lunes, 31 de diciembre de 2007

Lo mejor de lo mejor para el 2008 !!!!!!!

Quedan unas horas para que finalice 2007. No se acaba nada. La vida continúa. Recuerdos, emociones que dejan paso a otras sensaciones. Se cierra una puerta. Al mismo tiempo se abrimos otra. Compartir buenos momentos. Ampliar horizontes.
Sin mirar atrás. Tranquilos. Relajados. Damos la bienvenida al presente y al futuro. Quiero compartir con vosotros unas imágenes, unas sensaciones, que cierran un año y abren otro:


Puesta de sol en Tanzania, Parque Nacional del Goron Goro.


Benilloba, desde Penáguila (Alicante)


Riopar (Albacete)


Penáguila (Alicante)


Finlandia.


Cataratas de Iguazú, desde Brasil.


Ventana, iglesia de Ntra. Sra. de Atienza. Huete (Cuenca).


Mercado flotante (Thailandia)


Amanecer en el Parque Nacional del Serengueti (Tanzania).


Cristo Redentor. Río de Janeiro (Brasil).


Castillo de Alicante.


Parque Nacional del Goron Goro (Tanzania).

En mis soledades de madruga. Cuando la casa se silencia. Cuando los niños duermen. Cuando la calle se desnuda de gente. Cuando no hay coches, ni motos. Cuando el murmullo de las voces no asciende a mi ventana. En este momento pienso en las horas de este año que se acaba. Lo bueno y lo malo hacen historia. Historia interior de cada uno. El año toca a su fin. Pero nada se termina, continúa. El milagro de la vida nos mantiene despiertos.

Escuchando la primera parte del Mesías de Haendel, escuchando sus melodías y las voces de sus coros, se me ponen los pelos de punta. Surgen de mi interior los recuerdos más sentidos. Reaparecen las emociones más emotivas. Reavivo actividades vividas. Vienen a mi memoria los amigos que ya no están. Me acompañan los buenos momentos.

Los verdes prados. Las blancas crestas de las cumbres nevadas de las montañas. Las nubes de algodón que acarician nuestras mejillas. El agua que corre traviesa. Las sonrisas de los niños jugando bajo los pinos. La alegría de vivir. La esperanza de alcanzar nuestras metas. El deseo de un mundo mejor. Un mundo más solidario. Un mundo más pacífico.

Con todas estas sensaciones ¡ ¡¡¡¡ Feliz 2008 !!!!!

domingo, 30 de diciembre de 2007

La Font de L´Abre


Olleta de blat, en La Venta de Benifato.


Confrides.

Una señal de madera indica Puerto Tudons.

... sus apiñadas casas, alrededor de la iglesia, se empequeñecen.

La Base Militar nos observa, tan cerca.

Un poste de cruce de senderos ...


Area Recreativa Font de L´Abre.


Un caño, casi a ras del suelo ...


... agua helada, agua tiesa ...


... riachuelos inesperados ...


... el agua se abre paso entre los bancales.


Los álamos desnudos, de invierno.


Los pinos tiesos de frío.


... bosquecillo de pinos.


Volvemos.


La luz declina.


El sol se pone ...


Esta es nuestra ruta desde Confrides.


Esta, desde La Font de L´Abre hasta Puerto Tudons

Ayer sábado hemos hecho la última excursión del año 2007. ¡La Font de L´Abre!, en Confrides, pueblo alicantino de la sombría de la Aitana. ¡La Aitana otra vez!. ¡La Aitana siempre!. Aunque el día está muy soleado hace un frío que pela. No hay nieve en las cumbres, pero el frío corta el aire.

Pero antes del ascenso hemos cargado las pilas en la Venta de Benifato. Tan bien tratados por Oscar, se nos olvida pronto el frío. Sus fogones nos dan la bienvenida. Se nos hace la boca agua. Embutido a la brasa. Cocas. Unas albóndigas impresionantes. Patatas asadas con ajo. Carlos, su sopa de cocido, que no perdona. Pitín, a quien ya cité en mi crónica de Aitana Siempre del 21 de diciembre pasado, conejo a la brasa, su hija Carmen, Paqui – mi mujer – y yo, olleta de blat. Myriam, huevos con patas, no es muy original. Extraordinarias recetas. Las verduras de la olleta son de cosecha propia, seleccionadas con cariño, antes de alimentar la cazuela. El toque personal, secreto de familia.

Iniciamos el ascenso rodado. Son las 15 h. En la periferia de Confrides, por su lado sur, una señal de madera indica Puerto Tudons a 11 kms, P.R.V. 22. Camino asfaltado que se aferra a la tierra. Pronunciadas cuestas. Cerradas curvas. Dejamos atrás Confrides. Se aleja. Sus apiñadas casas, alrededor de la iglesia, empequeñecen. Subimos. En los bordes del camino, agua helada, agua tiesa. Muy blanca, casi nieve. La Base Miltar nos observa, tan cerca. Un poste de cruce de senderos. P.R.V. 20-21-22 Font de L´Abre., P.R.V. 20 Cumbre Aitana 5 kms. P.R.V.21 Benifato 11 kms. P.R.V. 22 Confrides 7 kms, de donde venimos. Bancos y mesas de madera. Area Recreativa de la Font de L´Abre. Un caño, casi a ras del suelo. Un acequia. El agua abundante, cristalina, muy fría. Riachuelos inesperados. Baja el agua por los caminos. Se abre paso entre los bancales.

Los álamos desnudos, de invierno. Los pinos tiesos de frío. Nos cuesta caminar subiendo a la Cumbre. Los niños se cansan. Manos heladas. Andamos un par de Kms. Casi alcanzamos la gloria, pero tenemos que volver. No llegamos a la meta, pero hay otras metas. Lo compensan las risas de Carlos, de seis años, las exclamaciones de Carmen, de cuatro, para que la esperemos. Se compensa viendo cómo disfrutan recorriendo el bosquecillo de pinos. La sonrisa de Carlos. Sus blanquecinos dientes de leche asoman entre sus labios, sus primeras mellas. Los ojos negros de Myriam, penetrantes. Su belleza derrite el hielo.

Los olores a tomillo, a romero, a lavanda, acarician nuestros olfaltos. Silencio. Roto por las exclamaciones de los niños. ¡Benditas exclamaciones!. El susurro de los riachuelos ponen el ritmo. La directora de la orquesta, la Aitana.

Volvemos, pero por Puerto Tudons. Mucho agua por la pista de tierra. Mucho barro. Cero grados. Agua helada en los márgenes. Los niños se duermen por el cansancio. La luz declina. El sol se pone y se despide hasta el año que viene. ¡Mañana!.

sábado, 29 de diciembre de 2007

La cocina de antaño


Hace unos días comí en un sitio que os recomiendo: el restaurante La Mezquita, en Jávea. Un antiguo riu-rau transformado en restaurante desde hace varios años. Las vigas de madera callan y nos miran. Los lienzos de las paredes, colores cálidos. Los troncos de olivo, de naranjo, siguen ardiendo en las dos chimeneas de sus salones. El calor que disfrutaron antaño sus habitantes hoy nos hace compañía. Calor de la memoria. Calor de la cocina. Calor en el plato. Un arroz del señoret, extraordinario.

Mientras, en la tertulia, mi compañero de mesa, y amigo, Francisco, dice disfrutar de los fogones. Delantal, cubiertos de madera y paciencia. Los fines de semana el es quien cocina en su casa. Amigos y familiares disfrutan de su destreza. Ha archivado durante años recetas de la abuela. Ha guardado con cariño recetas que han pasado de padres a hijos. Recetas que pasean su aroma de generación en generación. Le animé a compartirlas y hacer su propio blog. Me ha hecho caso. Por partida doble. No ha hecho un blog. Ha hecho dos blogs. Uno en valenciano. El otro, en castellano. Nueva andadura. Tiempo y cariño, forman parte de sus ingredientes. Estas iniciativas nos enriquecen a todos. La dirección es http://desdelsaladar.blogspot.com/

lunes, 24 de diciembre de 2007

Navidad 2007-2008


Los ojos llorosos, haciendo pucheros. Un niño pequeño tira de la mano de su madre. Se les acerca un hombre alto, barbudo, larga melena, vistiendo con algo parecido a una túnica. La madre recela del intruso. "¿Cómo te llamas?". "Jesús", le dijo el niño. "Me llamo como tú. ¿Por qué lloras?", le pregunta el hombre. "Este año no han puesto luces en mi calle. Eran tan bonitas …" "No te preocupes. Hay otras luces. Lo importante de las Navidades no son las luces de las calles, ni los adornos, ni los escaparates. Lo importante es que quieras a tus padres y que ellos te quieran a ti. Lo importante es que juegues con tus hermanos y que perdones a tu hermanito pequeño cuando no te deja jugar. Lo importante es que seas feliz y hagas felices a los que te rodean. Lo importante de las Navidades, también, es que te acuerdes un poquito de mí. Mira, ese niño pequeñín que está en un pesebre, en el belén de allí, acércate, ¿lo ves?. Ese niño soy yo". Se encuentra con una sonrisa de complicidad. "Queremos serlo todos un poco", dice la madre. "Queremos serlo los que deseamos un mundo mejor, los que deseamos un mundo más solidario. Queremos serlo los que nos gustaría que el mundo fuese más igualitario y más justo".

¡¡¡ FELICES NAVIDADES !!!

viernes, 21 de diciembre de 2007

Aitana, siempre !


Aitana nevada, vista desde la playa de San Juan

árbol y casa nevados


... Beniardá ...


... Benimantell ...


... Confrides ...

Aitana, siempre !

Los pueblos primitivos veían en las montañas algo especial. Las consideraban mágicas, pensaban que era la cuna de la divinidad, les infundían respeto.

Hay una montaña que me produce una sensación parecida. Me produce una atracción especial. El primer amor. El primer beso. Me atrae como a un imán. Tantas veces que la veo, tantas veces que la visito, me parecen pocas. Se llama Sierra Aitana.

Otras sierras, otras montañas cercanas, no me producen la misma sensación. Ni la Sierra de Bernia, ni la de Mariola, ni la de Serrella, … no es lo mismo. Todas me atraen, todas me acogen, todas me entusiasman, pero los sentimientos no son los mismos.

La Aitana ha sido cuna de muchas culturas. La Aitana ha dado cobijo a muchos caminantes anónimos. La Aitana ha sido inspiración de grandes maestros. Oscar Esplá se inspiró en sus sonidos, escribiendo muchas de sus partituras en sus laderas. Emlio Valera admiró las tonalidades de sus tierras y las pintó en sus lienzos.
Hoy la Sierra de Aitana es protagonista. Un manto de nieve cubre su tierra. Su cumbre se corona de un color inmaculado. Un viento gélido nos susurra en el oído: mirar a la Aitana, qué bella se ha vestido.
En mi adolescencia, la Aitana fue tantas veces mi compañera … En los días fríos como hoy, nevados como lo está estos días, a lomos de una moto, subía a visitarla. Subíamos a visitarla. Pitín, Kike y yo. También Antomeu. El aire que la anunciaba nos helaba la nariz, nos helaba las manos. Pero persistían las ganas de verla. Antes del ascenso parábamos en Villajoyosa, en el Bar Buana, a tomarnos un chocolate bien caliente para calentarnos. Para llegar al Puerto Tudons era una odisea. Las ruedas patinaban en la nieve helada, pero no nos rendíamos. Queríamos llegar arriba y abrazar la cumbre de la Aitana.

En la cumbre, la Aitana nos da la bienvenida. Allí arriba me siento pájaro. Miro con vista de pájaro. Escucho los sonidos como un pájaro. Observo a la distancia y pienso lo afortunados que somos. Miro a mis poyuelos, Myriam y Carlos. Me devuelven la mirada con una sonrisa y todos miramos al horizonte. Las montañas se superponen unas a otras. La perspectiva es preciosa. Miro de nuevo a mis poyuelos. ¡Tenéis que cuidarlas!. Esta es vuestra herencia, este es nuestro legado. Cuidarlas del cambio climático. Cuidarlas del hombre ambicioso que quiere cambiarle el traje por un manto de cemento, cuidarlas del hombre que seca sus fuentes, cuidarlas del hombre pirómano. Tenéis que ayudar a la Aitana, a Mariola, a Bernia, a Serrella, … a tantas otras que cuentan con vosotros para preservar su futuro.

En la ladera ya soy una persona, una persona que disfruta de estos terruños. No me canso de visitar Sella ó Alcolecha. No me canso de caminar por el valle de Guadalest. No me canso de ver Benimantell, Benifato, Beniardá, Confrides, …, al mismo Guadalest tan masificado a veces.

Y a la Aitana, en el amanecer ó en el crepúsculo, por la mañana ó por la tarde. Aitana, siempre.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Palacio Rural Universitas

castillo de Alarcón

Belmonte, su muralla y campos de Castilla

Belmonte, Colegiata


castillo de Belmonte


Mota del Cuervo, molinos


Villaescusa de Haro, iglesia


retablo


retablo, detalle


retablo, detalle


Palacio Rural Universitas

fachada trasera Palacio Rural Universitas


Palacio Rural Universitas, detalle


habitación del Guerrero


habitación del Guerrero, nuestro dormitorio/salón


Salón


piscina y jardín

Hace algunos años, volviendo de Alarcón camino de Mota del Cuervo, pasamos por un pequeño pueblo. En el arcén, al llegar, un enorme cartel anuncia que se trata de un conjunto histórico-artístico, nada más. La curiosidad hizo que desviáramos nuestra ruta. Entramos en Villaescusa de Haro, que así se llama. Pueblo pequeño de la provincia de Cuenca, a unos 6 kms de Belmonte. Nos esperaba una sorpresa inesperada. El caserón más grande, la iglesia, rodeada de casas blasonadas con fábrica de piedra. Entramos en la iglesia. De estilo gótico tardío y portada renacentista, con una sóla nave. Hay una capilla, de la Asunción. En la capilla, un retablo. Un magnífico retablo de principios del s. XVI, madera policromada que cuenta los misterios de la Virgen María. Independientemente de tus creencias religiosas, es una maravilla, una obra de arte, que se le da poca publicidad. En cualquier pueblecito de la costa a mucho menos se le da mucha más importancia, quizá porque están más acostumbrados a llamar la atención del visitante.

Unos años después hemos vuelto. Villaescusa de Haro tiene otra sorpresa que entonces no nos dimos cuenta. Muy cerca del Ayuntamiento, muy cerca de la iglesia, está la Palacio rural Universitas.

Es un lugar idóneo para el sosiego, para olvidarse de las prisas y de las tensiones de cada día. Un lugar para desconectar, un lugar para disfrutar en familia. Un lugar para dormir a pierna suelta. Sus muros están cargados de historia y, hoy, muchos de sus muros están forrados de libros, libros de literatura, de viajes, de historia, libros que están a la disposición del huésped, libros que se dejan acariciar por manos desconocidas. Algunas de sus narraciones podrían haber ocurrido aquí. Algunos de sus cuentos salen de sus páginas para soñar con los visitantes. Las paredes también tienen libros y esculturas de Adolfo, uno de los propietarios, que nos atiende con cuidadosa amabilidad.

Si vas con niños, en la parte trasera hay unos columpios, un foso con tierra, huerto, césped, piscina y jardín donde pueden correr y jugar mientras descansas. Como la casa, el jardín, el aparcamiento, están cerrados, no hay coches, no hay intrusos. Adolfo nos da un plano de cómo llegar a una cuadra en Pedroñeras. Hay una empresa que alquila burros para excursiones. Es divertido ver a tus hijos montados en un burro pero también lo es montarte tú, emulando a Sancho Panza. Y estos son burros, nacidos en Marruecos, más fáciles de domesticar que los tercos de la península, nos dice Marcelino, su dueño.

La noche enfría las mejillas de mis hijos. Hace un frío que pela. Los gruesos muros de la casa rural nos acoge, nos dan cobijo, nos regala con el sosiego que se respira bajo su techo.

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