jueves, 22 de enero de 2009

Oratorio de Don Bosco y el Centro Juvenil Salesiano Tucumán 7

Aquellos que lo conocieron, que disfrutaron de su compañía, que convivieron con sus gestos, que compartieron sus palabras. Aquellos que disfrutaron a su lado, vivieron con él un sosiego necesario en una sociedad castigada por la crisis económica y las injusticias.

Un hombre sencillo. Nacido para servir a los demás, a los más desfavorecidos. A los niños, a los adolescentes y a los más pobres.

Nació el 16 de agosto de 1815, en el seno de una familia humilde. En un pueblo campesino. I Becchi, en Castelnuevo d´Asti, ahora llamado Castelnuovo Don Bosco porque me refiero a Juan Melchor Bosco, hijo de Francisco y de Margarita (mamá Margarita).


La Casa de I Becchi en donde creció el niño Juan Bosco. Convertido en museo en la actualidad, uno de los más preciados de la Congregación Salesiana.
(Foto cedida por Rafel Espinosa, de Elche, de su viaje a I Becchi el verano pasado con su familia).



mamá Margarita
(Foto cedida por Rafael Espinosa, de Elche, de su viaje a I Becchi el verano pasado con su familia)

Desde los nueve años vivió marcado por una revelación a través de un sueño, que narró él mismo de la siguiente manera:

“Cuando tenía nueve años, tuve un sueño... ¡Este sueño me acompañó a lo largo de toda mi vida! Me pareció estar en un lugar cerca de mi casa, era como un gran patio de juego de la escuela. Había muchos muchachos, algunos de ellos decían malas palabras, Yo me lancé hacia ellos golpeándoles con mis puños. Fue entonces cunado apareció un Personaje que me dijo: “No con puños, sino con amabilidad vencerás a estos muchachos” Yo tenía sólo nueve años. ¿Quién me estaba pidiendo a hacer algo imposible? Él me respondió: “Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día. Mi Nombre pregúntaselo a mi Madre.” De repente apareció una Mujer de majestuosa presencia. Yo estaba confundido. Ella me llevó hacia ella y me cogió de la mano. Me di cuenta que todos los niños habían desaparecido y en su lugar vi todo tipo de animales: perros, gatos, osos, lobos... Ella me dijo: “Hazte humilde, fuerte y robusto… y lo que tu ves que sucede a estos animales, tu lo tendrás que hacer con mis hijos.” Miré alrededor y vi que los animales salvajes se habían convertido en mansos corderos ... Yo no entendí nada… y pregunté a la Señora que me lo explicara... Ella me dijo: "A su tiempo lo comprenderás todo".

Con el tiempo Juan se dio cuenta que esta visión fue labrando una vocación sacerdotal, con una sensibilidad especial hacia los problemas de la juventud. Muy influenciado por este sueño y por la Virgen María Auxiliadora, entró en el seminario de Chieri el 30 de octubre de 1835, con 19 años, y ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841 por Monseñor Franzoni, arzobispo de Turín.


Don Bosco
Un día, el 8 de diciembre de 1841, cuando Juan iba a celebrar la Eucaristía en la Iglesia de San Francisco de Asís, vio como un muchacho le miraba desde la puerta de la sacristía. El sacristán le invitó a ayudar en misa. El chico, llamado Bartolomé Garelli, de 16 años, le contestó negativamente. El sacristán Comotti se lo recriminó duramente y el muchacho se marchó malhumorado. Juan vio la escena y, entristecido, le gritó al sacristán para que fuera a buscarlo, que era su amigo. Cuando este volvió, le acogió con palabras cálidas, con cariño de hermano, con respeto. De tal forma que cautivó a Bartolomé. Juan quiso saber de su vida y quedó horrorizado. Bartolomé era huérfano. Vivía en la calle. Dormía bajo los arcos de un puente ó en los soportales de una iglesia. Comía de lo que pillaba en la basura, de la caridad de personas que se compadecían de su mala suerte, … En la conversación se produjo un clima de comprensión de uno, de admiración del otro. Tanto, que Bartolomé volvió a ver muchas veces a Juan. Y no iba sólo. Le acompañaban otros niños, otros adolescentes, que querían escuchar a ese cura que regalaba palabras cariñosas llenas de amor, de comprensión, de camaradería. Palabras que hablaban de Jesucristo y sus enseñanzas. Palabras que narraban la esperanza. Que hablaban de la felicidad, de un mundo mejor, como algo creíble, como una meta posible de alcanzar. Que hablaba de Dios. Así, empezó a nacer el Oratorio de Juan Bosco (Don Bosco).


Cada domingo se reunían en Turín por donde podían. Al aire libre, en su iglesia, en la Capilla de San Francisco de Sales en el Hospital de Santa Filomena del Internado para niñas de la Marquesa de Barolo. En mayo de 1845, con unos 400 muchachos, se reúne en los terrenos del cementerio abandonado de San Pedro, cerca de la Capilla de San Martín. Aquí conocería a otro muchacho de gran importancia en su vida y en su obra: Miguel Rua, quien le sucedería después de su muerte. El 5 de abril de 1846 consiguió adquirir un local que se denominó la Casa Pinardi, donde tuvo el primer Oratorio estable. Fue creciendo en el tiempo hasta convertirse en una importante sede de los Salesianos, en Italia.

En aquellos años de la revolución industrial donde los obreros, adultos y adolescentes, eran explotados en las fábricas, las calles estaban llenas de parados, de niños y jóvenes sin escolarizar, … a Don Bosco se le ocurrió atraerlos a la fe, para educar ese tiempo libre en algo provechoso a través de su Oratorio. En un lugar donde los muchachos podían aprender un oficio útil para su futuro. Un punto de encuentro donde disfrutar de actividades deportivas, donde podían jugar. Un espacio donde acercarles a Dios y hablarles de Jesucristo.

Don Bosco puso en el centro de su obra a San Francisco de Sales como modelo a seguir. Por eso, cuando creó una nueva comunidad religiosa, la denominó Salesianos.


Iglesia construida en la colina en donde nació Juan Bosco en 1815, I Becchi, renombrado como Colle Don Bosco o la "Colina de las Bienaventuranzas Juveniles".
(Foto cedida por Rafael Espinosa, de Elche, de su viaje a I Becchi el verano pasado).


Hoy hay Oratorios en Alicante, en España, por todo el mundo. Otra forma de evangelizar. Un lugar donde chicos y chicas pueden disfrutar de su tiempo libre. Con juegos. Con actividades de todo tipo, en común unión. Con eucaristías. Con obras de teatro, con musicales. Como el que empieza mañana en el Centro Juvenil Salesiano Tucumán 7, en Alicante. ¡Peter!. En los últimos cuatro años se ha hecho un festival anual. En ellos, los participantes eran niños y adolescentes. Este año es la primera vez que se hacen dos musicales. Uno juvenil. Otro infantil. Este es un musical de niños hecho por niños. ¡Casi 100 niños en escena!. Nuevos actores y actrices de ocho a once años. Carlos, Fernando, Laura, Eduardo, Belén, … nos harán disfrutar durante dos horas con sus gestos, sus bailes, sus miradas. Nos harán sonreír por su sorpresa al ser admirados, aplaudidos, por espectadores desconocidos, por familiares.



El Centro Juvenil Salesiano Tucumán 7 fue fundado y legalizado en 1991. Como me indica su Presidenta, pretende ser una alternativa al tiempo libre de niños, adolescentes y jóvenes de Alicante. Para ello desarrolla un proyecto educativo en el que se conjugan aspectos lúdicos, formativos y del desarrollo, siguiendo una metodología de distribución por sectores, niveles y grupos, con el estilo propio de la propuesta educativa salesiana: educar basándonos en el sistema preventivo, antes que los jóvenes caigan en hábitos de tiempo libre insalubres.

Para llevar a cabo dicho proyecto educativo, el Centro Juvenil elabora una programación anual en la que, partiendo de las necesidades del grupo de socios, de su contexto y del entorno en el que nos encontramos, se programan las diversas actividades, grupos, encuentros ... De esta forma se formulan los objetivos generales anuales del Centro Juvenil. Estos objetivos son revisados y renombrados de forma anual.

Desde estos objetivos generales, el equipo de Animadores desarrolla los objetivos específicos de cada sector y nivel, proponiendo un calendario de actividades a través de las cuales se puedan cumplir dichos objetivos.

Al mismo tiempo, el Centro Juvenil pone en práctica un plan de formación que responde al itinerario formativo de todos los niveles y sectores del Centro: niños, preadolescentes, adolescentes, jóvenes, premonitores y monitores; otorgando un papel destacado a la formación de premonitores y la formación continua del equipo de animadores.

En todo este proyecto tiene especial relevancia la presencia animadora de la Comunidad Salesiana de esta obra, con D. Antonio Ríos en representación de esta. Gracias a ellos es posible llevar a cabo toda la programación.


Quedan unas horas para que empiece el musical Peter. Como le he manifestado a mi hijo Carlos, uno de los nuevos actores, los días de las representaciones tiene (tenemos) que divertirse, disfrutar, vivir con intensidad estos buenos momentos que serán inolvidables en su memoria. Y como dicen los actores de teatro: ¡mucha mierda! (mucha suerte).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El día 31 de enero se conmemora el 121 aniversario de su muerte.

Yo estudié en el colegio Don Bosco (el nuevo) y recuerdo que todos los 31 de enero no dábamos clase, los profesores se disfrazaban, había actividades en los 3 pabellones y en el pabellón A (el de los peques) hacían un túnel de la bruja que consistía en tapar todas las ventanas y poner una rampa en las escaleras, qué tiempos.

Me acuerdo de Don Rosendo, de Don Juan Pablo, de Dña. Cecilia (qué humor tenía esa mujer), de D. Jose Antonio, D. Juan (que era de Almansa si no recuerdo mal) D. Chema.... precisamente a éste último lo vi hace poco y me reconoció... quién tuviera una máquina del tiempo....

Recuerdo que los alrededores del colegio (hablo del que hay en el Puente Rojo)no había nada... nada de nada... sólo la casa de algien a quien llamabamos "El Capi" que nos devolvía los balones cuando los tirábamos fuera. Recuerdo que aquello era el fin de Alicante, lo más cercano habitado era, curiosamente, el cementerio. A la izquierda Ciudad de Asís, donde yo vivía y a la derecha y muy a lo lejos Maristas. Recuerdo que todos los recreos jugábamos al fútbol arriba en las 4 pistas y luego, más tarde, cuando hicieron la pista de atletismo nos quejábamos del test de cuper (o como se escriba)

Bueno, creo que por ahora es suficiente, son tantas cosas las que recuerdo que probablemente acabe con alguna lagrimilla.

Todo esto es porque con el tiempo he decidido en qué creo y en qué no, y aunque me haya apartado de la creencia en el Dios que me enseñaron, sigo teniéndole mucho cariño a Don Bosco y a lo que creó.

Muchas gracias por acordarte de el y muchas gracias por el artículo, ha sido un placer!!!

paskki dijo...

El placer ha sido mío. Narrar parte de la historia de este personaje ejemplar ha sido un extraordinario ejercicio de comprensión y de conocimeinto a su gran obra. Con tus recuerdos me han venido a la memoria los míos cuando iba al colegio hace algunos años.

Saludos.

Ana Gutiérrez dijo...

Gracias por un artículo tan bello que me hace admirar la grandeza del ser humano y, a la vez, dar gracias por el don de la fe, mía y de tantos como nos han precedido.
Nos vemos esta tarde en Tucumán.

Anónimo dijo...

Hay otro grupo de jóvenes, además de Oratorio y Juvenil, que es Puente, que no has citado. Estos no hacen musical, pero participan en unos cortos de cine. Estas filmaciones entran en un concurso a nivel nacional entre todos los Centros Juveniles Salesianos de España para elegir al mejor.

Después de la primera proyección de este corto se hace una gala de los Oscar para que estos jóvenes se sienten pequeños artistas. Chicos y chicas que entran en su historia artística por una alfombra roja, con los aplausos de sus fans y sus padres.

Gracias por este reportaje y por acercarme más a la figura de Don Bosco.

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