Hoy
el mundo tiene ante sí un hecho trascendental, erradicar la polio para siempre.
Cuando esto ocurra, nunca antes se habrá logrado semejante logro desde que
existe la OMS (Organización Mundial de la Salud): erradicar una enfermedad contagiosa.
Esto sólo será quizá comparable con la hazaña del alicantino Dr. Balmis y la
erradicación de la viruela con el empeño de un Rey, Carlos IV, quien apoyó y promovió
la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna a América y Filipinas para
conseguir este hito sanitario.
La polio es una enfermedad contagiosa que se suele ensañar con niños menores de 5 años, ataca al sistema nervioso, afecta a las extremidades inferiores, puede producir parálisis en las piernas e incluso la muerte. No tiene cura, en cambio sí se puede prevenir y evitar mediante una vacuna.
La polio es una enfermedad contagiosa que se suele ensañar con niños menores de 5 años, ataca al sistema nervioso, afecta a las extremidades inferiores, puede producir parálisis en las piernas e incluso la muerte. No tiene cura, en cambio sí se puede prevenir y evitar mediante una vacuna.
En
España ya no hay polio, pero la hubo; se erradicó en los años 70, pero quedan
sus secuelas en muchas personas que viven con problemas de movilidad.
El empeño de erradicar la polio lo inició Rotary Internacional a partir de 1979 en Filipinas cuando se vacunaron a 6 millones de niños para evitar el contagio de la polio que hacía estragos en esas islas.
El empeño de erradicar la polio lo inició Rotary Internacional a partir de 1979 en Filipinas cuando se vacunaron a 6 millones de niños para evitar el contagio de la polio que hacía estragos en esas islas.
La
lucha contra esta enfermedad tiene dos nombres propios que merecen el
reconocimiento mundial: el Dr. Sabin, descubridor de la vacuna oral de la
polio; y el Dr. Carlos Canseco, Presidente de Rotary Internacional en 1984,
quien asumió el desafío y la implicación para hacer vacunaciones masivas a
todos los niños de un país. En 1985 Rotary Internacional inició la campaña
Polio Plus en el mundo con este fin, siendo la mayor iniciativa internacional
del sector privado en el campo de la salud pública.
Años
después, en 1988 cuando los contagios de la polio habían disminuido
notablemente, se sumaron a Rotary Internacional otras organizaciones
internacionales como la OMS, Unicef y el Centro de Control de Enfermedades de
EEUU, así como Fundaciones y Asociaciones de diversos países, para colaborar
todos juntos en la lucha contra esta enfermedad a nivel mundial. Todos a una
contra la polio.
En
esos años se registraban 350.000 casos de polio anuales en 125 países. Actualmente,
sólo se han detectado casos de polio en tres países: Afganistán y Paquistán,
con 6 y 5 casos respectivamente. Rotary y sus aliados han vacunado contra la
polio a más de 2.500 millones de niños en todo el mundo. Rotary es la mayor organización de voluntarios
a nivel mundial, fomentando el compañerismo, la tolerancia, la solidaridad y la
paz en acciones al servicio de los demás.
El
24 de octubre es el Día Mundial de la Polio. Rotary nos llama la atención a
todos y aprovecha la celebración de este día para reivindicar la implicación de
la sociedad para acabar con esta enfermedad para siempre. Que así sea.
Este
artículo se ha publicado con anterioridad en mi columna de opinión del
periódico Alicante Press
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