sábado, 26 de enero de 2019

La bandera española es de todos




Manifestar que la bandera de España es de todos los españoles es una obviedad, pero cuando hay que hacerlo es porque algunos la rechazan y otros se la apropian como suya excluyendo a los demás. Vaya galimatías si es de todos.

Pero vayamos por partes porque no todo el mundo sabe su origen. Este surgió en nuestra Armada y en el mar. Las banderas de los buques de las diferentes Armadas eran blancas y podía confundirse como propio un navío que, en realidad, resultaba ser un barco enemigo.

El rey Carlos III hizo un concurso público para que se presentaran diversas propuestas y elegir entre ellas una bandera para el uso de los barcos de la Armada española. Quería que fuese vistosa para distinguirse a mucha distancia desde sus buques de guerra. Al elegir entre otras una con los colores rojo y amarillo, mediante un Real Decreto firmado en el Palacio Real de Aranjuez el 28 de mayo de 1785, algunos historiadores dicen que fue para homenajear a la que fue de la Corona de Aragón por su expansión y colonización por el Mediterráneo. El original de todas las banderas presentadas se conserva en el Archivo del Museo Naval de Madrid y sólo se enseña en contadas ocasiones. A partir de 1793 empezará a ondear también en plazas, castillos y otras instalaciones de la Armada.

Posteriormente, fue la reina Isabel II quien decidió en 1843 que esa bandera rojigualda fuera la bandera de España para todo, no sólo para uso de la Armada.

La bandera de España es la que ondea en los edificios oficiales de las diferentes Administraciones Públicas y Poderes del Estado, la que se usa en las instalaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las que enarbolamos orgullosos cuando la Selección Española de cualquier especialidad deportiva juega un partido contra una Selección extranjera rival.

Hace unos años Pedro Sánchez dio un mitin en Barcelona con una enorme bandera de España situada en el escenario desde donde se dirigía a militantes y simpatizantes. Tuvieron que pasar casi 40 años desde las primeras elecciones democráticas después del franquismo para darse cuenta que la bandera de España es de todos, porque hasta ese momento parte de la izquierda se negó a usarla en sus actos oficiales, como si estuviera mal visto. El PSOE no ha vuelto a enarbolar una bandera española en un mitin y ahora - con sus socios parlamentarios independentistas - tardaremos mucho tiempo en volverlo a ver.

El PSOE de Sánchez se olvida de la bandera roja y gualda de España y Podemos la reivindica. Qué cosas. Hace unas semanas Iñigo Errejón, entonces aún Podemista y su candidato a la Comunidad de Madrid, manifestaba en unas declaraciones su propósito de usar la bandera española en sus mítines y manifestaciones políticas diciendo que “en otros países, cuando se manifiestan por la igualdad de derechos, lo hacen con su bandera” y añadió que “lo veo en Francia y eso me da envidia, yo quiero eso”. Quien te ha visto y quién te ve, Sr. Errejón. ¿Qué dirá ahora después de comunicar a Podemos que pasa a formar parte de la Plataforma de Manuela Carmena - actual alcaldesa de Madrid - como candidato para la Comunidad Autónoma madrileña por la candidatura de Más Madrid?.

La opinión pública en general reivindica que ningún partido político se apropie la bandera española como propia porque es de todos. También lo hace la izquierda, claro que un poco tarde, pero rectificar es de sabios, y es bienvenido. Que PP, Ciudadanos y Vox la usen orgullosos en sus manifestaciones políticas no tiene por qué significar que la izquierda no la use en las suyas.

Y ya que la bandera española es de todos, todos debemos protegerla y reivindicar que se legisle para que nadie pueda ultrajarla, ni maltratarla, ni quemarla, ni trocearla, … ¿Se imaginan ustedes quemar una bandera de EEUU o de Francia en un acto público de esos países sin que la policía detenga a los presuntos delincuentes?. No es ni siquiera imaginable.

La bandera española es una de las señas de identidad de los españoles y, por tanto, es uno de nuestros tesoros colectivos que tenemos que mimar porque es “una bandera que simboliza al conjunto de Nuestra Nación y que es signo de su soberanía e independencia, de su unidad e integridad”, en palabras del rey Felipe VI en su discurso de la Pascual Militar el pasado 6 de enero en el Palacio Real de Madrid, añadiendo que es “una bandera de todos, cuyo escudo es reflejo de nuestra historia y diversidad, y que representa también nuestra confianza en el futuro, nuestro deseo de seguir construyendo una sociedad libre y democrática de acuerdo con los principios recogidos en nuestra Constitución aprobada por los españoles en 1978”.



Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.

sábado, 19 de enero de 2019

Todos somos monárquicos




En España hoy todos somos monárquicos hasta que se demuestre lo contrario o se manifieste expresamente otra cosa. Y no porque yo lo diga, sino porque así lo votó el pueblo español por amplia mayoría al aprobar la Constitución de 1978 en referendum. Los ciudadanos de un Estado como el español, ya constituido como Monarquía, no tienen que demostrar su condición ni reivindicar lo que ya son.

El modelo de Estado de España es la Monarquia Parlamentaria y por serlo los valores de la revolución francesa de la libertad, la igualdad y la fraternidad, son los valores de esta Monarquía moderna. Estos mismos valores nos definen como ciudadanos libres de esta gran nación que es el Reino de España.

Hay manifestaciones de líderes políticos que dejaron huella y marcaron un camino consensuado entre los suyos, que después hicieron de todos. Cuando se inició el periodo de sesiones después que el PSOE ganara las elecciones generales de 1982, en presencia de los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, el socialista Gregorio Peces-Barba pronunció un discurso - como Presidente del Congreso a los Diputados - de apoyo a la Monarquía en la que dijo que “produce una estabilidad, un equilibrio y unas posibilidades de progreso difíciles de encontrar en otras formas de Estado” y terminó diciendo que “en el ámbito de una Monarquía Parlamentaria como la de nuestro país, lo mismo da decir que viva el Rey, que viva la Constitución, que viva España. Por eso, si me permiten, voy a terminar mis palabras diciendo, con reiteración, tres vivas que significan, al menos en mi espíritu, lo mismo. ¡Viva el Rey!, ¡Viva la Constitución!, ¡Viva España!”. Desde entonces, el PSOE aparcó esa alma republicana que a veces dice tener Pedro Sánchez, actual Presidente del Gobierno.

Hoy la Monarquía Parlamentaria defiende los mismos valores democráticos que una República. La diferencia está en la historia de cada Nación, en el Jefe del Estado y en la motivación de tener un modelo de Estado o tener otro. España es hoy una Monarquía por unos derechos históricos. El rey lo es por unos derechos dinásticos. España es Reino  incluso antes de ser un Estado consolidado. Y cuando dejó de ser Monarquía, en breves periodos de la historia de España, prefiero no recordar su resultado por ser tan desastroso. Hay países como el nuestro en los que la Monarquía es el modelo de Estado que mejor ha funcionado a lo largo de su historia.

El rey reina pero no gobierna. Su papel moderador y de árbitro ha demostrado ser necesario en nuestro sistema político. El rey abre puertas en sus relaciones nacionales o internacionales, bien lo saben los gobiernos de diferentes ideologías que ha tenido España en nuestra joven democracia. Que el Jefe de Estado no tenga una adscripción política favorece contactos y relaciones que permiten al rey mediar en determinadas situaciones.

Las circunstancias actuales en España, con un importante desafío independentista en Cataluña, han contribuido a que el rey Felipe VI se haya constituido, sin buscarlo, en defensor de la unidad de España y garante de los derechos y obligaciones de la Constitución de 1978.

Por esto, el 70 % de los españoles ve al rey como símbolo de unidad de España, según la última encuesta que NC Report ha hecho para La Razón sobre la Monarquía en enero de 2019; tres de cada cinco ciudadanos prefieren Monarquía a República; el 68% aplauden el papel del rey frente a la crisis independentista en Cataluña; se destaca que va en aumento el apoyo de los jóvenes a favor de la Monarquía frente a la República con un 52,4% de españoles de 18 a 34 años, el 58,9% de españoles entre 34 y 55 años; en cuanto a su tarea como Embajador de España, el 80,5 % manifiesta que es una función que aprueban con nota alta; la valoración que se tiene del rey Felipe VI es de 7,1 sobre 10 siendo el mejor valorado de toda la Familia Real española.

Pablo Casado, del PP, dijo no hace mucho en un discurso a su ejecutiva que le “parece bueno que nos vayamos acostumbrando a decir ¡Viva el rey! en la conversación en la calle,en el bar ó en la universidad”.

Después del Mensaje de Navidad de 2018 de Felipe VI, Albert Rivera - de Ciudadanos - manifestó estar de acuerdo con las palabras del rey cuando afirmó que “la convivencia es nuestro mayor patrimonio, la obra más valiosa de nuestro patrimonio” porque dijo Rivera que “nuestro mayor reto es asegurar esa convivencia defendiendo la igualdad, la libertad y la unión”.

Cuando todos lo dicen, cuando todos corroboran las palabras y los hechos del rey Felipe VI es porque le reconocen su gran labor social y de Estado. Como las recientes manifestaciones de Jose Luís Ábalos, Ministro de Fomento del Gobierno de Sánchez, al destacar que Felipe VI “encarna los valores de unidad y permanencia de la Nación española y está liderando de forma sobresaliente y con valentía unos momentos que no están siendo fáciles”. Pues eso.


Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.

un 2019 apasionante




Cuando iba a hacer esta crónica pensando en el 2019 acababa de terminar de leer una biografía sobre Lorenzo de Medici, llamado el Magnífico porque lo fue, entre otras cosas, como mecenas de grandes artistas como Botticelli o Miguel Angel. Sin su apoyo muchas de las obras que pintaron o esculpieron, no hubieran visto la luz por la intransigencia de algunos. Siempre los hay.

Sentado en un sillón orejero en mi salón de casa disfrutando de la maravilla de algunas de las obras del Renacimiento italiano de esos artistas y quizá con una sensación de euforia ante tanto arte, estaba convencido que el 2019 iba a ser apasionante. Claro que no había leído aún el discurso de fin de año de Torra que presuntamente llama a la sublevación de los suyos contra el Estado español. Vaya por Dios, que me amargó la tarde, bueno un poquito de la tarde, que no hay que exagerar, los poderes del Estado lo pondrán en su sitio si se desvía demasiado.

2019 está lleno de grandes efemérides y no pocos acontecimientos. Será un año electoral con elecciones municipales, autonómicas y europeas. Menos de las que muchos desearíamos:  faltan unas elecciones generales anticipadas que clarifiquen si es válido ó no el apoyo que tiene el Gobierno de España del PSOE con los partidos nacionalistas e independentistas sin los que no podría aprobar leyes en el Parlamento español porque hoy es insuficiente la sola representación parlamentaria de los socialistas para ese fin. Según una encuesta de NC Report para La Razón de principios de este mes de enero, el 70 % reclaman unas elecciones generales.

Algunas efemérides propias y ajenas llenarán la agenda cultural de España. Entre las propias, el 500 aniversario del inicio de la primera vuelta al mundo circunnavegando la tierra por Magallanes y Elcano amparado y promovido por el rey Carlos I de España y V de Alemania, que otro rey, Felipe VI, ha puesto su empeño en celebrarlo por todo lo alto como se merece. Hay que sentirse orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos. Otra efemérides nuestra, el 200 aniversario del Museo del Prado inaugurado por el rey Fernando VII, aconsejado por su esposa la reina María Isabel de Braganza, para compartir con el pueblo las Colecciones Reales. Fue el inicio de lo que hoy es el Museo del Prado, una de las pinacotecas más importantes del mundo. Y de las efemérides ajenas, por citar una, el 500 aniversario del fallecimiento de Leonardo Da Vinci que Madrid celebrará con varias exposiciones y conferencias sobre su obra.

2019 será también el año del Brexit, la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea con o sin acuerdo y, quien sabe, si con un nuevo referendum en el horizonte para volver a la Unión Europea cabizbajos y mirando para otro lado como si la cosa no fuera con ellos. Los jóvenes de aquellas tierras ven con recelo las muchas puertas que se les cierra en su futuro laboral por este Brexit no deseado y quieren votar de nuevo. Con su salida de la CEE, Gibraltar estará en el candelero. Europa no se puede permitir una colonia en su territorio. ¿Veremos pronto un Gibraltar español?. Que así sea, si es. Pero por favor, que Pedro Sánchez no sea el que negocie, no volvamos a hacer el ridículo.

Con un año electoral las encuestan vuelan por doquier, hay cierta inquietud con los resultados, a favor y en contra, con un ascenso de los partidos de derechas y de centro en deprimento de la izquierda y los antisistema de Podemos. En la nueva encuesta del CIS bajan PSOE y Podemos y suben PP, Ciudadanos y VOX, con sorpresas en los partidos nacionalistas con la casi desaparición del PDCat en el Parlamento español. No sorprende que el PSOE baje en la intención de voto de la encuesta citada, aunque podría ser el partido más votado. En política la ambiguedad se paga, devalúa el mensaje. En otra encuesta, de las muchas que se publican estos días, ningún ministro aprueba. Los mejor valorados son Duque y Borrel, aunque también por debajo del cinco. Algo tendrá que hacer el PSOE y sus barones - que algunos ya empiezan a inquietarse - si no quieren que el resultado de las Autonómicas en Andalucía se contagie en el resto de España en las elecciones de primavera.

Y por no tener que ver con la política, me he dejado para el final el comentario de otro cumpleaños, el quinto de Felipe VI como rey de España. En junio. Nunca hubiera podido imaginar que sus primeros años de reinado iban a ser como han sido, con un golpe de estado civil por un gobierno autonómico que es la representación del Estado en esa Comunidad Autónoma: Cataluña. Claro que gracias a esto, toda España conoce mejor al rey Felipe VI, cómo ha mostrado su cara menos amable contra los golpistas que se han saltado la ley a su antojo y cómo ha enseñado su cara más simpática a los constitucionalistas y al pueblo español que apoyó su enérgico discurso y su llamada a la concordia el 3 de octubre de 2017. Algunos de estos infortunios han mostrado a un rey más cercano, en el que se puede confiar, que ha pasado de ser considerarlo por muchos como tímido, a un rey que reina pero no gobierna, que modera y que se ha convertido en el primer defensor de la Constitución española y de sus valores. 



Este artículo se ha publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.

viernes, 4 de enero de 2019

Yo sí creo en los Reyes Magos




Yo sí creo en los Reyes Magos, esos sabios de Oriente que vinieron a adorar al niño Jesús. Dios manifestado a través del cuerpo de un niño. Envuelto en pañales, dormía en un pesebre ante la atenta mirada de San José y de la Virgen María.

Yo sí creo en esos Reyes Magos que hacen sonreír al más serio e imaginar al más indeciso. Yo sí creo que hay una noche mágica del año que unos sabios generosos acuden a casa para saciar las ilusiones de todos.

Yo sí creo en esos Reyes Magos que la tradición ha vestido de suntuosos y coloridos mantos y túnicas que despiertan la admiración de propios y de extraños. Esta admiración es correspondida por esos Magos con la comunicación de un mensaje de paz que imploran por todo el mundo en estas fechas navideñas y ponen en boca de multitud de representantes políticos de los cinco continentes.

Yo sí creo en esos Reyes Magos que son la alegría y la esperanza de niños y de adultos para que en una noche mágica y la madrugada del 5 al 6 de enero los pajes de los Reyes y los propios Reyes Magos colmen de regalos a quien se lo merece por su buen comportamiento durante el año.

Yo sí creo en esos Reyes Magos que invitan a la solidaridad para que en estas fechas navideñas no haya ningún niño sin juguetes.

Yo también creo en esos Reyes Magos que por ser sabios traen sentido común al dirigente para sus tareas de gobierno y placer al servidor público para que cuando tenga que cumplir con su trabajo lo haga tan bien como si fuera para él mismo. Y si no, ya saben, carbón, que algún tirón de orejas hay que dar de vez en cuando  cuando se lo merecen.

No acepto que profesores progres digan en la escuela a sus alumnos infantiles la supuesta procedencia paterna y materna del origen de los regalos de Papa Noel ó de los Reyes Magos. Disiento de afirmaciones como la que presuntamente dijo Trump, Presidente de EEUU, hace unos días desde su despacho oval de la Casa Blanca: felicitó la Navidad por teléfono a varios niños y a uno de ellos de 7 años le preguntó si aún creía en Papá Noel porque eso a su edad ya no se llevaba. Imaginen cómo se quedaría ese niño. Es muy probable que le arruinara esa noche mágica de la Nochebuena en la que Papá Noel entra en su casa mientras duerme para llevarle lo que le ha pedido por carta: un juego de la Nintendo, un Scalextric, unos comic, ….

Hace unos días leí en un periódico digital que un padre de una niña de 10 años de edad hizo una página web para enseñar, contrarrestar y responder a su hija de la existencia de los Reyes Magos que le negó su profesora en la escuela. En esta web se recogen manifestaciones de la existencia de los Reyes Magos con datos de su historia, cómo se distribuyen los regalos, las medidas de seguridad que aplica la Policía Nacional española para la protección de Sus Majestades en esa noche mágica del reparto de los regalos, etc. Pueden verlo en www.losreyesmagosexisten.com Quien ha confeccionado esta web es un padrazo, se merece un diez en la clase de su hija y un fuerte aplauso de la sociedad española por mantener viva su ilusión y la de tantos niños que, como ella, les hacen dudar con manifestaciones contrarias a la realidad de su propia imaginación.

Yo sí creo en los Reyes Magos. Y les digo más, cuando los adultos, cuando los jóvenes, pierden la fe en esa noche mágica, ya no es lo mismo, ese día se convierte en uno más. Ya no se espera el regalo inesperado, ni la sorpresa que no llegará. Y muchas ilusiones quedarán frustradas en el camino.

En mi casa creemos en los Reyes Magos, en esa noche mágica del 5 al 6 de enero, en las ilusiones y satisfacciones que produce. Y en el roscón de Reyes de la víspera que golosos somos un rato, con chocolate en taza bien caliente.

Y recuerden que lo importante no es la cantidad sino la calidad de lo que se recibe. El agasajo es sinónimo del deseo de uno y del cariño del otro que los Reyes Magos tienen a bien convertir en regalos.



Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.

jueves, 3 de enero de 2019

el castillo Santa Bárbara se viste con la bandera de España


El castillo Santa Bárbara de Alicante se viste con la bandera de España. La noche del 31 de diciembre de 2018 al 1 de enero de 2019, especial por sí misma, el castillo Santa Bárbara se vistió con los colores rojo y amarillo de la bandera de España. Y los días venideros de primeros de año.

En las fechas previas, algo se vislumbraba en su silueta en las noches anteriores a la de final de año, porque las murallas, la cara del Moro y su entorno se vestían de diversos colores cada noche, alternando unos con otros. De oro, de verde esperanza, de violeta. Eran las pruebas que la actual Corporación del Ayuntamiento de Alicante estaba poniendo en marcha con una finalidad: que el castillo Santa Bárbara - al ser el monumento más emblemático de la ciudad - contribuya a divulgar los diversos acontecimientos trascendentales que se vayan realizando a nivel local, autonómico o estatal, con su protagonismo y con diversas tonalidades luminosas que se proyecten sobre su entorno.


Desde la ventana de mi casa, la sorpresa fue grande. Las murallas y su entorno se habían vestido de rojo y gualda, según definición de los colores de la bandera española.

Desde allí arriba el castillo domina la ciudad y es visto desde todos los barrios. Se eligió la bandera de España porque nos representa a todos los españoles sin distinción de ninguna clase.

Es una buena manera de interpretar y compartir nuestros valores, en este caso nuestra entidad y sentimiento como españoles.


Es una iniciativa de la Concejalía de Infraestructuras del Ayuntamiento de Alicante que, actualmente, dirige Emilio Israel Cortés Santiago, siendo Luís Barcala el Alcalde de Alicante.

Todo esto se ha hecho con un proyecto nuevo de iluminación del castillo con un presupuesto de 380.000.- eu. Se han sustituido los proyectores antiguos por otros más modernos de tecnología LED. Este cambio hará posible tener un ahorro anual de unos 50.000.- eu de la factura eléctrica por lo que la inversión actual quedará amortizada en siete años. Esta nueva instalación permite tener varias modalidades de luz y de color pudiendo mezclar diversos colores al mismo tiempo para conseguir la imagen deseada en ese momento.


Una colorida y luminosa iniciativa que inicia un año más de la historia de Alicante, esa que construyen los alicantinos cada día.

Este blog ha cumplido 10 años !!!




Este blog ha cumplido diez años, un largo recorrido contando cosas, acciones de las que he sido protagonista ó de las que he formado parte, aunque sea yo el que menos salga físicamente en este diario público.




En este blog encontraréis actividades que me producen sosiego, sea en el mar ó tierra adentro. Ante un apetitoso plato de arroz ó un postre memorable. Con algunos artículos de opinión. Con escritos con temas de rabiosa actualidad. Recordando nuestra historia. Sobre la Monarquía Parlamentaria, el mejor modelo de Estado que ha funcionado bien en España, de la que nos tenemos que sentir orgullosos. Escritos en primera ó tercera persona, como algo personal ó con contenido divulgativo. Una manera de compartir lo que escribo, porque ya saben que escribir es una de las cosas que más me gusta.




En este blog hay de todo, y si no vean algunas de las fotos publicadas en el mismo durante el pasado año 2018 que despedimos tan sólo hace un par de días y que reproduzco en este escrito.




Deseo de corazón que les haya gustado, que les guste y que les siga gustando. Yo seguiré dedicando mi tiempo libre en compartir escritura y fotografías hechas aquí ó allá durante mis actividades para compartirlas con ustedes en este blog sin ánimo de lucro.



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