Una noche de sábado, como muchas otras. Un grupo de amigos. De toda la vida. En un restaurante de Barcelona, el de siempre cuando cenan juntos. Ellas, ellos, hablando de sus cosas, de la vida cotidiana, de los hijos. Y de política. Lo que nunca había sido un problema, de lo que siempre habían hablado con naturalidad. Hoy ya no es lo mismo.
Uno comenta las importantes elecciones autonómicas de Cataluña, otro dice que plebiscitarias, uno pregunta “¿independentista tú?”; el otro responde: “¿españolista tú?”; “antes éramos todos españoles, ahora sólo unos pocos queréis ser sólo catalanes”; “¿sólo unos pocos, no viste que llenamos la Diagonal?”; sí, en un ambiente festivo, si explicarais bien los pros y los contras, lo mucho que pierde Cataluña si inicia esta aventura independentista …”; “¿aventura, no escuchas el clamor de la calle?”; “esa calle no sabe las consecuencias de esta locura: salirnos de Europa, de la OTAN, de todas las organizaciones internacionales donde está metida España; se irán de Catalana empresas tan importantes como la Caixa, Planeta, etc, por la inseguridad financiera, que el Barcelona C.F. no juegue la liga española y tenga que jugar contra el Manresa, el Lleida, …”;
Uno comenta las importantes elecciones autonómicas de Cataluña, otro dice que plebiscitarias, uno pregunta “¿independentista tú?”; el otro responde: “¿españolista tú?”; “antes éramos todos españoles, ahora sólo unos pocos queréis ser sólo catalanes”; “¿sólo unos pocos, no viste que llenamos la Diagonal?”; sí, en un ambiente festivo, si explicarais bien los pros y los contras, lo mucho que pierde Cataluña si inicia esta aventura independentista …”; “¿aventura, no escuchas el clamor de la calle?”; “esa calle no sabe las consecuencias de esta locura: salirnos de Europa, de la OTAN, de todas las organizaciones internacionales donde está metida España; se irán de Catalana empresas tan importantes como la Caixa, Planeta, etc, por la inseguridad financiera, que el Barcelona C.F. no juegue la liga española y tenga que jugar contra el Manresa, el Lleida, …”;
“al Barça no lo metas en esto”; “lo habéis metido en esto vosotros, el deporte nunca hay que politizarlo. Si te sales de España, te sales de todas sus organizaciones”; … La conversación va subiendo de tono y de intensidad. Algunos intentan apaciguar, otros se encolerizan más hasta el punto que llaman la atención de otros comensales del restaurante que se involucran en la conversación opinando de las dos maneras. Se monta tal algarabía que aparecen los Mossos de Escuadra y tienen que desalojar el restaurante …
Esto que relato es un hecho real. Me preocupa mucho esta fractura social. Entre amigos de toda la vida. Entre padres a hijos. Entre compañeros de trabajo. Mas ha tenido la habilidad de aparcar los problemas de Cataluña: el paro, la deuda catalana duplicada en los últimos años, la corrupción, la mala gestión de los recursos en la sanidad, etc, despertando un sentimiento independentista entre los catalanes. El, quien hace unos años manifestó que ese sentimiento era trasnochado y que no conduce a nada. En menudo lío ha metido a los catalanes y a toda España. ¿Un sabio ó un loco?. Yo tengo mi respuesta. Cada uno que responda la suya según su criterio.
Esto que relato es un hecho real. Me preocupa mucho esta fractura social. Entre amigos de toda la vida. Entre padres a hijos. Entre compañeros de trabajo. Mas ha tenido la habilidad de aparcar los problemas de Cataluña: el paro, la deuda catalana duplicada en los últimos años, la corrupción, la mala gestión de los recursos en la sanidad, etc, despertando un sentimiento independentista entre los catalanes. El, quien hace unos años manifestó que ese sentimiento era trasnochado y que no conduce a nada. En menudo lío ha metido a los catalanes y a toda España. ¿Un sabio ó un loco?. Yo tengo mi respuesta. Cada uno que responda la suya según su criterio.
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