Menudo
Sorpasso, en expresión del argot popular. Menudo, por decir algo. Sorpasso,
porque lo ha sido. Para todos, para los que se van, para los que vienen y se
estrenan en sus nuevas responsabilidades políticas.
Cuando Rajoy fue el jueves al Congreso de los Diputados lo hizo como si la moción de censura contra él y su gobierno fuera un mero trámite. Estaba tranquilo, iba preparado a un debate parlamentario convencido que sería como uno más de los que se le han dado tan bien: en estas lides del pase corto Rajoy ha demostrado muchas veces ser un artista. Estaba dispuesto a escuchar, a debatir y a pasar página cuanto antes para seguir gobernando España.
Esta moción de censura fue promovida por el PSOE después de la sentencia del Caso Gurtel en el que se condena al PP. Esto supuso un hartazgo de la oposición contra la corrupción política del partido en el Gobierno.
Cuando Rajoy fue el jueves al Congreso de los Diputados lo hizo como si la moción de censura contra él y su gobierno fuera un mero trámite. Estaba tranquilo, iba preparado a un debate parlamentario convencido que sería como uno más de los que se le han dado tan bien: en estas lides del pase corto Rajoy ha demostrado muchas veces ser un artista. Estaba dispuesto a escuchar, a debatir y a pasar página cuanto antes para seguir gobernando España.
Esta moción de censura fue promovida por el PSOE después de la sentencia del Caso Gurtel en el que se condena al PP. Esto supuso un hartazgo de la oposición contra la corrupción política del partido en el Gobierno.
Todas
las mociones de censura realizadas hasta ahora en la joven democracia española
se habían perdido. En 1980 Felipe González (PSOE) presentó una moción de
censura contra Adolfo Suárez (UCD). En 1987 fue Antonio Hernández Mancha (AP)
quien la presentó contra Felipe González (PSOE). Hace poco, en el 2017, Pablo
Iglesias presentó una moción de censura contra Mariano Rajoy (PP). Y esta
última de 2018 de Pedro Sánchez (PSOE) también contra Mariano Rajoy (PP). Todo
apuntaba a tener el mismo resultado, su rechazo. No iba a ser esta una
excepción. Parecía estar todo controlado.
Conforme
discurría la mañana del jueves los rumores presagiaban una sorpresa, un cambio
de rumbo. El objetivo era uno: todos contra Rajoy. En la presentación de
la moción de censura Pedro Sánchez manifestó que aplicará los Presupuestos
Generales del Estado propuestos por el PP, y aprobados hace unos días, haciendo
un guiño al PNV porque en ellos el País Vasco sale muy beneficiado. A su vez, los
independentistas negociaban fuera del hemiciclo con el PSOE sus condiciones
para darles su apoyo.
Todo iba muy deprisa...
Cuando
desde el PNV manifestaron que darían su voto favorable a la moción de censura, Rajoy
no podía creérselo. Si les habían apoyado a ellos hacía unos días – comentó - para
aprobar los Presupuestos Generales del Estado, sólo pendientes de aprobarlos en
el Senado donde el PP tiene mayoría absoluta. Decepcionado, derrotado, Rajoy no
fue al Congreso de los Diputados por la tarde mientras se seguía debatiendo la
moción de censura. La pasó en un conocido restaurante de Madrid intentando dar
respuestas a todo esto, reivindicando la lealtad y el compromiso que suponía tenía
de Aitor Esteban, portavoz del PNV. Rajoy y sus compañeros de mesa se
plantearon todo aunque se rindieron ante la evidencia, convencidos que – al
perder la moción de censura - desde la oposición pueden fortalecerse esperando
que fracase el Gobierno socialista ante el apoyo conseguido por parte de fuerzas
políticas parlamentarias tan dispares.
Cuando
Jose María Aznar ganó las elecciones de 1996 por la mínima, Felipe González
estaba convencido que su Gobierno sería breve porque Aznar no sería capaz de
negociar con Pujol. Se equivocó y Aznar gobernó ocho años. ¿Y si se repite
ahora la historia, pero en sentido contrario?. Por cierto, Aznar superó su
Investidura apoyada por los partidos nacionalistas.
Hay
una cuestión que preocupa y mucho a la opinión pública: ¿realmente qué ha
pasado para este cambio inesperado de Gobierno?. Mucho ha pesado la
comunicación entre los nacionalistas: PNV-PeDeCAT-ERC y sus posteriores
negociaciones con el PSOE. ¿A qué precio?. Mucho se especula sobre estas
conversaciones, así como la propuesta socialista para que España se convierta
en un Estado Federal compuesto por cuatro territorios: Galicia, País Vasco,
Cataluña (incluyendo a Aragón, Comunidad Valenciana y Baleares) y España (incluyendo
a Madrid, Castilla La Mancha, Castilla y León, Murcia, Andalucía y
Extremadura). Pronto sabremos la realidad y el fondo de todo esto.
Finalmente
se produjo un cambio de gobierno después de la votación favorable a la moción
de censura contra el Gobierno del PP en la que Pedro Sánchez es ya el nuevo Presidente
de Gobierno. Cuando usted lea este escrito el Sr. Sánchez habrá o estará a
punto de jurar ó prometer su cargo ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela como
el nuevo Presidente del Gobierno de España.
De
todo esto hay una lectura, la victoria de la democracia. La moción de censura
está regulada en la Constitución española de 1978. No hay trampa ni cartón.
Este artículo se ha publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.
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