¿Por qué se le hace una Ofrenda Nacional al apóstol Santiago cada 25 de julio?

Cada 25 de julio, festividad de Santiago Patrón de España, desde que así lo instituyera el Rey Felipe IV (1643), se hace una Ofrenda Nacional al apóstol en la Catedral de Santiago de Compostela por el Monarca o por persona que él designe (este año la Ofrenda se ha hecho en la iglesia de San Martiño Pinario). El primero oferente fue Martín de Redín, Capitán General de Galicia y Gran Prior de Navarra. El primer Rey en hacer personalmente la Ofrenda al apóstol fue Alfonso XII (1877). Y en año jubilar, el primero en hacerlo fue el Rey Alfonso XIII (1909).

Ahora es el Rey Felipe VI quien hacen la Ofrenda al apóstol. En su ausencia, el Rey designa a una persona que lo sustituya que suele ser una alta autoridad del Estado, de la Comunidad Autónoma gallega ó de la ciudad. Este año 2020, ha sido el Rey Felipe VI el que ha hecho la Ofrenda.

La Ofrenda es una invocación al apóstol Santiago. Es una súplica, una petición, que se hace al apóstol, reivindicando su protección. Su origen está en la Batalla de Clavijo cuando el Rey Ramiro I de Asturias guerreaba contra los musulmanes e invocó la ayuda del apóstol Santiago. El santo se apareció en la batalla, montado en su caballo blanco, y esta se ganó siendo un gran triunfo de Ramiro I sobre Abderramán II.

Actualmente, se invoca al apóstol Santiago en cada misa del peregrino previa petición en la Oficina del Peregrino. Y se hace una Ofrenda Nacional una vez al año por el Rey de España.

Felipe VI ha manifestado hoy palabras entrañables dirigidas al Apóstol y, a través de él, al pueblo español. Entre ellas ha dicho que: 

"Con la mirada puesta en la celebración del Año Santo en 2021, cumplimos hoy con una tradición que trae consigo muchos recuerdos de nuestra historia. Con ella viajan a través del tiempo inquietudes y esperanzas que los Reyes o sus delegados pusieron a los pies del Apóstol Santiago. 

El arraigo de las tradiciones como ésta se debe a que han sido forjadas por los pueblos. Son necesarias porque suponen un anclaje en el transcurrir del tiempo, ofrecen perspectiva a nuestros problemas, elevan el espíritu y fortalecen la unidad. La ofrenda nos recuerda, en efecto, que todos somos peregrinos recorriendo un Camino, con etapas, alegrías, contrariedades y, finalmente, metas. La historia ni empieza ni acaba en nuestro tiempo". 

Seguidamente, el Rey se refirió a las dificultades que nos encontramos en el camino y, en concreto, las provocadas por el covid-19. 

"Las dificultades que afrontamos tienen formulaciones propias y, sin embrago, no son inéditas. Antes de nosotros, los hombres y mujeres que nos precedieron sufrieron desazón y en ocasiones perdieron la fe en el logro de sus objetivos. La prueba inequívoca de que no se rindieron ante las adversidades la tenemos en el país que nos han legado, compuesto por una sociedad con voluntad, capacidad y con carácter para dar respuesta a los desafíos. 

La crisis sanitaria provocada por el Covid-19 deja miles de víctimas cuyo recuerdo debe acompañarnos siempre, y también situaciones angustiosas por el confinamiento. Junto a ellas, el impagable sacrificio de ciudadanos en las todas las esferas de actividad, que combinaron la entrega sin límites con una profesionalidad extraordinaria. 

El Rey llama a un esfuerzo colectivo para superar esta crisis, afirmando que "El conjunto de los españoles estamos llamados a un esfuerzo común, similar al que se produjo en otras encrucijadas de nuestra historia. Nada mejor que evocar al Apóstol Santiago para entender esa necesidad, dado que su memoria logró que una tierra considerada el fin del mundo se convirtiera en el principio de la unidad de España y de Europa. 

La gesta jacobea nos enseña que son las ideas de fraternidad y unidad las que mejor determinan el espíritu de los pueblos, moviéndolos hacia grandes logros. Hoy ese logro consiste en ser capaces de aminorar el impacto de la crisis, sin merma de la solidaridad entre personas y territorios que los españoles consagramos en nuestra Constitución. 

La última prueba de esa solidaridad se dio precisamente en los tramos más agudos de la pandemia, cuando España actuó al unísono y españoles geográficamente distantes se sintieron unidos en una causa común, en una lucha compartida. 

No estaremos solos en esta misión. El proyecto europeo, que tiene una de sus más antiguas cunas en el Camino de Santiago, cubre hoy una etapa trascendental en la que no cabe la fragmentación. La Unión Europea es sin duda la construcción política, soical y económica más importante de la historia no sólo por sus logros materiales, sino sobre todo por la preservación de los valores democráticos consustanciales con la dignidad humana". 

Finalmente, resaltó el papel de servicio de la Corona española con el pueblo español.  "La vocación y el deber de la Corona es ser punto de encuentro que permita recorrer unidos y en libertad el Camino por el que discurre nuestra historia". 

Y terminó diciendo "Así, le pedimos al Santo Patrón de España que siga siempre a nuestro lado inspirándonos y protegiéndonos".

Discurso completo, en este enlace