sábado, 14 de abril de 2018

El espíritu de Don Juan de Borbón




Hace unos días hemos conmemorado el recuerdo de Don Juan de Borbón, abuelo del actual rey de España, fallecido hace 25 años. Jefe de la Casa Real española en el exilio, tuvo que morir para ser reconocido como rey de España por amplios sectores de la sociedad con el nombre de Juan III. Opino como el periodista Carlos Herrera al afirmar este que la figura de Don Juan de Borbón tiene que estudiarse bien en la escuela y reivindicarse como un modelo a seguir por su amor a España. Son un ejemplo las palabras elocuentes, firmes y contundentes de Don Juan de Borbón al renunciar a sus derechos dinásticos a favor de su hijo el entonces rey D. Juan Carlos I y manifestar: “Majestad, por España, todo por España. Viva España, Viva el Rey” en un acto solemne pero discreto en el Palacio de la Zarzuela en Madrid (14 de mayo de 1977).

La Monarquía española rige hoy por diversos valores que ha heredado de su propia historia y se han ido adaptando de acuerdo con los nuevos tiempos y con las nuevas circunstancias. El fundamental, su servicio a España por encima de cualquier otra consideración. Don Juan de Borbón es un claro ejemplo de este valor, que puso en alza con su generosidad y sentido de Estado.

Juan Carlos I, desde su proclamación como rey, pronunció un deseo: ser Rey de todos los españoles sin distinción de partidos políticos, credos, ni clases sociales, premisa que Don Juan inculcó en su hijo desde niño. Y condición que confirmó Don Juan años después para renunciar a sus derechos dinásticos.

Felipe VI manifestó desde el primer día que su reinado iba a ser y es una "Monarquía renovada para un tiempo nuevo". El cambio generacional hacía necesario esta nueva trayectoria. Una nueva manera de liderar a la sociedad española, de entender y enfocar las cosas para tomar las decisiones adecuadas. 

Con el discurso de Felipe VI después del referéndum ilegal en Cataluña, el rey se reivindicó a sí mismo. No sólo es un mero Jefe de Estado, como en las Repúblicas, sino mucho más, es la persona que encarna la Nación entera, es el símbolo de la Unidad de la Patria que ha de proteger y mantener. Así lo regula la Constitución española de 1978.El rey no es un lujo superfluo y prescindible típico de un viejo país; es la clave de bóveda del sistema”, en palabras del socialista Juan José Laborda, ex Presidente del Senado y Director de la Cátedra Monarquía Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos I.

La Monarquía ofrece continuidad al sistema dotando al rey de una información y de unos conocimientos que trascienden al Gobierno de turno. Esta preparación favorece estabilidad política porque el rey no participa del juego político.

La Monarquía ofrece una garantía de futuro. Distinta de la acción coyuntural y temporal de los políticos, el rey orienta la acción pública a largo plazo.

La Monarquía, como máxima representación del Estado, tiene un gran valor moral. Maquiavelo decía que el hombre desea que quien lo represente sea más virtuoso que él y quiere que sus actividades cotidianas estén inspiradas por quien encarna a la Nación. Por esto, se solicita la ejemplaridad del rey y de la reina en sus actos y en sus acciones públicas.

Un valor muy importante de la Monarquía española es la discreción con que el rey realiza sus funciones. La Corona es una institución más de influencia que de poder. El rey reina, pero no gobierna.

Y otro valor destacado de la actual Monarquía es la importante representación que el rey ejerce en nombre del Estado español en las relaciones y viajes internacionales. El rey es el mejor embajador de España en el mundo. Hay muchos ejemplos de relieve que corroboran esto. Mientras España vivía la pasada Semana Santa, el rey Juan Carlos viajó a Arabia Saudí para una misión encomendada por su hijo el rey Felipe VI: preparar la visita que Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, va a hacer a España el próximo 12 de abril para firmar un convenio con Navantia para construir cinco corbetas por 2.000 millones de euros y con la Armada española para formar a 600 marinos del reino saudí.

Toda la Familia Real española se rige por el espíritu de D. Juan de Borbón, por ese empeño de estar al servicio de España y de todos los españoles. 

La Monarquía en España existirá siempre que sea útil, en palabras del propio Rey Juan Carlos. Lo que importa es cómo realizan su función, sin importarnos cómo desarrollan su vida privada que – como todos – deben tenerla, disfrutar de sus aficiones y convivir con su familia.

Hoy es ejemplar el trabajo de los reyes de España al servicio de todos los españoles y así tiene que seguir siendo para seguir sumando logros que hagan de España una gran Nación para vivir y emprender grandes acciones entre todos. Que así sea.



Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press

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