miércoles, 28 de diciembre de 2016

Juan Carlos I, hasta ahora el mejor rey de España

En noviembre, los colores dorados de otoño vistieron de oro los alrededores del Palacio Real de Madrid. Un gran acontecimiento iba a producirse ese día, tan grande que cambió la historia de España y sería el primer paso para un cambio de régimen, para el tránsito pacífico de la Dictadura a la democracia.





Hace 41 años, el  22 de noviembre de 1975 se proclamó a D. Juan Carlos de Borbón y Borbón como rey de España.  Reinaría con el nombre de Juan Carlos I. Fue un acontecimiento de repercusión mundial que hizo de España objeto de todas las miradas como país en una encrucijada: ser un estado totalitario contra viento y marea o convertirse en un Estado democrático mediante una Monarquía Parlamentaria. Y para esto último España tenía un nuevo líder para dirigir esa nueva travesía: SM el rey D. Juan Carlos.

Desde el principio SM el rey D. Juan Carlos tuvo un propósito claro y determinante: ser el rey de todos los españoles, objetivo este que fue la obsesión de su padre, D. Juan, Conde de Barcelona, y su abuelo el rey Alfonso XIII. Para esto tendría que renunciar a ser un rey absoluto cediendo casi todos sus poderes para pasar a ser una Monarquía Parlamentaria con una democracia con todos los partidos legalizados, fuesen de izquierdas o derechas. Así lo manifestó José María Ansón, Presidente fundador de La Razón, al decir que “Don Juan Carlos fue el motor del cambio. Recibió todos los poderes de la Dictadura y supo renunciar a ellos para que el pueblo pudiera ejercer la plena soberanía”.  Felipe González, Presidente del Gobierno de España con el PSOE, también manifestó algo similar cuando dijo que “A veces se pierde de vista que el Rey Juan Carlos recibió la totalidad de los poderes, era un Rey absoluto. según las pautas del régimen anterior. Sin embargo no ejerció como tal”. Insisto en este hecho trascendental porque a veces se olvida: SM el rey D. Juan Carlos I era rey absoluto, renunció a esto, y acertó en el pronóstico de lo que la sociedad española quería después de la muerte de Franco: democracia.



No fue un camino fácil, D. Juan Carlos tuvo multitud de obstáculos por aquellos que querían una Monarquía dictatorial. Tampoco lo tuvo fácil con la izquierda clandestina. Ni con los varios golpes de estado fracasados, destacando sobre  todo su convicción democrática en la noche del 23 de febrero de 1981. Su fuerza de espíritu, su convicción en los valores democráticos dentro de una Monarquía parlamentaria, la elección de un equipo de afines con las ideas claras, el  asesoramiento de quienes sabían cómo emprender la reforma política “de la ley a la ley a través de la ley”, los contactos internacionales, su ingenio, su talento, su liderazgo en aquellos años convulsos, hizo posible tener una reforma política en 1976 después de aprobada en referéndum y unas elecciones generales en 1977 con una nueva Constitución aprobada por el pueblo español en 1978. ¡¡¡ Tan sólo tres años después de su proclamación como rey de España !!!. En los anales de la historia sonarán nombres de políticos de ese periodo como el de Torcuato Fernández Miranda, Fraga Iribarne, Adolfo Suárez, Santiago Carrillo y Felipe González, y muchas otras personas anónimas que también se jugaron el tipo para traer la democracia a España con esta Monarquía, héroes todos de una historia colectiva que dio unos resultados extraordinarios de convivencia pacífica en lo que se ha denominado la Transición Española,  modelo a seguir por naciones en procesos de cambio de régimen. 





Resaltar que este proceso se hizo de forma pacífica. Es importante destacar también este hecho. No fue un trauma para nadie. Incluso se hizo con cierta delicadeza con el entorno de Franco. No hubo revanchismo, ni se permitió que la nueva clase política se ensañara con los líderes del régimen anterior. En SM el Rey D. Juan Carlos pesó siempre su objetivo de ser Rey de todos los españoles. Por este resultado pacífico mencionado, hubo en 1980 un movimiento internacional para proponer a D. Juan Carlos como Premio Nobel de la paz y fue aprobado como candidato por el Comité Nobel del parlamento noruego. Sí le dieron el prestigioso Premio Carlo Magno, entre otros.



Con sus 39 años del reinado, afirmo que SM el rey Don Juan Carlos, es para mí, hasta ahora, el mejor rey que ha tenido la historia de España. Se suma así, además, a mi lista de Reyes admirados: Jaime I, Alfonso X, los Reyes Católicos, Felipe II, Carlos III, Alfonso XIII, Felipe VI, .... Un rey que consiguió el cariño del pueblo español incluso en momentos críticos de su reinado cuando su vida privada trascendió a lo público. Un rey con un prestigio internacional impresionante. Un rey que ha demostrado que la Monarquía es útil y necesaria en un país como el español. Un rey árbitro de la vida política. Un rey que fue el mejor embajador de España, mediando codo con codo con el gobierno en acuerdos internacionales, activando contactos con altos dignatarios internacionales en momentos decisivos para España.





Es elocuente cómo define el oficio de Rey, el propio D. Juan Carlos: “Para un político, el oficio de Rey es una vocación, ya que le gusta el poder Para un hijo de Rey, como yo, es otro asunto distinto. No se trata de saber si me gusta ó no me gusta. Nací para ello. Y desde la infancia, mis  maestros me han enseñado a hacer también cosas que no me gustan. En casa de los Borbones, ser Rey es un oficio”. No fue un camino de rosas. Ha sido y es una vida de sacrificios desde que lo montaron con 10 años en un tren en Lisboa para estudiar en España dejándolo todo detrás  ... Aunque también ha sido y es una vida con muchas satisfacciones.





Hoy, como rey emérito, admiro su discreción para no quitar protagonismo a su hijo SM el rey D. Felipe VI, también por sus gestos y su amor por España, siempre al servicio de todos los españoles.




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