En la inmensidad de la mar se distingue un puntito luminoso, un yate con el motor averiado a la deriva, a merced de la tempestad. A bordo, un matrimonio con dos hijos adolescentes amantes de la aventura.
Cada vez que una ola barre la cubierta de proa a
popa arrastra todo lo que encuentra a su paso. Los tripulantes del yate, con
sus chalecos salvavidas, permanecen aferrados a lo que pueden y está al alcance
de su mano.
Una serie de grandes olas embisten el casco y hacen
zozobrar esta embarcación de recreo, cada vez más escorada. Sus miradas son
expresiones de miedo, de no saber qué hacer. Deciden no abandonar el yate
mientras esté a flote.
Un gran ruido es el aviso que la embarcación empieza
a hundirse por la proa, una vía de agua bajo la línea de flotación es la causa.
Los gritos de pánico de sus ocupantes es su voz de alarma. Saltan a la mar y,
con esfuerzo, suben a una balsa neumática, que previamente habían lanzado al
mar, con la que van separándose del yate del que ya sólo tiene parte de la popa
fuera del agua.
La balsa es un juguete para las olas y el viento
con cada golpe del mar. Es agotador mantenerse a flote pero se aferran a
la vida ante cualquier circunstancia. Reciben con gritos una embestida. Cuando
consideran que es el final, se raja la cubierta de la balsa. Aparece una
persona de Salvamento Marítimo. Su casco, sus guantes, su indumentaria, les
parece un espejismo. Les pregunta gritando si están bien. Muy cerca, el
helicóptero sobrevuela por encima de sus cabezas. La maniobra de rescate no va
a ser fácil. Tienen que darse prisa. Hace mucho viento y las grandes olas
amenazan su supervivencia ....
Es sorprendente la cantidad de acciones que
realiza Salvamento Marítimo a lo largo de un año en el litoral español. Los
datos de su última Memoria (2017) son impresionantes: rescataron, asistieron ó
buscaron a 36.079 personas (una media de 99 al día); coordinaron la búsqueda de
1.211 pateras y rescatado a 18.937 inmigrantes irregulares; controlaron a 145.189
buques desde 20 centros de coordinación; vigilaron contra la contaminación con
sus aeronaves y satélites más de 127 millones de km2 de mar, superficie
equivalente a 251 veces la superficie del territorio nacional. Todo a través de
1.580 profesionales, 11 helicópteros, 73 embarcaciones marítimas, 3 aviones y 6
bases logísticas. En 2017 se vieron implicados en incidentes marítimos 2.470
embarcaciones de recreo, 490 pesqueros y 381 buques mercantes.
La
misión de Salvamento y Seguridad Marítima es proteger la vida en la mar a
través de la prestación de servicio para la búsqueda, rescate y salvamento
marítimo; el control y ayuda del tráfico marítimo; la prevención y lucha contra
la contaminación del medio marino; la seguridad marítima, remolques y
asistencia a buques; y acciones complementarias a todas ellas.
…
Y si, los tripulantes del yate mencionado fueron rescatados de la mar por Salvamento
Marítimo y llevados a tierra en el helicóptero. Profesionales que arriesgaron
sus vidas para salvar las suyas y volver todos a casa sanos y salvos. Un final
feliz para su aventura marinera de la que recordarán siempre y de la que seguro
aprendieron mucho. Su mayor lección, salvar la vida gracias a su pericia y la
oportuna aparición de unos héroes de Salvamento Marítimo. Un buen trabajo y un gran
equipo de Salvamento Marítimo que salvan vidas.
Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.
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