Entre naranjos. Muy cerca de
Orcheta, municipio de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina
Baja. A las faldas de la sierra Aitana, que la señorea, de montes que
la rodean y que marcan su geografía.
Un circo de montañas dibujan el
horizonte: la sierra de Orcheta, el pico Real, Els Castellets, el Puig Campana
entre las nubes algodonosas que hoy lo envuelven, después de una lluvia
torrencial con granizo. Mirando hacia donde está el mar, el embalse del
Amadorio.
Un lugar privilegiado, seguro y
tranquilo que bien pudo ser escenario de la inspiración de los escritores
Vicente Blasco Ibáñez ó Gabriel Miró y de
los pintores Joaquín Sorolla ó Emilio Varela, y de muchos otros que se
enamoraron de esta tierra cuando la visitaron. Y hoy también lo es de nuestra
vida.
Junto a casas de tejados a dos
aguas, antes para los aperos de labranza, ahora también para el ocio, el
descanso e incluso la diversión de niños y de mayores porque esta no tiene edad
y puede hacerse donde uno se lo proponga.
Entre naranjas, ecológicas. Sólo
la lluvia y el sol y su propia tierra son su entorno para crecer y
desarrollarse. Su arbolado no tiene abonos ni productos químicos, sólo el
cariño de quien los cultiva. Y ahí está el resultado cuando no falta agua,
árboles frondosos repletos de naranjas de agradable sabor.
Mientras nuestros hijos están
haciendo un trabajo para el colegio en este entorno natural, los mayores estamos
de tertulia bajo un porche emparrado, más tarde junto a la chimenea. Hasta que
cae la noche y regresamos a la ciudad donde vivimos con el recuerdo que aún
quedan oasis de verdor y de tranquilidad donde pasar un momento agradable entre
amigos.
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