Los vecinos de toda población
que esté coronado por un castillo dicen que es el mejor porque es el suyo y bien
que harán porque – casi sin darse cuenta - así defienden sus raíces y parte de
su historia. Y una de las señas de identidad de su localidad.
Pero no todos los castillos
son iguales, ni todos tiene el mismo origen, ni la misma historia. El castillo
de Banyeres de Mariola es singular. Por muchas cosas, ya verá, sin menospreciar
a otros, incluso cercanos como el de Biar, que también tiene su particularidad.
Este castillo es una joya
patrimonial que tiene su origen en el siglo XII. Es una construcción almohade
de planta poligonal edificada en el Tossal del Águila, montículo que domina la
población de Banyeres. Los almohades la llamaron Berniches, los cristianos Biñeres
después de la conquista de esta localidad por el rey Jaime I de Aragón en 1248.
Derivó en Bañeres en castellano y Banyeres en valenciano y este último es ya su
nombre oficial.
No fueron pocos los nobles
que regentaron sus dominios desde sus murallas. Por citar a uno, lo haré con el
primero. Después de la reconquista, toda la plaza fue encomendada a Jofré de
Raixa y a su esposa Jaimenta.
El castillo de Banyeres está
a 830 metros sobre el nivel del mar. Su municipio es el más elevado de la
provincia de Alicante, está en la comarca de L´Alcoiá, y es la puerta de entrada
del Parque Natural de la Sierra Mariola.
Tiene una torre del homenaje altísima,
construida con piedras pequeñas, cal, arena y agua. Desde sus almenas se ven
los límites de cuatro provincias: Albacete, Murcia, Alicante y Valencia, nada
menos. No hay duda de que está situado en un lugar muy estratégico, en un cruce
de caminos, emplazamiento ambicionado por muchos.
Participó en varias batallas,
pero quizá la más importante fue durante la Guerra de Sucesión en España. Los habitantes
de Banyeres y de su castillo se declararon partidarios de Felipe de Anjou,
aspirante a la corona española. Por esto, el castillo se convirtió en enclave
fundamental de las batallas que se desarrollaron en sus alrededores. Particularmente,
recibió 20 ataques y 3 sitios, resistiendo con coraje con el mando del Capitán
Raimundo de Casamayor. El 14 de noviembre de 1706 recibió el ataque de 4.000
austracistas al mando de Juan Manuel Noroña con la intención de rendir la plaza
y su castillo. No lo consiguió. Muy cerca ocurrió la importante Batalla de
Almansa el 25 de abril de 1707 en la que las tropas borbónicas derrotaron a las
del archiduque Carlos de Austria, también aspirante al trono de España.
Terminada la contienda, esta
defensa de la causa borbónica fue premiada por su vencedor, Felipe V, quien
otorgó a Banyeres el título de “Muy Noble y Leal”, además de otros privilegios
como la exención proporcional de los impuestos del Reino de Valencia que le
correspondían al rey: cincuenta mil doblones de oro. Casi nada, una cantidad
considerable que ayudó al desarrollo de esta localidad y sus alrededores.
Merece la pena visitarlo, ver
sus defensas, el Museo de la Fiesta de Moros y Cristianos que hay en el
interior de la torre del Homenaje, disfrutar de sus vistas, de la estatua de San
Jorge – patrón de Banyeres – ubicada a sus pies, …
Mi última visita fue el pasado 1 de abril durante el III Press Trip Anfitriones 2023 de la Asociación Alicantina de Periodistas y Escritores de Turismo de la que soy uno de sus socios.
Muy pronto volveré a Banyeres de Mariola, a segur maravilleándome de sus encantos.
Enlaces de interés:
Datos y contacto sobre el Castillo de Banyeres de Mariola
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