Un sitio privilegiado para divisar lo que se llama el “circo de El Escorial”, desde una peña, con unos asientos esculpidos en un canchal de granito. Cuenta la leyenda que aquí venía el rey Felipe II a ver la evolución de la construcción del Real Monasterio de El Escorial que se construyó durante los años 1563-1584. Otros cuentan que es un altar prerromano dedicado al Marte indígena.
Me gusta más la leyenda popular que ha pasado de padres a hijos que manifiesta que fue la “Silla de Felipe II” y así queda.
Es cierto que desde aquí son espectaculares las vistas de El Escorial y de todo el bosque de La Herrería que hay a nuestros pies, más con este dorado de los colores de otoño. Melojos ó rebollos, arces de Montpelier, cerezos silvestres, tilos, castaños, … , son su población arbórea.
La “Silla de Felipe II” está situado dentro del espacio natural protegido del Paraje pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería , a menos de 3 kms de San Lorenzo de El Escorial, en la falda septentrional de la Machota Alta (1.466 m de altitud) perteneciente a la Sierra de Guadarrama. Lugar apropiado para visitar en familia, con amigos, sea la estación del año que sea.
La naturaleza que rodea a esta “Silla de Felipe II”, las rocas que casi son esculturas, los árboles de diferentes especies, las raíces que se arrastran por el suelo enseñando su rostro para volver a esconderse tierra adentro, las hojas con su canción susurrada con el aire de la mañana, bellos rincones donde bien vale pasar unas horas, respirar aire puro y llenar la mente de nuevas energías para el quehacer cotidiano.
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