Hace unos días, por el jueves
6 de noviembre, un grupo de amigos del mismo sector laboral decidimos que ya
era hora de parar un poco, juntarnos y brindar por la vida (y por el trabajo
bien hecho, claro). ¿Y qué mejor plan que una cata de vinos con sabor a tierra mediterránea
y alma de equipo?
Nos fuimos a Aperitivos
Gisbert, en pleno corazón de Alicante, un rincón con encanto donde los sabores
de siempre se mezclan con momentos únicos. Allí, copa en mano, empezamos
nuestro pequeño viaje vinícola.
Probamos el Pitxota blanco
(moscatel), el Pitxotxa Rosé (monastrell), los dos con premios nacionales
internacionales concedidos por prestigiosas instituciones relacionadas con el
vino. Tienen ese punto fresco y auténtico que apetece en buena compañía.
Continuamos la cata con el espumoso
y delicioso Stellae Duce, ideal para brindar por todo lo bueno que está por
venir. Merece la pena hacer aquí una mención especial. Desde que se presentó en
sociedad en el club de opinión del Círculo Monárquico de Alicante el pasado mes
de agosto, ha recibido multitud de elogios por expertos enólogos por su delicioso sabor
burbujeante. Quiero destacar también la preciosa etiqueta de la diseñadora Ana
Cortés (Bosska), de toques modernistas. Y el nombre – Stellae Duce - inspirado
en las estrellas del firmamento haciendo un homenaje a todas aquellas personas
que partieron a su eterna travesía y que desde allá siguen influyéndonos en
nuestro devenir cotidiano.
Seguimos con el Pitxotxa tinto
(cabernet Sauvingnon) y con el vino Modernitxen (monastrell sobremadurada),
único vino noble en Alicante, que nos conquistó con su carácter.
Todo maridado con lo mejor de
nuestra tierra: mojama, coca de mollitas, embutido... y muchas ganas de pasarlo
bien.
Más allá del vino y la
comida, lo importante fue el ambiente: reencuentros, risas, anécdotas y ese
compañerismo que solo se da cuando hay buena gente y ganas de compartir.
Porque sí, esta cata no fue
solo un festín para el paladar, fue también un recordatorio de que hacer equipo
no solo ocurre en el trabajo. También se construye en una mesa, con un brindis
y una buena charla.
¿Repetimos pronto?


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