El
carillón de Salzburgo y otras similitudes con España. A
miles de kilómetros una de la otra, ¿es
posible?. Pues ya verán. Pronto sabrán a qué
me refiero, no se impacienten.
Salzburgo es una preciosa ciudad austriaca donde se respira, se
escucha y se ve todo lo que tiene que ver con Wolfgang Amadeus Mozart y, por supuesto, con su música. Mozart nació allí el 27
de enero de 1756. Y eso - se puede decir sin descubrir
ningún secreto - que esta ciudad y el Príncipe
Arzobispo de su época, que era quien ostentaba
el poder en esa localidad, no lo trataron bien y
Mozart tuvo que emigrar a Viena. Casos parecidos
pasaron en España según cambiaba la moda o las costumbres principalmente de la
Corte: Farinelli es un ejemplo, claro que
volvió a su tierra rico y con una pensión vitalicia después de servir a
los reyes Felipe V, Luís I, Fernando VI y Carlos III. No se fue de vacío, como
se diría ahora. No son los únicos ejemplos, hay otros.
Ya saben que para gustos no hay nada escrito.
De los Austrias mayores, Carlos I, es el rey que relaciona la
Monarquía Española con los Habsburgo. ¿Se acuerdan de Felipe el Hermoso, ese que casó con Juana
de Castilla, hija de los Reyes Católicos (mal llamada Juana la loca)?. Fue el
padre de Carlos I, y este fue Archiduque de
Austria, así como Emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico.
Salzburgo
vela por el medio ambiente, el propio y el ajeno. Rodeado por un entorno
envidiable de vegetación, ríos, lagos, montañas, que cuidan como oro en paño,
tienen una preocupación manifiesta con el cambio climático. Todos los años se
organiza en esta ciudad el Salzburg Global Seminar, fundado por ex estudiantes
de Harvard que desde hace 70 años organizan este Seminario en relación con la sostenibilidad
y el medio ambiente. Es el Davos del medio ambiente, en el que España ha estado
representada por autoridades municipales como el Alcalde de Pontevedra en la
última edición. Hace unos días en Madrid, el rey Felipe VI presidió en el
Senado la celebración del Centenario de los Parques Nacionales de España. Desde
los dos primeros, el de los Picos de Europa y el de Ordesa y Monte Perdido, en
estos cien años se protegen 15 enclaves naturales. España fue el primer país
del mundo que tuvo una Ley para la protección de Parques Naturales, aprobada
durante el reinado de Alfonso XIII, y dos años después (1918) se declararon los
dos primeros parques mencionados. España fue pionera en Europa en cuanto a la
protección de la naturaleza.
Y ¿qué
pasa con el carillón?. No se apuren, que todo llega. Este carrillón está dentro
del casco antiguo de Salzburgo que es Patrimonio Mundial de la Unesco (PMU)
desde 1996. Pero hay más, el nombre de Salzburgo viene del recurso natural que
la hizo rica: la sal, con minas aún activas en la actualidad. España tiene PMU
como la Alhambra de Granada, la Catedral de Burgos, Santiago de Compostela,
etc. En España también hubo y siguen activas explotaciones de sal en el
interior como las Salinas de Imon (Sigüenza).
Seguimos
… El carillón de Salzburgo y el de San Lorenzo de El Escorial lo construyó el
mismo arquitecto. Toma ya, no se lo esperaban. Pues sí. Para el de Salzburgo se
llevaron las campanas desde Amberes (s. XVII). Se puede disfrutar de su sonido
a las 7, 11 y 18 horas con melodías de Mozart. Avisan de cuando debe ser el
desayuno, la comida y la cena. El de San Lorenzo del Escorial fue construido en
el s. XVII en los Países Bajos para el Real Sitio de El Escorial, Monasterio y
Palacio Real ideado por el rey Felipe II. Los carillones se componen de varias
campanas hasta un número de 25 colocadas y afinadas para interpretar melodías.
Estos se escuchan cada cuarto de hora durante el día e interpretan estribillos.
En días señalados interpretan piezas más importantes. Estas campanas se
perdieron en un incendio de 1671. Tanto echaban de menos su sonido que el rey
Carlos II hizo construir otro carillón por un maestro fundidor que se había
formado en los Países Bajos.
La
historia de España es historia de Reyes y Reinas. Es nuestro destino y nuestra
virtud. Nuestra historia está llena de grandes acontecimientos liderados por un
rey ó por una reina ó por ambos. Hemos tenido reyes muy buenos y otros menos
buenos. Pero ya se sabe que el ser humano no es perfecto, qué aburrido sería en
caso contrario.
Y
nosotros sin creernos lo que somos, un país admirado por todo el mundo y
vilipendiado por algunos de los vecinos de dentro que sólo buscan su propio
beneficio con excusas nacionalistas.
Todo
lo aquí contado es consecuencia de una frase de Inmaculada, una excelente guía
turística, que nos contó hace unos días en Salzburgo la similitud mencionada
con ambos carillones. Y dándole vueltas a la cabeza ya ven hasta donde ha
llegado ese comentario: a algunas de las similitudes citadas que nos hacen
estar más cerca de Salzburgo de lo que imaginábamos.
Este artículo se ha publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.
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