Que un alicantino diga que Alicante tiene las mejores playas del mundo no
tiene ningún valor. Pero que voy a hacer si es verdad. Cuando uno viaja,
compara. Y ya saben, “unos tienen la fama, y otros cardan la lana”. Me explico,
cuando estuve en Río de Janeiro visité, entre otras cosas, la famosa playa de
Copacabana. Si la conocen, seguro que la recuerdan. La enseñan como una joya, y
lo es, pero nada tiene que envidiar la playa de San Juan de Alicante. Incluso
en nuestra playa a diferencia de aquella entras en el mar desde la misma altura
que la arena y no pierdes fondo enseguida.
La costa alicantina se caracteriza por tener playas arenosas, pequeñas
calas donde los pinos buscan bañar sus raíces con el mar y recovecos dispares
accesibles no sólo desde el mar sino también desde tierra, que hacen de la
provincia de Alicante un destino ideal para disfrutar del mar y del baño. Y de
sus aguas transparentes, de las que disfrutar de sus fondos arenosos o rocosos.
Hace unos días mi hijo Carlos me dijo que quería ir con sus amigos a la
isla de Tabarca, otra joya de la costa alicantina, para - entre otras cosas -
tirarse de uno de sus acantilados. Acantilados pocos, la isla es plana, le
dije. Tabarca tiene muchos otros alicientes, pero ese no es uno de ellos. A
pesar de esto, ahí está haciendo planes con su pandilla para ir a Tabarca.
“Juventud, divino tesoro”, que escribió el poeta Rubén Darío pero por otros
derroteros. Carlos sabe que he ido mucho - e iré - a la isla de Tabarca y que a
su edad fuimos varias veces de acampada junto a la Torre de San José,
extramuros del pueblecito amurallado, cuando aún se podía, aunque nunca pudimos
clavar las piquetas de la tienda de campaña porque el suelo estaba muy duro ó
era rocoso y dormíamos al raso en la orilla del mar sobre “colchones” de algas
debajo del saco de dormir, hasta que la marea subía y teníamos que buscar
acomodo en tierra firme. A esa edad, todo es posible.
Pero sí hay acantilados altos y orgullosos a lo largo de todo el litoral
alicantino. Por ejemplo, en las calas de la Granadella ó en la de Ambolo en
Jávea; en el cabo La Nao; ó el gran salto de Benitatxell; ó en el Cabo Portet,
en Moraira; en la cala del Mascarat, en Altea; … Siempre le digo una obviedad,
me dirán ustedes, que si ha de saltar de gran altura que compruebe que cae en
el mar y no sobre roca, las consecuencias sobre su integridad física podrían
ser dramáticas. La seguridad es lo primero. Los que tienen ó han tenido hijos
jóvenes me entenderán más. Veo a Carlos en la piscina con sus amigos, con su
hermana Myriam, haciendo “saltos mortales”, piruetas y otros brincos cada vez
más difíciles, que toda precaución es poca.
Bandera Azul es el título de este artículo y ahora verán por qué. Todo está
relacionado. Los municipios que tienen banderas azules reciben con ellas un
reconocimiento y un galardón que - desde 1987 - otorga anualmente la Fundación
Europea de Educación Ambiental a playas y puertos si cumplen determinadas
instalaciones y condiciones ambientales sobre la calidad del agua, la
seguridad, la prestación de servicios generales y la ordenación del medio
ambiente.
España está a la cabeza del ranquing mundial con Banderas Azules en sus
playas, seguida a mucha distancia de Francia con sus territorios de ultramar y
de Turquía en tercer lugar. España también está a la cabeza en el número de
puertos y de barcos con banderas azules.
La Comunidad Valenciana es la comunidad autónoma de España que tiene más
banderas azules. Y en concreto, en Alicante capital las tienen las playas del
Postiguet, de San Juan, de la Albufera y del Saladar Urbanova.
En el Jurado participan además las Agencias de Naciones Unidas para el
Medio Ambiente y para el Turismo, la Federación Internacional de Salvamento y
Socorrismo, la Agencia Europea de Medio Ambiente de la UE, la Unión Europea
para la conservación de las costas, la Unión Internacional para la conservación
de la naturaleza, un experto en Educación Ambiental, la Unión Internacional
para la conservación de la naturaleza y el Consejo Internacional de
asociaciones de la industria portuaria. La condición de Bandera Azul es
concedida a las playas de más de 20 países de Europa, 4 de Oriente Próximo, 1
de Asia Oriental, 3 de África, 8 de América y 1 de Oceanía. Casi na, como diría
aquel. Ahora toca mantenerlas y ampliarlas. Que así sea.
Este artículo lo publiqué con anterioridad en mi columna de opinión del
periódico Alicante Press
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