sábado, 17 de mayo de 2008

Santa Pola

Una mañana de viernes de puente. El 2 de mayo. Santa Pola. En la Comarca del Bajo Vinalopó. A unos 19 km de la ciudad de Alicante. Pueblo costero bañado por el Mediterráneo. Amplias playas. Puerto con gran tradición pesquera. Con dos parques naturales que rodean la población. El Parque Natural de las Salinas de Santa Pola y el Parque Natural de la Sierra y el Cabo de Santa Pola.


Frente al Cabo y al Faro de Santa Pola, la isla de Tabarca, esta perteneciente al municipio de Alicante. Desde la arena de la playa de Levante a veces se confunde con un espigón, a veces con un submarino que emerge de las profundidades marinas. Aguas trasparentes que la rodean. Aguas trasparentes que bañan a Santa Pola.



Hablar de Santa Pola es, también, hablar de sus playas. Finas arenas moldeadas por el Levante ó por el Lebeche. Santa Pola también es Mediterráneo. Olas que rizan el mar un día ventoso como hoy. Mar y playas. Por el sur, las playas de El Pinet y La Gola. Playas urbanas: playa de Tamarit, playa Lisa y Gran Playa. Al este, la playa de Levante. Otras playas más chicas, separadas por espigones. La calas de Santiago Bernabéu. Junto a unos astilleros, la playa del Varadero. En el cabo, bajo el faro, pequeñas calas rocosas, junto a unos pinos. Pinos que se acercan tanto al mar que los días de tempestad sus copas se llenan de gotas de espuma de las olas. Pinos que se dejan acariciar por la brisa de la bahía los días de calma. Pinos que dan sombra y maquillan un paisaje accidentado y pedregoso.




Lejos del mar, en medio del casco urbano, un castillo fortaleza, de estilo militar renacentista. Construido en 1558 por encargo del Virrey de Valencia y Señor de Elche D. Bernardino de Cárdenas. Protegía y defendía a los pobladores de Santa Pola de los ataques de piratas y corsarios a estas costas durantes los s. XVI y XVII. Durante el siglo XVIII el núcleo urbano creció en lo económico y en lo demográfico en torno al castillo. En 1812 se independizó de Elche. El rey Alfonso XII le concedió en 1874 rango de Villa. En 1944 se le asigna un territorio propio. El puerto pesquero y la actividad económica en torno suyo condicionó el crecimiento de esta población con un importante desarrollo. Actualmente el castillo, protagonista en la historia de Santa Pola, alberga varios museos. Museo de la sal. De la pesca. La Capilla de la Virgen de Loreto. Sala Municipal de Exposiciones. Y actividades culturales.

Unos huéspedes extranjeros reciben hoy cobijo bajo los techos del castillo y en sus calles aledañas. En sus plazas cercanas. Estandartes. Banderas. Escudos. Espadas. Un bufón regordete mira con guasa al transeúnte que se le acerca. Un mago con su barita mágica. Un adivino, con sus cartas y su esfera. Un guerrero, con un águila sobre su mano izquierda. Un halcón sobrevolando por encima de nuestras cabezas. Un músico tocando el tambor. Otro músico, con una dulzaina. El panadero haciendo pan en un horno de leña. Un carpintero dibujando con martillo y cincel una figura en un tablero de madera. El herrero, haciendo armaduras. Oficios en este Mercado Medieval.












De los alrededores del castillo, al paseo marítimo. De este, al restaurante. Antigua Casa del Mar. Los adornos de sus paredes me trasladan a un mundo marinero. Lobos de mar que cuentan sus historias de noches de tempestad. Grumetes que narran sus primeras experiencias. Capitanes intrépidos. El mar embravecido. Los vaivenes con el movimiento de las olas. El silbido del viento cuando se cuela por la puerta del camarote. El canto de una sirena. El aviso de una tormenta. Los amaneceres, regalo de la naturaleza. El olor de las viandas y los comentarios de mis hijos y de mi mujer me devuelven a la realidad. Hoy comemos de tapeo. Chipirones y sardinas a la plancha. Calamares a la romana. Cerveza. Tarta de queso con mermelada de arándanos. Tiramisú.








No podemos irnos de Santa Pola sin visitar su puerto pesquero. Heredero directo del Portus Ilicitanus de los romanos. Desde sus muelles partieron en 1609 los moriscos expulsados por Felipe III. Del arrabal de Elche en dirección a Orán y Mazalquivir a un destino incierto y desconocido. En el s. XVIII el puerto recibió varias veces a la Armada Real por sus buenas condiciones de abrigo de la bahía. El actual emplazamiento es herencia de la rehabilitación de la Aduana Real en 1844.

La flota pesquera de Santa Pola es una de la más importantes del mediterráneo. Entre los años 1950 y 1973 fue el primer puerto pesquero en número de barcos y de descarga de pescado fresco de todo el Mediterráneo. Se distribuía entre caladeros del Atlántico y del Mediterráneo. Aunque ha disminuido desde aquellos años ahora hay otras modalidades y artes de pesca que entonces no existían. Antes y ahora. Arrastreros. Artes menores. Nasas. Palangre de superficie.

Al atardecer el puerto, tranquilo y perezoso, toma vida. Un sinfín de gaviotas acompañan la estela de los pesqueros cuyas bodegas están cargadas de pescados. Desde el mar los marineros ven las primeras casas de Santa Pola. Miradas emocionadas a su pueblo. Emoción de volver a casa, de reunirse con los suyos, de abrazar a su familia, de encontrarse de nuevo con los amigos. Es un espectáculo ver llegar los barcos al muelle. El atraque. Descargar las cajas repletas de pescados. Pulpo. Dorada. Lubina. … Muchos de estos peces se ven en el Acuario Municipal, en la plaza de Francisco Fernández Ordóñez. Este acuario es el más antiguo de la Comunidad Valenciana. Tiene 9 grandes acuarios con la flora y la fauna del Mediterráneo.

Si la flota es importante, también lo es la lonja. En ella se subastan unas 3.000 cajas de pescado al día. La subasta de pescado se hace informáticamente a la baja. Cada caja de pescado sale a un precio elevado. Se va descendiendo el precio hasta que el comprador cree que este es el correcto. En ese momento el comprador acciona un mando a distancia que tiene en la mano. Automáticamente se le adjudica la caja seleccionada. Terminada la subasta esta caja sale al exterior de la lonja por una cinta transportadora. Esta caja tiene una etiqueta que la identifica. Esta etiqueta indica el nombre del comprador, la fecha de captura, la modalidad de pesca, el nombre de la embarcación y un código de barras por si Sanidad quiere controlar esta documentación. A poniente, el club náutico, un astillero, el muelle de carga de la sal, extraída de las cercanas salinas.











Y como colofón al día, el Pola Park. Sobre todo para los niños. Un pequeño parque ferial al aire libre donde disfrutar de sus atracciones. Un lugar donde los niños lo pasan en grande. Donde los adultos, además, disfrutamos viendo como disfrutan los pequeños. La atracción cuesta 3 euros. Pero hay una pulsera que permite subir a todas las atracciones de la edad de su portador, que cuesta 12 euros para niños de seis años. Y merece la pena. Un buen fin de fiesta.

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