¿Se acuerda de Theseus?. Era uno de los barcos
fondeados en la bahía de Alicante que arribaron a estas costas para ver desde
el mar el eclipse de sol del 28 de mayo de 1900.
Este barco era inglés y para
ese extraordinario episodio de la naturaleza fondeó frente a la costa de Santa
Pola. A bordo había astrónomos interesados y curiosos, junto a una tripulación
temerosa y supersticiosa que poca gracia le hacía ese eclipse tan lejos de casa
a principio de siglo.
Para calmar sus inquietudes y
sus penas, el capitán de este buque inglés les permitió bajar a tierra por
turnos embarcados en chinchorros o pequeñas lanchas que los llevaran a puerto.
Estos grupos eran numerosos, así lo prefería, para evitar su disgusto a bordo,
un motín o que se contagiaran de esa apatía propia de la marinería cuando está
en desacuerdo, que haría más difícil las maniobras de su embarcación.
En tierra disfrutaron de la
hospitalidad de los santapoleros, salvando la diferencia de idioma y de cultura,
así como de la gastronomía, de las extensas playas y de sus aguas cristalinas.
En una de esas playas se
distraían correteando de aquí para allá y jugando unos contra otros formando
dos equipos. Lo hacían corriendo detrás de una pelota con el objetivo de marcar
gol de la portería contraria. Los parroquianos miraban curiosos. Ante la buena
camaradería generada entre la tripulación del Theseus y los santopoleros, los
primeros retaron a los segundos. Jugaban con ventaja, los de aquí no habían
jugado nunca, los ingleses lo habían hecho en reiteradas ocasiones. Piense cuál
fue el resultado final de este partido, es fácil imaginárselo.
El fútbol se inventó en
Inglaterra. Allá por 1869. Este fue el año de la fundación de la Asociación
Inglesa del Fútbol, fecha que se considera el origen de este deporte. Aunque
muchos lo relacionan con 1863 cuando en Londres se escribieron las reglas del
fútbol.
Aún hay ecos de la gran
victoria que España realizó contra Inglaterra en la final de la Eurocopa. Esta
vez dos equipos enfrentados sin ventajas el uno sobre el otro. En el palco de
autoridades el rey Felipe VI brincó de alegría con los goles de España junto
con su hija la Infanta Sofía. La cara del Príncipe de Gales y su hijo
sujetándose la cara con sus dos manos era todo un poema, una mirada de sorpresa
y de desolación con el segundo gol de España que le dio la victoria.
Durante las celebraciones de
los jugadores de la Selección en Madrid se cantaron muchos cánticos que
tarareaban los allí asistentes, eran pegadizos … Como cuando entonaron esa
frase que tantos ríos de tienta ha levantado: “Gibraltar, español”. Hasta el
alcalde de Madrid se sumó a este cántico y reivindicación.
Hace unos años el exministro Margallo dijo en una conferencia en Alicante que cuando el Reino Unido se saliera de Europa, esta no iba a permitir una colonia en su territorio. Pues eso debería ocurrir, España ha cedido mucho con el Reino Unido para que los gibraltareños la vean con buenos ojos, pero ya toca que se incorpore al Reino de España con su singularidad y derechos. Actualmente los gobiernos del Reino Unido y de España están negociando para un nuevo concierto y condiciones de vecindad. Si tuviéramos un Gobierno con arrojo podría marcarse la solución de este problema. Claro, si tuviéramos un Gobierno fuerte …
Esta crónica se publicó con anterioridad en el periódico Alicante Plaza con el título "¿Se acuerda de Theseus?" el 22 de julio de 2024, reproducido aquí con una ligera modificación en el primer párrafo.
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