Hace unos días asistí a la
inauguración de la rehabilitación de la casa natalicia del marino Jorge Juan y
Santacilia en la finca El Fondonet en Novelda gracias a la generosidad de la
familia Cort, propietaria de este inmueble. Invitado por su alcalde, Fran
Martínez, fue un gran honor y una extraordinaria oportunidad vivir este
Homenaje a Jorge Juan en el que se desarrolló un desfile militar de la Armada española,
la participación de la Patrulla Águila del Ejército del Aire, una exposición
temporal, entre otros actos. Recibí esa invitación – nominativa, personal e
intransferible - ya sabe cómo funcionan estas cosas, con la que estoy muy
agradecido. Usted sabe de mis inquietudes marineras, además de como Delegado de
la Real Liga Naval Española en la provincia de Alicante, y de mi interés en
reivindicar - con mis escritos - a Jorge Juan y a otros marinos ilustres de
nuestra historia relacionados con Alicante.
Hay muchos motivos para considerar
a Jorge Juan como el sabio español. Fue tantas cosas y dio tantos éxitos al servicio
de su Rey y de España en cuestiones de ciencia, espionaje, investigación, astronomía,
construcción naval, diplomacia, que es justo recordarlo así en el 250
aniversario de su fallecimiento, el 21 de junio de 1773.
Jorge Juan nació en El Fondonet el 5 de enero de 1713, hijo de Bernardo Juan y Canicia y de Violante Santacilia y Soler de Cornellá, ambos de la nobleza local de Alicante y Elche respectivamente. Fue bautizado el 9 de enero de ese año en la iglesia de Monforte del Cid, población que – entonces - pertenecía al término municipal de Alicante.
La finca El Fondonet la
adquirió su abuelo Cipriano Juan de Vergara. Tiene una gran casa solariega con una
planta baja para el servicio, almacenes, almazara, bodega, …; la de arriba para
los propietarios, y la superior con la cambra para acopio de mercancías En su
entorno, había campos de secano donde destacaban las vides.
Los padres de Jorge Juan
tenían también una casa en la plaza del Mar, cerca del actual ayuntamiento de
Alicante y del puerto. El ambiente portuario, el ir y venir de pasajeros,
mercancías y marinos, los buques en los muelles o fondeados en la bahía,
también despertó el interés de Jorge Juan. No sabía entonces que el mar sería
parte de su gran aventura de la vida.
Las salas de altos techos fueron
los espacios por los que pronto Jorge empezó a corretear movido por su inquietud,
no podía estarse quieto. Observador, con una mente muy despierta, su curiosidad
ya apuntaba maneras. Los porqués para todo llegaron antes de hora, nunca estaba
del todo conforme con las respuestas, quería saber más. Y este interés despertó
la atención de sus mayores. En sus distracciones, los juguetes de madera y de
hojalata le ayudaban a desarrollar su imaginación. Algunos de ellos, soldados y
cañones, su padre era Capitán de Artillería.
Pero no todo iban a ser
juegos, tenía que formarse y elegir su porvenir. Desde los tres años se quedó
huérfano de padre y esto lo condicionó todo. En su testamento su padre designó
quien iba a ser su tutor. A temprana edad estudió en el colegio de los Jesuitas
de Alicante con la tutoría de su tío Antonio Juan que era canónigo de la
Colegiata. Posteriormente, otro tío, Cipriano Juan, Caballero de la Orden de
Malta, y Bailío de Caspe, se encargó de su educación y lo envío a Zaragoza a
estudiar gramática española y francesa, enseñanzas preparatorias para poder
realizar estudios superiores. Posteriormente, lo envío a Malta.
Desembarcaba en La Valeta con
12 años. Imagine su mirada de asombro, de interés, incluso de curiosidad, al
llegar a ese puerto tan concurrido de todo tipo de embarcaciones. Incluidas las
de la Armada de la citada Orden.
Un año después fue nombrado paje
del Gran Maestre, Antonio Manoel Vihena, de la Soberana y Militar Orden Hospitalaria
de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, orden religiosa católica fundada
en Jerusalén en el siglo XI (época de las Cruzadas) por comerciantes
amalfitanos. Este Gran Maestre le concedió a los 14 años el Comendador de
Aliaga en Aragón, su primer título, representado en una cruz de ocho puntas que
lucía en la parte derecha de la casaca de su uniforme.
La flota de la Orden de Malta
navegaba por el Mediterráneo protegiendo las rutas comerciales de su ámbito
luchando contra turcos y piratas berberiscos. En una de estas contiendas Jorge
Juan tuvo su bautismo de fuego del que salió ileso. Despertó su ardor guerrero
por lo que cuando regresó a España en 1729 (tenía 16 años) solicitó su ingreso
en la Real Compañía de Guardia Marinas en Cádiz. Ya venía formado en
matemáticas de Malta, sus compañeros de estudios lo llamaban el Euclides
español. Permita un apunte, Euclides (325 a C – 265 a C) fue un matemático
griego al que se le considera el padre de la geometría. Las matemáticas eran
una materia imprescindible en la formación de un guardiamarina del siglo XVIII.
Con 21 años (1734) terminó
los estudios de Guarda Marina habiendo navegado tres años por el Mediterráneo participando
en diversas expediciones contra los piratas, en la conquista de Orán (1732), … Por
cierto, la flota que participó en esta conquista salió de Alicante, con Blas de
Lezo entre los marinos que lideraban esta expedición, que resultó tan exitosa.
A Jorge Juan se le abría un horizonte
infinito para realizar diversas acciones que le dieron fama y fortuna al
servicio de España. Tenía toda la vida por delante para emplearla bien y lo hizo
de forma excelente. Algo de sus peripecias se las conté en otro artículo en este
periódico, le indico el enlace y le invito a que lo lea, completa este.
Aún volveré a contarle alguna otra faceta de Jorge Juan no muy conocida. Despierta aún más mi interés en seguir leyendo y estudiando a este personaje tan importante para Novelda en particular, y para España en general.
Esta crónica fue publicada con anterioridad en el periódico Alicante Plaza el 26 de junio de 2023
Seguidamente detallo galería de fotos del acto de reinauguración del Fondonet, casa natalicia de Jorge Juan:
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