Cuando la guía turística que nos acompañó en autobús del
aeropuerto al centro de Hamburgo en una visita panorámica dijo que esta es una
ciudad anfibia, me despertó la curiosidad. ¿Por qué anfibia? La respuesta la
descubriríamos enseguida, además de por sus explicaciones. Se la considera así por
su estrecha relación con el agua porque está construida rodeada de ríos,
canales, lagos, y uno de los puertos más importantes de Europa, el tercero más
grande nada menos.
Para demostrárnoslo, nos llevó a ver Hamburgo desde un punto
de vista singular, en un crucero atravesando algunos de sus canales y su puerto.
A babor y a estribor vimos navegando grandes
almacenes de ladrillo rojo por el distrito de Speicherstadt donde se ha
almacenado casi de todo, destacando el café que, traído de América,
distribuyeron por el mundo. Pasamos cerca de iconos fotográficos de la ciudad,
de esos de los que turistas como nosotros hacen multitud de fotografías para
compartirlas luego donde se nos antoje porque merece la pena contarlo y hacer
que otros disfruten de estas imágenes.
Navegamos también por su inmenso puerto, por el comercial y
por el de transporte de mercancías donde destacan las altas grúas y los grandes
mercantes cargados de contenedores.
Desde la cubierta de este barco vemos edificios singulares
como el auditorio de la filarmónica (Elbphilarmonie), destacando su cúpula que recuerda
las olas del mar. Embarcaciones de todo
tipo son protagonistas de los muelles del puerto, muchos de ellos museos flotantes
donde cuentan las peripecias y aventuras de su barco y tripulación allende los
mares.
Permita unos datos de Hamburgo que da buena cuenta de su
relación con el agua. Conecta con el mar del Norte por el río Elba. Además de
este, su característica geografía está condicionada por las aguas de los ríos
Alster y Bille. Tiene ¡¡¡más de 2.400 puentes!!! En el centro de la ciudad hay
dos grandes lagos, aunque uno más pequeño que el otro. En el chico, un alto geiser
lanza agua hacia arriba que cae luego por la gravedad. Este lo recorren embarcaciones
con pasajeros, es el más turístico. El grande es un extraordinario campo de
regatas para el remo, la vela y la travesía a nado. En el está prohibida la
navegación a motor salvo por pequeñas embarcaciones que dan servicio a los
diferentes clubes náuticos que hay en sus orillas.
A Hamburgo le llaman la Venecia del norte. Multitud de
canales recorren la ciudad y muchos de ellos son navegables siempre que lo
permita la marea. Los edificios colindan con el río reflejándose su fábrica
sobre la lámina de agua. Hay cafeterías
que flotan con sus terrazas, como si de un muelle se tratara, para estar más
cerca del agua. Mientras tomas una cerveza, un vino o un café, el tiempo corre
sosegado en un ambiente tranquilo y relajante.
A Hamburgo le han asignado otros calificativos. Por su
historia, se la considera Ciudad Libre Imperial y fue pieza clave de la
poderosa liga Hanseática.
Es una ciudad-estado a diferencia de la mayoría de las
ciudades alemanas, por lo que tiene su propio gobierno y forma parte de uno de
los Estados Federados de Alemania. Esta distinción le otorga una mayor
autonomía y una identidad única dentro del país. Su bello ayuntamiento alberga
el gobierno local y el federal.
También se denomina a Hamburgo como la ciudad más británica
de Alemania debido a su historia. Durante siglos Hamburgo ha mantenido
estrechos lazos comerciales con el Reino Unido, que ha influido en aspectos de
su vida cotidiana como la cultura o la arquitectura. Además, Hamburgo alberga una comunidad
británica considerable y es un destino ideal para los expatriados británicos.
Con todo esto, y mucho más que no tiene directamente nada que ver con el agua, Hamburgo es un destino atractivo para disfrutar de todo lo que ofrece a sus visitantes.
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