Una nueva zona verde suma a
las ya existentes en la ciudad de Alicante y amplía el Parque del Mar. Es notorio
por su situación, por los muchos metros cuadrados que se añaden a ese parque,
por la recuperación de patrimonio histórico de la guerra civil, por sus
fuentes, sus miradores, sus pequeñas colinas, por las láminas de agua reciclada
que recorren el parque y se añaden a la ya existente de su lago. En una ciudad
que siempre ha buscado recursos para consumir agua potable para sus vecinos,
que en sus parques destaque el agua, es una buena noticia.
En la primera fase se inauguraron
35.000 metros cuadrados en 2010 con una inversión de un millón de euros. Esta
segunda fase, inaugurada el 3 de noviembre de 2021, suma otros 20.000 metros
cuadrados con una inversión de 1,5 millones de euros.
Es una iniciativa de la
Autoridad Portuaria de Alicante para favorecer su integración en la ciudad, evitando
el choque de sus instalaciones con el casco urbano de la ciudad. Es un parque
del puerto que se hace con la intención que dependa del Ayuntamiento de
Alicante para su uso y mantenimiento.
La entrada principal está en
uno de los laterales de Casa Mediterráneo, la más cercana al puerto. Una vez
dentro, nos la bienvenida una fuente, unos chorros que salen de la tierra. Refresca
el ambiente. El agua de los chorros sube y baja y revolotea, produciendo una
agradable musicalidad. Hay otras entradas laterales.
Unas acequias llevan agua
reciclada como si se tratase del antaño sistema de riego de la huerta alicantina.
Muy poco después vemos la joya de este parque por su curiosidad. Un bunker y
nido de ametralladoras de la guerra civil española frente a una lámina de agua.
Le sorprenderá que esté tan lejos del mar pero cuando se construyó, para vigilar
posibles incursiones enemigas, no lo estaba tanto. Entonces, ¿Qué ha pasado?. Es
cierto que cuando se construyó este bunker estaba muy cerca de la orilla del
mar. Posteriormente, después de terminada la guerra, el puerto ganó terreno al
mar, por eso este está mucho más lejos de lo que estuvo antes. Frente al bunker
hay un mirador desde donde se ve este, la ciudad y al fondo el castillo Santa
Bárbara. Siempre presente, para algo es nuestra seña de identidad.
Después del bunker el paseo
conecta con la primera fase del parque. Es fácil ver la conexión porque los
árboles ya son frondosos y dan sombra, porque las laderas de las pequeñas
colinas tienen un césped abundante. Y porque el pequeño lago que se construyó inicialmente
allí sigue, con su pequeña cascada.
Todo el parque puede caminarse por una senda. Si la haces entera como si se tratara de una ruta circular, el recorrido suma unos cuatro kilómetros en total. Es sencillo, para todas las edades. Le invito a que lo recorra, también tiene rincones donde sentarse en un banco, dejar correr el tiempo sin prisas, con el sosiego necesario para hacer más saludable la vida cotidiana.
Las fotos están hechas el 13 de febrero de 2022
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