En este mundo actual donde la rivalidad está a la orden del día, el talento y el éxito están mal considerados por aquellos contagiados de uno de los siete pecados capitales: la envidia.
La envidia, los celos,
aparecen en las personas que tienen un complejo de inferioridad. La envidia
tiene efectos perniciosos en muchas personas porque les conduce a la
difamación, la calumnia, la alegría perversa del mal ajeno, el odio, etc. Quien
es envidioso y ejerce como tal no es leal, se pierde buena parte de los valores
que hacen respetable a una persona.
Diversos escritores que nos
han ido contando escenas de ficción, incluso de la realidad, a lo largo de los
siglos, alguna vez han narrado un perfil donde la envidia es un rasgo característico
de un personaje, de una manera de actuar, de una forma de hacer.
Camilo José Cela dijo una vez
que “la envidia es, a veces, la muleta tras la que se guarecen los necios”.
Duro alegato.
Pero ¿qué es la envidia?. “¡La
envidia!. Esta, esta es la terrible plaga de nuestras sociedades; esta es la
íntima gangrena del alma española. ¿No fue acaso un español, Quevedo, el que
escribió aquella terrible frase de que la envidia está flaca porque muerde y no
come?”. Así la definió Unamuno en “La envidia hispánica (1909).
D. Miguel de Unamuno es a aún
más crítico cuando dice en boca de Joaquín Monegro, el protagonista de su obra
“Abel Sánchez”, que “¿Por qué he sido tan envidioso, tan malo?. ¿Qué hice para
ser así?. ¿Qué leche mamé?. ¿Era un bebedizo de odio?. ¿Ha sido un bebedizo de
sangre?. ¿Por qué nací en tierra de odios?. En tierra en que el precepto parece
ser: “Odia a tu prójimo como a ti mismo”. ¿Porque he vivido odiándome?”.
Mientras escribo estas líneas
me vienen a la memoria algunas personas con este perfil envidioso. Si algún día
leen este escrito seguro que se sentirán identificadas y, quizá, sólo quizá, su
reflejo del alma en el espejo les haga reflexionar. Por su bien. Como escribió
Cervantes “donde reina la envidia no puede vivir la virtud”. Pues eso.
Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi Columna del periódico "Alicante Press". Este es su enlace .
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