Zubizuri ó el puente de Calatrava en Bilbao une las dos orillas de la ría del Nervión: el Campo de Volantín (Castaños) en el margen derecho con Urbitarte (el ensanche) en su margen izquierdo.
No puede negar que su diseño
es marca Santiago Calatrava por su arco, por su color blanco, por su
vanguardismo. Se ha convertido en otro icono de la ciudad. Del estilo universal
de Calatrava para estas estructuras con parecidos con otros puentes como el de
Valencia ó el de Sevilla y otros muchos distribuidos por el mundo. Con personalidad propia.
Este puente es peatonal,
donde está prohibido el paso de vehículos a motor. En su inicio el suelo de
cristal traslúcido se hacía resbaladizo con la lluvia, situación atmosférica
muy común en Bilbao. Era necesario un cambio porque los resbalones eran la anécdota
común de un día lluvioso si cruzabas la ría por este puente. La solución la
encontraron forrando el suelo con moqueta antideslizante atornillada en los
laterales. No deja de ser curioso pero el suelo no resbala cuando se moja.
Las obras comenzaron en 1990
y se inauguró el 30 de mayo de 1997. Tiene 75 m de longitud y 15 m de altura,
con un ancho que oscila entre 6,5 y 7,5 m y sus materiales originales son de
metal y cristal. El diseño es un arco inclinado en un ángulo de 80º con
respecto a la horizontal, con forma de parábola distorsionada, que une las dos
orillas con acceso por rampas y escaleras. La estructura peatonal se sostiene
por 39 cables de hierro.
Para unos la estructura asemeja
a un barco con una gran vela, para otros asemeja la columna vertebral de un
pez. Para gustos no hay nada escrito pero la verdad es que es un bello puente
que se adapta muy bien al protagonismo con que fue construido: el uso peatonal
para cruzar a cada lado de las orillas de la ría por este paso.
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