En otoño la naturaleza se
viste de oro. Y de cobre, ocres y tonos tirando a dorado que hacen del paisaje imágenes
muy bellos que me llenan de energía y me encantan. No se lo voy a negar.
Todos los años subimos a la
montaña desde la orilla del Mediterráneo en Alicante donde vivimos para buscar
esos enclaves, rincones y recovecos, bosques y umbrías de gran belleza.
Desde lejos se ven estos
árboles dorados destacar entre pinos y encinas, abriéndose paso por las copas
de los árboles buscando el cielo, la luz y su protagonismo porque son minoría.
Y vaya si lo encuentran.
Esta mañana dominical visitamos lo que llaman L´Horteta del Pobre dentro del área recreativa que hay
junto al Preventorio de Alcoy. Todo el conjunto es espectacular, como verá en
las fotos.
En la parte más alta del área
recreativa nace un manantial. De un caño de amplia boca sale un chorro potente de
agua cristalina y fría. Su agua se canaliza a una balsa desde la que
antiguamente se facilitaba el riego a las huertas más cercanas, por eso su
nombre. Actualmente, con esta agua se llenan las piscinas de El Preventori.
Un panel nos informa que la
zona está domina por árboles de alto porte como chopos, plátanos y pinos, cuya
sombra, unida a la presencia permanente de agua, crea un hábitat ideal para
insectos como las libélulas y para vertebrados como los anfibios. A veces, se escucha
el croar de un sapo corredor que casi siempre no se deja ver. Otras veces, lo
que puedes ver es a los sapos o ranas comunes, son menos desconfiadas.
En todo el recorrido desde el
Preventori hasta la fuente hay mesas y asientos de piedra para pasar largos
ratos sentado o de picnic debajo de arboleda tan singular en esta época del
año. Se puede ir en otras, pero en otoño es extraordinario. Si comes allí, lo
que no se puede hacer es fuego, enemigo número uno de estos montes.
Desde la fuente o caño del
agua parten dos senderos que suben a la ermita de San Cristóbal arriba en la
cúspide situada junto a una gran cruz metálica. Por el que se pasa por un
pequeño puente, subiendo a la derecha, el sendero es el de los miradores de
solana. Las vistas de Alcoy son impresionantes. Por el otro lado, a la
izquierda, hay otro sendero que suba e la ermita, mucho más sencillo que el
anterior. En seguida de tomarlo, hay una zona de escalada.
Por unas cosas o por otras,
es una zona ideal para el sosiego donde escuchar los sonidos de la naturaleza,
el rumor de las hojas cuando son movidas por el viento, el sonido de los
pajarillos que corretean por el suelo o que nos miran curiosos desde las ramas
de los árboles.
Para lo sencillo, puede ir
con niños. Para lo complicado, senderismo o montaña, depende de cada uno y de
su capacidad física. Nosotros subimos otro día a la ermita por la izquierda,
algún día se lo contaré en este blog.
Fotos y visita realizada el 29 de octubre de 2023.
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