“Extraordinario fondeo en la isla de Tabarca con rotary
mariners de diferentes partes de España y Venezuela. Un encuentro marinero
internacional organizado por la International Yaching Fellowship of Rotarian
South East of Spain (IYFRSESP) del que fui su Comodoro fundador. Un gran honor
entonces, una gran satisfacción ahora después de más de una década al ver que
es tan bien liderado por José Barbera su actual Comodoro. Un encuentro
inolvidable”. Esto es lo que puse en mi muro de Facebook y en mi cuenta de
Instagram después de este gran día (27 de julio de 2024).
La isla de Tabarca forma parte del término municipal de
Alicante. Es conocida por su belleza natural, aguas cristalinas, reserva
marina, una historia singular y un pueblo amurallado.
La isla de Tabarca tiene una historia fascinante. Fue
antiguamente un refugio de piratas berberiscos en el siglo XVIII, hasta que el
rey Carlos III ordenó la construcción de un pueblo fortificado para proteger a
los habitantes de la zona de los ataques. Este pueblo fortificado es el núcleo
principal de la isla y todavía se pueden ver sus murallas, tres de sus puertas
y edificaciones históricas. Hoy en día, Tabarca es un lugar turístico popular
donde se puede disfrutar de la naturaleza, la historia y la gastronomía local. Un
enclave extraordinario para pasar un día entrañable entre amigos.
Nosotros acudimos a la llamada de IYFRSESP. Esta organización
es una agrupación rotaria compuesta originariamente por rotarios, o cónyuge o
pareja de rotario, de diferentes clubes rotarios que se unen por un interés o
pasatiempo común. En este caso, la navegación por el mar y aguas interiores, y
todo lo que tiene que ver con ese mundo. Cada dos años se nombra un nuevo
Comodoro que lidera esta organización cuya base es fomentar el compañerismo y
la amistad con ocasión de servir a los demás. Actualmente las agrupaciones
rotarias pueden tener también socios no rotarios con esta misma afición.
Con una organización extraordinaria cada embarcación tenía su
pack para la comida donde predominaban los frutos del mar comprados en la
Cofradía de Pescadores de Santa Pola. La quisquilla y la gamba blanca estaban
extraordinarias, sin olvidarnos de la mojama y las navajas.
Todo se sumó para pasar un día inolvidable y juntarnos diferentes personas, algunas con las nos vemos menos por vivir en ciudades distintas. Esta es una oportunidad para unir lazos de amistad entre los asistentes en un entorno singular disfrutando de las aguas de la isla de Tabarca. Volveremos.
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