Que Cristóbal Colón descubrió
América está claro. Que zarpó desde el puerto de Palos de la Frontera (Huelva) con
las carabelas Pinta, Niña y Santa María, también lo es. Que fue expresamente
apoyado por los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, tampoco nadie lo pone en
duda aunque Aragón siguiera apostando por el dominio en el Mediterráneo. Que el
monumento a Colón es una de las señas de identidad de la ciudad de Barcelona,
tampoco nadie lo duda. Sin embargo, con un monumento tan emblemático como este
no se entiende que la actual alcaldesa de Barcelona y su equipo de gobierno se
cuestionen si lo derriban a propuesta de la CUP.
El Monumento a Colón es un
conjunto escultórico de grandes dimensiones situado en la plaza del Portal de
la Paz muy cerca del puerto de Barcelona. Fue construido en homenaje a Cristóbal
Colón como descubridor de América, también como líder, como marino, como aventurero,
qué venció la incomprensión, los miedos y temores de aquellos que no se atrevían a navegar sin
perder la vista de tierra firme allende los mares.
Para una obra colosal como
esta sus datos también lo son. Se decidió su construcción
después de un concurso público eligiendo el proyecto del arquitecto Gaietá
Buigas. Tiene 57 metros de altura. Está
construido con hierro, bronce, piedra caliza y piedra de Montjuic. Las obras
duraron 6 años. Para la base del monumento se necesitaron consolidar unos
cimientos de 5 metros de profundidad. Para la construcción del todo el conjunto
se instaló un andamio tan alto como tenía que ser el monumento. Las diferentes
piezas fueron hechas en las fundiciones Comas, Can Solá y Wohlguemuth y
ensambladas in situ en su lugar definitivo.
Muchos participaron en la
construcción de este Monumento. Su arquitecto, Gaietá Buigas i Monravá. En la
decoración escultórica intervinieron los artistas Eduardo B. Alentom, Rafael
Atché, Pere Carbonell, Manuel Fuxá, Josep Limona, Rossend Nobas, Antoni
Vilanova, Francesc Pagés y Agapit Vallmitjana. De la fundición se encargó
Alejandro Wohlguemuth.
Se construyó con motivo de la
Exposición Universal de Barcelona de 1888. Este monumento fue inaugurado el 1
de junio de 1988 por SM la reina regente María Cristina, junto con Sagasta,
Presidente del Gobierno de España. Los invitados destacados para la ocasión fueron SM el rey de Italia Humberto
I y Grover Cleveland, Presidente de EEUU, además de diversas otras autoridades
civiles y militares. En el interior de la columna hay un ascensor, que se
inauguró el 24 de enero de 1889, por el que se puede ascender a la semiesfera
situada bajo los pies de la estatua. Desde allí arriba hay unas vistas
extraordinarias de toda la ciudad. Este monumento está considerado Bien
Cultural de Interés Local.
La composición de este monumento
reproduce las principales hazañas de Colón, escudos de las provincias
españolas, estatuas alegóricas de Cataluña, Aragón, Castilla y León, personas
que colaboraron con Colón como el aragonés Bernat Bolí, los catalanes Pere de
Margarit, Jaume Ferrer de Blanes, así como el valenciano Luis de Santángel. La
columna de bronce es de origen corintio, con carabelas en su base, el escudo de
Barcelona, un relieve sobre la Marina, … En los bajorelieves se realizaron
diversas escenas de sus reuniones con los Reyes Católicos, su recibimiento en
Barcelona, … Y arriba del todo, Cristóbal Colón, del escultor Rafael Atché, mirando
y apuntando con la mano derecha hacia el nuevo mundo. Un nuevo mundo lleno de
oportunidades culturales, económicas, religiosas, de ayer y de hoy.
Y ahora se cuestionan la
permanencia de tan singular monumento porque la CUP, el partido antisistema, exige al ayuntamiento de
Barcelona que lo quite en sustitución de una alegoría de la resistencia
indígena contra la colonización. De reivindicar hace unos años que Colón era
Catalán a acusarle de genocida.
Sin embargo, ha primado el sentido común ante
las críticas generalizadas desde diversas instituciones de la ciudad y desde el
Ayuntamiento Gerardo Pisarello, Teniente de Alcalde de Barcelona, ha
manifestado que el Gobierno de Ada Colau no prevé la retirada del monumento de
Colón aunque lo considere un debate legítimo. Por lo tanto Colón sigue en
Barcelona ahora y siempre.