“Miralá, míralá, míralá,
miralá, la Puerta de Alcalá” … Los cantantes Victor Manuel y Ana Belén
popularizaron esta Puerta monumental de Madrid. Como si le hiciera falta
popularidad que ya la tiene desde que se construyó pero basta que se popularice
la canción donde se es protagonista para que la gente se fije más. Y ocurrió y así ocurre.
“… De pronto me paro, alguien
me observa,/levanto la vista y me encuentro con ella/ y ahí está, ahí está, ahí
está/ viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.”
En el siglo XVI hubo otra
puerta en esta misma situación junto a la muralla de la ciudad que conectaba
con el camino hacia Aragón o hacia Francia. Fue una de las cinco puertas que
tuvo Madrid, con las de Segovia, de Guadalajara, de Toledo, de Atocha y de Bilbao.
La derribaron para construir otra puerta de mayor monumentalidad con tres arcos
adornados con lemas, armas, banderas y cornucopias. Tiene varias esculturas y
está remata con el escudo de España. Todo se hizo por mandato del Rey Carlos
III. El diseño y la obra de esta Puerta fue realizada por el arquitecto
italiano Francesco Sabatini, proyecto elegido por el Rey frente a otros de los
arquitectos españoles Ventura Rodríguez y José de Hermosilla.
Es una puerta de estilo
neoclásico, de unos 22 metros de altura con 44 de frente. Se construyó en 1778
(s. XVIII) mirando su exterior a oriente. Es el primer Arco de Triunfo construido
en Europa después de la caída del Imperio Romano.
Esta puerta está ubicada en
el centro de la rotonda de la Plaza de la Independencia en Madrid muy cerca de
la fuente de Cibeles, así como de la entrada principal de los Jardines del
Retiro.
“… Una mañana fría llegó Carlos III con aire
insigne/se quitó el sombrero muy lentamente/bajó de su caballo con voz
profunda/le dijo a su lacayo: ahí está la Puerta de Alcalá/ ahí está, ahí está
viendo pasar el tiempo/la Puerta de Alcalá./ …”
Carlos III recibió el sobrenombre de "el mejor
Alcalde es el Rey" por las muchas cosas que hizo por el
Madrid de entonces de las que hoy queda buena huella. Adoquinó las calles; creó una red de alumbrado, alcantarillado y recogida de basuras; se inició un plan de ensanche con grandes avenidas y plazas con monumentos como Cibeles y Neptuno; la Puerta de Alcalá, el Botánico, se construyeron por su empeño; por citar unos ejemplos; todo para hacer de Madrid la gran capital del Reino, que no tuviera nada que envidiar a otras capitales de Europa.
Desde 1976 es declarada por el Reino de España Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional. La
Puerta de Alcalá es uno de los iconos de la capital de España.
“… La miro de frente y me
pierdo en sus ojos,/sus arcos me vigilan, su sombra me acompaña,/no intento
esconderme, nadie la engaña,/toda la vida pasa por su mirada./Miralá, miralá,
miralá, miralá,/la Puerta de Alcalá./Miralá, miralá, miralá, miralá,/la Puerta
de Alcalá/”.
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