viernes, 3 de octubre de 2008

otoño lluvioso en Guadalest



En un rincón privilegiado del valle que tiene su nombre. A las faldas de la sierra de Aitana y la sierra de la Serrella. A los pies del embalse. Guadalest. Por algo es uno de los pueblos más visitados de España y de Europa. Y por más que lo vea de cerca ó de lejos. Desde la carretera. Desde sus calles. Nunca me canso de disfrutar de sus rincones. Nunca, de su castillo y sus murallas. Nunca, de su campanario, que acaricia el cielo desde su roca. Ni de su antiguo lavadero, ni de sus callejuelas. Y hoy, en este ambiente sombrío de Otoño, tampoco. Mientras las nubes cabalgan ladera abajo por las montañas. Mientras humedecen el ambiente y bajan los termómetros. Mientras llovizna con gotas heladas que nos limpia la cara de sinsabores. Mientras los minutos juegan con la niebla. Camino por estas calles con paredes encaladas y ventanas enrejadas. Calles, ahora tranquilas, del atardecer de un mes de octubre.

2 comentarios:

Arturo Moreno dijo...

Por tus fotos(preciosas) veo que la Serrella, Aixorta y el Morro Blau, se adornaban con una sedosa y gris boina.

paskki dijo...

Bienvenido a este post otoñal, Arturo. Tus palabras son siempre bienvenidas, además de aprender mucho con tus conocimientos de nuestras montañas, senderos, pueblos, gastronomía, ... En este blog tienes un espacio para el sosiegpo y el recogimiento, por lo menos eso intento. Prueba de esto es este post.

Un fuerte abrazo.

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