Este año la hoguera oficial 2024 del artista Pedro Espadero
tiene por título “Leyendas de Alicante”.
Son muchas, cada población de la provincia tiene las suyas. Unas, son
las que tocan el corazón, otras describen un drama o acontecimientos del lugar,
pero todas dejan huella entre la ciudadanía.
La Hoguera Oficial recoge la de la Cara del Moro del Castillo
Santa Bárbara, de la l´Encantá de Rojales, el Cantó de Elche, la de San Jordi
de Alcoy, la de el misterioso viaje y aparición de la virgen de Aigues, sobre
el lobo marino de la isla de Tabarca, sobre San Nicolás, …
Es un recordatorio de lo antiguo sobre lo moderno, no todo en
las Hogueras ha de ser modernidad como dijo Luís Barcala en su bienvenida a
estas fiestas. Estas leyendas han sobrevivido al paso del tiempo de generación
en generación, primero de forma oral, después también de forma escrita. Y así
ha de seguir siendo.
Este monumento fogueril está construida “con un estilo
ochentero, con el que comencé en la construcción de hogueras y que es el que
más éxitos me ha dado”, según me dijo el propio Pedro Espadero el día de su
plantá, con ese recuerdo a las leyendas de la provincia, pero también al inicio
de estas fiestas cuando José María Py las ingenió en 1928.
Es alta, aunque sin superar los 20 metros de altura según
normativa, “con un remate atrevido que a nadie deja indiferente”, según
Espadero. Seis caballos blancos, de pan de oro, son la base de un remate
coronado por un esqueleto de madera de 15 metros de diámetro.
Dos toneladas de madera componen su estructura y demás
elementos, el doble que la del año pasado.
Según Espadero cuando el fuego purificador la devore en la madrugada del
24 al 25 de junio, lo hará de una forma lenta y limpia, sin el humo que
producen los materiales menos tradicionales como el corcho blanco o el
plástico.
El presupuesto inicial de la Hoguera Oficial es de 118.500 eu
y el de la Hoguera Oficial Infantil de 25.000 eu.
La Hoguera Oficial Infantil de Sergio Gómez tiene por título
“Llum d´Alacant”, refiriéndose a la luz inmaculada de Alicante que ha sido y es
fuente de inspiración de artistas a lo largo de los siglos.
Entre la multitud de ninots y figuras muestran la alegría y
hospitalidad del pueblo alicantino que parece que bailan, que juegan, y se
divierten, hay un arco iris que une los dos castillos que tiene la ciudad, el
de Santa Bárbara y el de San Fernando.
Disfruten de estas imágenes que aún tienen vida. El fuego
purificador que espanta a los malos espíritus, a lo malo, las convertirá en
cenizas, antesala de unas nuevas Hogueras para el año que viene, que estas
fiestas no tienen fin, se renuevan cada año con más brío si cabe que el año
anterior.
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