Nadie nunca podrá usurpar una tradición tan arraigada en una noche mágica: la venida de los Reyes Magos de
Oriente cargados de regalos para niños y adultos. Se interprete como se
interprete, ya que la imaginación es libre. Incluso nadie nunca hasta ahora ha cuestionado
como racista la Cabalgata de los Reyes Magos de Alcoy porque sus pajes vayan
todos de negro. Sólo el oportunismo y/ó la falta de información pueden haber
motivado una afirmación tan desafortunada como falsa. Pero permitan que empiece
este argumento desde el principio.
La noche de la venida de los Reyes Magos es mágica desde la adoración del niño Jesús hasta nuestros días. En la
actualidad alegran a otros niños, y no tan niños, con sus regalos ya sean un
mensaje de paz ó de regalos propiamente dichos. Esta venida se anuncia por los
pajes reales y se representa por la Cabalgata de los Reyes Magos.
La más antigua de España, y del
mundo, es la que se hace en Alcoy (Alicante) desde 1885.
Los alcoyanos, y muchos
visitantes de fuera que quieren disfrutar de esta Cabalgata, se multiplican por
las calles para gozar de sus tres actos:
·
el domingo previo al 5 de enero se realiza el primero de estos
actos llamado “Les Pastoretes” ó Las Pastorcillas: los niños y niñas de la
ciudad asisten vestidos de pastores a adorar al niño Jesús que está en un
nacimiento en la plaza de España de Alcoy;
·
el 4 de enero, víspera de la cabalgata, es “La Burreta” ó Bando
Real: consiste en recibir al Embajador Real que anuncia la llegada de Sus
Majestades los Reyes Magos de Oriente;
·
y el acto principal es la Cabalgata de los Reyes Magos de Alcoy.
Se realiza a partir de media tarde, generalmente desde las 18 h, del 5 de
enero. Con una duración de unas cuatro horas la ciudad bulle de emoción, de
alegría, con esperanza de cumplir algunos de sus sueños con los regalos que los
Reyes Magos traen de Oriente.
Participan en la Cabalgata unas
mil quinientas personas. Tiene su propia personalidad, así el rey Baltasar sale
en segundo lugar y los 400 pajes de los Reyes Magos, todos vestidos y pintados de
negro con los labios, una faja y el gorro de color rojo, disfraz que protege su
anonimato, suben a los balcones de las casas con unas escaleras para entregar
los regalos a sus habitantes.
Esta Cabalgata está declarada
Fiesta de Interés Turístico Nacional por el Ministerio de Industria, Turismo y
Comercio en el 2001, Bien de Interés Cultural por la Generalitat Valencia en
2011, y se ha solicitado su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad.
Todo esto avala la originalidad
y espectacularidad de esta Cabalgata en la que destaca, también, la espléndida coordinación
de todos sus participantes.
Pues bien, esta popularidad y
buen hacer ha sido puesta en duda por Rita Bosaho (Santa Isabel, Fernando Poo,
Guinea Ecuatorial, 1965), diputada por Alicante en el Congreso de los Diputados
de la coalición Compromís-Podemos-Es el Moment, que ha manifestado a través de
un mensaje en su cuenta de twitter que es racista que todos los pajes sean negros
y que el Ayuntamiento de Alcoy ejerce el racismo institucional. Si lo que
pretendía es buscar protagonismo, lo ha conseguido. Pero nada más, salvo mucha
indignación. Todo el pueblo de Alcoy ha levantado su voz en señal de protesta.
Y no solo de Alcoy, defendiendo esta tradición de más de 150 años que sólo
busca “disfrazar” la emoción de una noche mágica para muchos niños de esta
localidad.
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