domingo, 31 de mayo de 2020

Pedro Sánchez no es Charles De Gaulle



Desde hace poco más de un mes, Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno español, manifiesta en sus discursos que la lucha contra el coronavirus es una batalla sin cuartel que venceremos juntos. Usa términos belicistas para reafirmar su mensaje.  No es original, ni tampoco el primero en afirmarse de esta manera. Fue Emmanuel Macron, Presidente de Francia, en manifestarse así por primera vez y, desde entonces, Pedro Sánchez lo emula y lo exagera desde la proclamación del estado de alarma en España. Su propuesta - y la de todos - es “combatir” el covid-19. Pero va más lejos imitando gestos y actitudes, incluso frases enteras, de líderes extranjeros. Ya sabemos que eso de plagiar - presuntamente, claro - se le da muy bien. Pero, además, todo tiene un por qué, no es por casualidad.

 

Frases como “Todos y cada uno de los actores de la sociedad tenemos una misión específica en esta batalla”, “El enemigo no está a las puertas, penetró ya hace tiempo en la ciudad”, “Viviremos momentos muy duros en la lucha contra la pandemia”, “Contamos con la voluntad de la mayoría de los ciudadanos para vencer en esta batalla”, “La amenaza del coronavirus nos está poniendo a prueba” .“Debemos combatir simultáneamente en el frente sanitario y en el económico y social”, “Nos adentramos en una fase crucial en la lucha contra el coronavirus”. Ya ven, frases para todos los gustos.

 

Pedro Sánchez busca en sus discursos un efecto positivo, una frase llamativa que despierte simpatía en nuestras conciencias, con cierto contenido emocional. Como la que dijo en la prórroga del estado de alarma el pasado 6 de abril al manifestar que “debemos pasar del qué pueden hacer los demás por mí al qué puedo hacer yo por los demás”. Buena frase, pero ¿les suena, quien la dijo antes?. Efectivamente, la dijo - muy parecida - nada menos que John F. Kennedy el día de su investidura como Presidente de los EEUU el 20 de enero de 1961 cuando manifestó que “no te preocupe qué puede hacer tu país por tí, pregúntate que puedes hacer tu por tu país”. Igualitas, no hay duda.

 

Pedro Sánchez también emula a Churchill en muchas de sus frases y cuando manifiesta que “unidos resistiremos a los golpes de la pandemia y jamás nos rendiremos. Y venceremos” (17 marzo 2020). Recuerda mucho aquella arenga que hizo ese líder inglés después de la evacuación de su ejército en Dunkerque huyendo de las tropas alemanas en la II Guerra Mundial: “Defenderemos nuestra isla a cualquier precio, batallaremos en las playas, guerrearemos en los aeródromos, lucharemos en los campos y en las calles, nos batiremos en las colinas. Y nunca nos rendiremos” (4 junio 1940).

 

Alguno me dirá entonces qué ocurrencia la mía, cómo comparo a Pedro Sánchez con el General De Gaulle primero porque el primero es civil y el segundo fue militar. Pero no soy yo el que le busca similitudes, sino que lo hace el equipo de comunicación del entorno más directo del actual Presidente del Gobierno de España, con Iván Redondo a la cabeza. Sin decirlo, pero buscando evidencias entre uno y otro líder. Ya verán, ahora se lo cuento.

 

El General De Gaulle se erigió como portavoz del pueblo francés cuando Francia se rindió a los alemanes en la II Guerra Mundial. De Gaulle se presentó en Londres frente a Churchill y los aliados como la persona en la que confiar para liderar a los franceses en la lucha contra Hitler y su ejército. Y para ello, De Gaulle eligió la radio de la BBC para comunicarse “con su pueblo” (18 y 22 de junio de 1940) y anunciar la próxima liberación de Francia de los nazis. Fueron mensajes motivadores en los que no había dudas, ese día - aunque no sabía cuándo sería - estaba cerca para liberar Francia y devolver la libertad a los franceses. De Gaulle se convirtió en la voz de la resistencia, aunque ya existente antes de sus mensajes, y de la conciencia y la esperanza de muchos franceses. Con sus mensajes estaba más cerca el final de la tiranía nazi en Francia.

 

Los mensajes de Pedro Sánchez desde la Moncloa pretender ser la voz del pueblo contra la tiranía del coronavirus. Todo muy medido. Aunque son discursos largos, muchas veces mitineros, la mayoría de las ocasiones sin contenido y sin novedades destacables. Me recuerdan los largos discursos de Fidel Castro, dictador comunista cubano. ¿Se acuerdan?.

 

Pedro Sánchez no transmite emoción en sus palabras, no despierta un sentimiento de unidad, de ir juntos donde haga falta para luchar con ese enemigo invisible y tan dañino como es el coromavirus. Pedro Sánchez no genera en los españoles ese sentimiento motivador y esperanzador que produjo De Gaulle en los franceses ó Churchill en los ingleses. Al contrario, provoca incertidumbre porque no genera confianza y mucho de lo que dice en esos discursos es corregido después por sus ministros, por la redacción de las Órdenes Ministeriales ó los Decreto Ley.

 

Sorprende porque es lo que a los españoles nos hubiera gustado escuchar, sean de la ideología que sean. Un mensaje de un líder que sume para ir todos unidos contra el covid-19. Y no, Pedro Sánchez no transmite ese sentimiento, que va.

 

Este artículo se publicó con anterioridad en mi columna de opinión en Tu Tribuna on line el 5 de mayo de 2020.  

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