Esta contagiosa incertidumbre mucho tiene que ver con el
intento rupturista del separatismo catalán y la ausencia de una respuesta
acertada desde el Gobierno de Rajoy con la falta de diálogo con el Gobierno de
esa Comunidad Autónoma que de tenerlo hubiera evitado males mayores y que por
no hacerlo se llegó a la aplicación de un tardío artículo 155 de la
Constitución que, de aplicarlo antes, hubiera evitado la realización parcial de
un referéndum ilegal en Cataluña con una efímera e inconstitucional declaración
de independencia. Hoy un nuevo Gobierno intenta encauzar este desaguisado con
“soluciones políticas valientes y audaces para Cataluña pero dentro de la
Constitución”, en palabras del Presidente Pedro Sánchez, invitando a que sea el
voto del pueblo catalán el que lo arregle, pero el voto de un nuevo Estatuto de
Autonomía que los independistas rechazan. En el caso de realizarse esta
votación “primero tendrá que aprobarlo con dos tercios la Cámara catalana,
después aprobarlo por mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, para
ser integrado en el sistema jurídico español como Ley Orgánica. ¿Se lo ha
explicado alguien al Sr. Sánchez?. Si es que sí, repítanselo. Si es que no,
apaga y vámonos”, comentaba Teresa Freixes - jurista especialista en Derecho
Constitucional español - hace unos días en redes sociales.
Este ambiente es propicio para que oscuras intenciones
quieran sacar tajada a favor de sus propios intereses. Y en este panorama entra
en escena Corina, que fue amiga íntima del rey emérito, con unas grabaciones
supuestamente realizadas por el comisario Villarejo en las que - sin mencionar
al rey emérito - comenta ciertas actitudes que serían reprochables de ser
ciertas. No es la primera vez que lo
hace, lo hizo incluso siendo Juan Carlos I rey de España. Entonces reivindicaba
un imposible. que por serlo no consiguió. Me recuerda a Wallis Simpsong, ¿se
acuerdan de ella?, la mujer del Duque de Windsor que quiso ser reina.
“Al Estado no se le puede someter a un chantaje por parte de
nadie y cualquier vulneración de la legalidad lleva consigo la asunción de
responsabilidades que se diluciden en un procedimiento judicial”. Así de
categórica ha sido Margarita Robles, Ministra de Defensa del Gobierno del PSOE,
después de trascender estas grabaciones en la prensa. Y así debe de ser, sólo
faltaba lo contrario.
Como tampoco se puede aceptar el chantaje de los
nacionalistas ó populistas contra el Gobierno de Sánchez y su dudoso apoyo
parlamentario si no aceptan sus reivindicaciones. Esto augura el adelanto de
las elecciones generales si gobernar fuese imposible. Poner palos en la rueda
es muy fácil. Gobernar con el apoyo de sus aliados es mucho más difícil y
requiere de seriedad y altura de miras.
En España vivimos al amparo de la Constitución española de
1978 con una Monarquía Parlamentaria como “forma política del Estado español”,
una extraordinaria regla de convivencia que ha dado a España el mayor periodo
de paz de su historia. Así tiene que seguir siendo. Y así se ha expresado en
reiteradas ocasiones el Jefe del Estado el rey Felipe VI al decir que “son
momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero
saldremos adelante”, así como “subrayar una vez más el firme compromiso de la
Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y
la concordia entre españoles y mi compromiso como Rey con la unidad y la
permanencia de España”.
Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press