En las últimas semanas se
están llevando a cabo en Alicante diversos homenajes a una persona de excepción,
como el organizado por la Real Liga Naval Española. El homenajeado es un
servidor público, un militar de carrera, una persona implicada en su profesión
que no tiene horarios para poder estar siempre al servicio de los demás. Me
refiero a Juan Bosco Montero Prado, Subdelegado de Defensa, que muy pronto
emprenderá un nuevo destino: su retiro. Le ha llegado la hora de la jubilación,
pero se irá cargado de proyectos, inquieto que es él, quizá escriba un libro
sobre su experiencia profesional. Ojalá, será muy interesante. Pero, sobre
todo, podrá estar más con su familia y dedicarles mucho más tiempo a sus nietas
del que pudo dedicar a sus hijas por sus destinos en el extranjero.
Coronel de Infantería de
Marina, pertenece a ese cuerpo armado legendario que está muy cerca de cumplir
los quinientos años – la creó el Rey Carlos I en 1537 -. Es la infantería más
antigua del mundo. El Imperio español tenía que defender muchos territorios por
tierra y por mar, y este ejército cumplió su papel con valentía y con garra
llenando multitud de pasajes gloriosos de la historia de España. Algunos de
ellos teniendo al puerto de Alicante como lugar de partida allende los mares
para conquistar nuevas tierras, para defender las ya conquistadas además de las
propias. Como cuando se hicieron los preparativos para lo que sería después la
batalla de Lepanto. Uno de sus participantes volvió al puerto alicantino con un
tesoro: una copia del sudario de Jesús que Don Juan de Austria guardaba como
oro en paño para que le protegiera de sus enemigos, que se guarda en el
Convento del Santo Sepulcro en Alcoy; o cuando Blas de Lezo partió desde aquí a
la conquista de Orán; o cuando buenos marinos partieron para participar en la
batalla de Trafalgar. Siempre
guerreando, ya ve. Los tiempos han cambiado, ahora los ejércitos españoles
ayudan a otros a defender sus fronteras porque las nuestras están más
tranquilas. Sin olvidarnos, y mirar de reojo, a nuestros presuntos enemigos del
sur.
Militares como Juan Bosco
están hechos de una pasta especial. Su profesión exige vocación e imprime
carácter, así se dice en el Concepto de Liderazgo en la Armada. E incluye
determinados valores cuyos principales son la integridad, lealtad, disciplina,
responsabilidad o sentido del deber, valor y compañerismo. Dicen ellos que se
les prepara para responder favorablemente en las peores situaciones.
Escuchar a Juan Bosco hablar de
sus misiones en el extranjero, arriesgando su vida junto con sus compañeros de
destino por cumplir su misión, pone los pelos de punta. Como cuando estuvo en
medio del fuego cruzado entre bandos contrarios en Bosnia. Las películas
bélicas ayudan a imaginar ese escenario de guerra. Cuando nos lo cuenta, nos
tiene atentos como fieles alumnos con su maestro. En Bosnia iban con boina o
casco azul como milicia de la ONU para preservar la paz, para evitar que se
mataran entre hermanos facciones rivales, pero eso no impidió estar en medio del
conflicto. Pero cumplieron su misión. Los españoles dejaron un buen recuerdo de
su labor en esas tierras.
Juan Bosco ha estado en otros
destinos, no menos complicados. Así, en el Líbano, en Haití después de su
devastador terremoto, en Congo, en EEUU, …
En Alicante ha liderado la
Subdelegación de Defensa durante varios años con ahínco, con determinación,
abriendo las puertas al público para conocer mejor sus instalaciones. Antiguo
hospital militar, y oficina de Filiaciones Básicas donde se preparaban los
sorteos para el servicio militar, ahora es la Subdelegación de Defensa. Ha sido iniciativa suya hacer allí un museo en
los pasillos de su planta baja que dan al patio de armas o claustro del antiguo
hospital en donde se exponen maniquís con los uniformes de los ejércitos
españoles, armada y sanidad militar, maquetas, fotografías, y todo lo que tenía
que ver con el sorteo para hacer la mili. Recorrerlo trae a tu memoria un
montón de recuerdos sobre el servicio militar, sobre la evolución de los
uniformes donde cada vez prima más la seguridad y las necesidades de destino, ...
Este museo es el broche de
oro del paso de Juan Bosco Montero Prado por Alicante. Ha dejado una profunda
huella por su saber estar y desarrollo de su labor. Lo recordaremos siempre,
aquí tiene su casa.
Esta crónica fue publicada en mi columna de opinión del periódico Alicante Plaza el 11 de marzo de 2024 con el título "Homenaje en Alicante a un guardián de la paz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario