Muchas veces se ha dicho que
los españoles somos solidarios. La solidaridad es un sentimiento que nos mueve
a dar sin esperar nada a cambio, se ha de compartir, necesariamente tiene que
emprender acciones solidarias, son hechos que se han de hacer de forma colectiva,
todo al servicio de los demás.
Hay tanto por hacer que
abruman los objetivos solidarios. En el mundo. Incluso en nuestro país, en
barrios de muchos pueblos y ciudades de España. Que no lo veamos ó que no se
quiera que se vea no significa que no existan.
El pasado jueves 1 de febrero
todos los clubes rotarios de Alicante, denominados (por orden alfabético)
Alicante, Alicante Centro, Alicante Costa Blanca, Alicante Lucentum y Alicante
Puerto, compartieron su emblema con la sociedad – con la instalación de una
escultura metálica al aire libre – acompañada a sus pies de una placa cuya
leyenda manifiesta que Rotary está en Alicante desde 1930. En una de sus calles
más transitadas, la avenida Loring frente a la nueva estación de autobuses.
Para los rotarios este acto de la instalación de la rueda rotaria es un gesto
de agradecimiento hacia esa sociedad que se ha sensibilizado con ellos para
emprender multitud de acciones solidarias, también de humildad por todo lo que
se ha hecho y de lo que todavía queda por hacer. Su lema es “dar de sí sin
pensar en sí”.
Los rotarios son personas dispuestas
a solucionar problemas, se reúnen con otros líderes para intercambiar ideas y
pasar a la acción en el ámbito local ó internacional para generar cambios
duraderos que hagan de este un mundo mejor. Sus causas a nivel mundial son el
fomento de la paz y la prevención y resolución de conflictos, la prevención y
tratamiento de enfermedades, el suministro de agua y saneamiento, la mejora de
la atención médica materno-infantil, el apoyo a la educación básica y
alfabetización, así como el desarrollo de las economías locales, cuyos
proyectos de envergadura se emprenden a través de la Fundación Rotaria. Con un
proyecto solidario estrella: la erradicación de la polio en el mundo, un empeño
que Rotary inició en 1985 y que desde entonces 2.500 millones de niños han sido
vacunados contra la polio en un esfuerzo económico y humano extraordinarios.
Rotary y sus aliados han reducido los casos de polio en un 99,9% en todo el
mundo.
En Alicante hay proyectos solidarios
que ya son emblemáticos en la ciudad como el denominado “Super Niños” a favor
de niños hospitalizados en la sección de oncología infantil del hospital
general de Alicante y las familias que les acompañan (RCACB); el proyecto
“Camino” cuyos beneficiarios son los adolescentes de la casa de acogida San
Gabriel (Rotaract Club Alicante); el proyecto “Room For Change” para la
creación del primer cambiador de adultos en España a instalar en Alicante
(RCAL); un taller de costura en la cárcel de Foncalent para facilitar las
posibilidades de reinserción social y laboral de mujeres tras el cumplimiento
de sus penas (RCA); los “microcréditos” para financiar a través de los llamados
préstamos al honor con un tipo de interés del 0% proyectos de autoempleo
promovidos por emprendedores ó pymes para el establecimiento, ampliación ó
consolidación de pequeñas empresas (RCAP); el proyecto “Guitarras en la
escuela” para la integración a través de la música de adolescentes en riesgo de
exclusión social (RCACB); …
Un largo etcétera de acciones
solidarias donde prima el servicio con ocasión de servir a los demás. Ya lo
decía la Madre Teresa de Calcuta: “si no se vive para los demás, la vida carece
de sentido”, porque “el verdadero poder es el servicio” en palabras del Papa
Francisco.
Este artículo ha sido
publicado con anterioridad en mi columna de opinión de periódico Alicante
Press.
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