenemos que pasar el puente levadizo que hay junto al puerto deportivo Tomás Maestre. Hay un horario determinado de apertura que se cumple a rajatabla para salir al Mediterráneo ó entrar desde este al mar Menor.


Una vez en el Mediterráneo, la isla Grosa se presenta frente a nosotros. Es pequeña, con tan sólo 17´5 hectáreas. Es un cono volcánico muy escarpado con unos 90 metros de altitud. Al este de esta isla hay un islote llamado El Farallón. Estuvo poblada por una pequeña dotación militar y fue utilizada como lugar de adiestramiento de las unidades especiales de buceadores de combate y de desactivación de explosivos del Centro de Buceo de la Armada. Actualmente está deshabitada. 


En su territorio anidan aves migratorias. Es fácil ver a la gaviota patiamarilla, el paiño europeo, el cormorán moñudo, el halcón peregrino y la gaviota de Audouin. Esta isla está protegida dentro del espacio llamado Islas e Islotes del Litoral Mediterráneo de la Región de Murcia con la categoría de Parque Natural. En esta isla hay la tercera colonia más grande del mundo de la gaviota de Audouin, en riesgo de extinción.


Mientras la rodeamos con la goleta, Antonio nos cuenta que nació en esta isla. Fue hijo del Sargento que guardaba esta isla junto con un escuadrón de soldados. Antonio tiene un recuerdo imborrable de esa época: todas sus actividades eran al aire libre descubriendo la naturaleza que le rodeaba en tierra, en el mar y bajo las aguas.




Aunque nos faltó viento, sobre todo por la tarde, navegar en esta goleta nos dio una extraordinaria sensación de libertad y, al mismo, tiempo, de bienestar y de sosiego. El frío de primeros de diciembre era una mera anécdota en esta travesía. Fue extraordinaria la camaradería entre todos los que formamos parte de su tripulación ese día.


Fondeada de nuevo la goleta en Santiago de la Ribera, regresamos al embarcadero en el chinchorro al caer la noche, como antaño cuando no había puertos y los barcos fondeaban en la bahía. Con una luna enorme que emergía de las aguas. Este fue el broche de oro de esta gran travesía. 

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  Acostumbrado a contarle cosas relacionadas con el pasado de la ciudad y sus protagonistas, hoy me va a permitir que haga una excepción. Ha...

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