Monasterio de El Escorial

Cuando el rey  Felipe II ideó construir el Monasterio de El Escorial manifestó que todo tenía que tener armonía entre la razón y la fe, la cultura y la religión. Entre otras razones, fue promovida su construcción para conmemorar su victoria en la batalla de San Quintín  el 10 de agosto de 1557, festividad de San Lorenzo. Pensado inicialmente como Panteón Real, posteriormente le fueron añadiendo nuevas funciones como la de Palacio Real, centro de cultura, seminario de estudios, talleres de oficios, hospedería y hospital.

Es necesario aquí citar unas fechas como la del día de la colocación de su primera piedra, el 23 de abril de 1563; en 1571 se instalan los monjes de la Comunidad Jerónima en la parte construida en ese momento; en 1574 se inicia la Basílica; el 13 de septiembre de 1584 se inicia la Biblioteca; …

Ocupa una superficie de 33.327 m2 sobre la ladera meridional del Monte Abantos, a 1.028 m. de altura, en la Sierra de Guadarrama, en la población de San Lorenzo de El Escorial (España). Las medidas del rectángulo de la planta son de 735x580 “pies castellanos”, es decir, 205x162 metros. La altura total del punto más elevado de la cruz tomada con respecto al pavimento de la iglesia de es de 95 metros. La planta definitiva del edificio, con sólo cuatro torres en las esquinas y el Palacio Real haciendo de “mango”, recuerda la forma de una parrilla.

Es una de las más singulares arquitecturas renacentistas de España y de Europa. Su primer arquitecto fue Juan Bautista de Toledo. Después Juan de Herrera desde la muerte del primero.

El Monasterio del Escorial es un edificio colosal para la devoción y exaltamiento de la Monarquía Española de la Casa de Austria. De la de Borbón después. Pero es también un edificio que recoge la personalidad y austeridad del rey Felipe II que lo ideó.

Mucha historia guardan sus muros, también multitud de representaciones de artes plásticas: esculturas, pinturas, como Luca Cambiaso, El Bosco, Tiziano, El Greco, Durero, Cellini, Leoni, … Pergaminos, libros, importantes documentos religiosos, llenan los anaqueles de su biblioteca. El Escorial fue un refugio de los artistas de la Europa Católica y un extraordinario centro cultural.

Recorriendo sus muros nos encontraremos con el Palacio Real de Felipe II ó Palacio de los Austrias. Construido en dos pisos alrededor del presbiterio de la Basílica y entorno al Patio de Mascarones. Tiene el mismo esquema arquitectónico del Palacio de Carlos V en el Monasterio de Yuste. Antes de las habitaciones reales hay otras dependencias como el Salón de Embajadores ó la “Casa del Rey”.; la Basílica es el centro desde el que nacen todas las demás dependencias del conjunto;

la Sala de Batallas, junto a los aposentos reales. En sus muros se muestran pinturas al fresco de algunas de las batallas más importantes ganadas por los ejércitos españoles. Es una gran galería de 60x6 metros, con 8 metros de altura; la Cripta ó  Panteón Real donde reposan algunos de los Reyes y Reinas de la Historia de España; la Escalera principal, sigue la tradición española de construir una escalera imperial con un tramo principal dividido en dos a los lados a partir de la primera meseta; Salas Capitulares, donde los monjes del Monasterio celebraban sus capítulos, confesiones mutuas para mantener la pureza de la congregación. Desde la época de Velázquez, que participó en su decoración, alberga importantes pinturas como “La última cena” de Tiziano ó “El Martirio de San Sebastián” de Van Dyck; la Biblioteca, en la que Felipe II donó sus códices de poesía, enriqueciéndola con la adquisición de otras bibliotecas de España y de Europa. Tiene más de 40.000 volúmenes de extraordinario valor.

El 2 de noviembre de 1984 el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco le concedió el título de Patrimonio de la Humanidad al “Escorial, Monasterio y Sitio Real”.

Texto y fotos de Pascual Rosser Limiñana, autor de este blog.