miércoles, 31 de diciembre de 2008

cous-cous entre amigos



Un día, previo a los de Navidad. Un grupo de amigos. Alrededor de una mesa. Con un Cous-Cous Royal extraordinario en el Restaurante Don Coleta en la Albufera (Alicante). Con recuerdos de un ayer. Anécdotas de un pasado que forma parte de nuestra historia particular. De nuestras correrías por El Ruedo, el Flamingo, el Pica Piedra, … , aquellos lugares de culto en las noches de marcha sabaderas. Con nuestros encuentros con los amigos que ya no están. Y con los que están pero hoy no han podido venir. Con nuestras ilusiones. Con nuestras ganas de disfrutar de esta vida. Y de este cous-cous que engorda nuestras sensaciones. Entre amigos.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Mercado Nazareno

Hoy es el cuarto domingo de Adviento. En todas las iglesias Católicas se lee la misma lectura del evangelio. Narra el verdadero misterio de la Navidad. Para muchos sólo es el consumismo de los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos, de las comilonas entre familiares y amigos. Para la Navidad, Nazaret, un pueblecito de Galilea, tuvo protagonismo propio.

“ … el ángel Gabriel fue enviado de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón llamado José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María. … Salve, llena de gracia, el señor es contigo. … Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. … El Espíritu Santo descenderá sobre ti, …, el que nacerá será llamado santo, hijo de Dios”. (Lc. 1, 26-37).

La Anunciación. El Greco

La Navidad nació en Belén con el nacimiento del niño Jesús. “Estando allí se cumplieron los días de su parto, y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada”. (Lc 2, 6-7). Más adelante Jesús se crió en Nazaret, en donde empezó a predicar sus enseñanzas. “Llegó a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre entró en la sinagoga el sábado y se levantó para leer”. (Lc 4, 16).



La Adoración de los Pastores. El Greco.

En la plaza de Gabriel Miró en Alicante se reproduce un Mercado Nazareno, con personajes y escenas de los Evangelios y la historia de Jesús, con un pesebre con la virgen María, el niño Jesús en brazos de San José recibiendo sus mimos. Trabajos artesanos de la madera, el barro, los metales, el cuero, las telas. Especias. Aromas de Oriente. Las buenas artes de un mago que juega con sus manos y sus artilugios para asombrarnos con su magia. Animales domésticos. Unos músicos, alegran las calles con sus sonidos. Un malabarista hace reír a los niños elevando sus mazas por el aire. Y la posada, donde entretener al estómago con las viandas que salen de sus parrillas. En esta mañana soleada de diciembre.


















navidades de Jaime I en Alicante

Siendo ya Alicante plaza castellana, el rey Jaime I el Conquistador pasó las Navidades de 1263 en esta población, según nos cuenta el Dean Bendicho en su Crónica de 1640 (1).
Jaime I de Aragón, de Manuel Aguirre y Monsalbe

Pero empecemos desde el principio. Corrían por estas tierras los años convulsos del siglo XIII. El último Gobernador musulmán de Alicante se llamaba Zayyan b. Mardanis. Y lo fue hasta el 644 de la hégira, año que corresponde al 1247 de la era cristiana, según narró el cronista árabe Ibn Jaldún. Zayyan abandonó Alicante por el permanente acoso de las fuerzas del Infante D. Alfonso, hijo del rey Fernando III de Castilla.


cristianos

moros

Una vez que Zayyan se hubo marchado y a instancias de su padre “ el Príncipe D. Alfonso se posicionó de esta fortaleza (el castillo de Alicante) el 4 de diciembre de 1248”, el día de Santa Bárbara, cambiando por este el nombre con el que nombraban los árabes a este castillo, cuenta Rafael Viravens en su Crónica sobre Alicante escrita el 1876 (2).



maquetas de la exposición Alicante descubierta (Alicante bajomedieval)

Por la mismas fechas de la ocupación castellana en Alicante, “sometía Jaime I el Conquistador las plazas meridionales del reino musulmán de Valencia, Biar, Castalla, Jijona, Denia, Calpe, Busot, Aguas, alcanzando el litoral mediterráneo por el Barranco de Aigues”, según nos cuenta Juan Manuel Del Estal (3).



Castalla

castillo y pueblo de Denia desde su huerta

torre de Aigues

Es preciso recordar aquí la limitación de la frontera entre los reinos castellano y aragonés del Infante D. Alfonso (hijo de Fernando III) y el rey Jaime I a través del Tratado de Almizra del 26 de marzo de 1244. Determinaba como pueblos fronterizos la línea imaginaria desde Biar, Villena, hasta la costa mediterránea por el Barranco de Aigues. Esta frontera castellano-aragonesa se respetó durante largos años en una relación de buena vecindad entre los dos reinos. Por estrategias territoriales, por respeto mutuo, por relaciones familiares. No hay que olvidar que Jaime I y el futuro Alfonso X eran suegro y yerno respectivamente, al casarse el segundo con la Infanta Dña Violante en 1246.

el Barranco de Aigues se recorta sobre el mar

El 30 de mayo de 1252 falleció el rey Fernando III de Castilla y I de Alicante, pasando a ocupar el trono su hijo Alfonso, a quien se le conocería como Alfonso X el Sabio. Este rey colmó de privilegios a Alicante. “El 25 de octubre de 1252 elevó la villa a la categoría de las mayores ciudades de Castilla” (2).

Alfonso X el Sabio

Los árabes de Murcia se sublevaron contra el rey de Castilla en 1260, a quien debían vasallaje desde el Pacto de Alcaraz de 1243. Por la importancia de las sublevaciones, el rey Alfonso X pidió ayuda a su suegro el rey Jaime I quien acudió a su llamada junto a un poderoso ejército. “El Monarca de Aragón … se hospedó en una casa propia del Mayorazgo D. Francisco Mingot, que estaba edificado en la Villa-nueva, descansó aquí algunos días … salió con su gente a batir a los árabes (2)”. Bendicho menciona también esta casa como un edificio singular y “por su grandeza y señorío conserva el nombre de Palacio, que lo fueron de los Morales, señores de Finestrat y hoy lo posee D. Gerónimo Mingot, donde celebró las fiestas de navidad de 1263 don Jaime el Conquistador y se alojaba ordinariamente don Alfonso el Sabio (1)”.

Jaime I

En el asedio de Murcia, Jaime I dejó al frente del ejército al Infante D. Pedro. Ante la importante resistencia de los moros de Murcia este Infante levantó el asedio, retirándose con su ejército a Alicante. Enterado el rey Don Jaime vino a esta ciudad “donde pasó las fiestas de Navidad de 1264 (2)”, saliendo el 2 de enero del siguiente año a realizar la conquista de Murcia para su yerno el rey de Castilla, consiguiéndolo después de muchas acciones bélicas. Después de esta victoria, el rey de Aragón “para rendir tributo de gratitud al cielo por los favores que le dispensara en sus bélicas jornadas, el 2 de febrero mandó purificar y bendecir la mezquita que los árabes tenían en la Villa-vieja, dedicándola a la Virgen Santa María en su gloriosa Asunción, cuyo Ministerio era muy reverenciado por la reina Dña Violante (2)”.
iglesia de Santa María, Postal de Roisin

Bibliografía consultada:
(1) Crónica de la Muy Ilustre, Noble y Leal Ciudad de Alicante. Dean Bendicho. 1640.
(2) Crónica de la Muy Ilustre y Siempre Fiel Ciudad de Alicante. Rafael Viravens. 1876.
(3) La ciudad medieval. Historia de Alicante (5º Centenario). Juan Manuel Del Estal.

cambios en el blog

Hace unos días este blog cumplió un año. Y lo celebramos por tantas cosas vividas desde entonces. Nació con una palabra clave: sosegaos. Antecediéndole, le añadí Mundo Rural. Poco después nació otro blog: el cuaderno de bitácora de Paskki ó Mar y Tierra. Desde hoy estos dos blogs se convierten en uno. Mundo Rural-sosegaos se queda como sosegaos. Y los nuevos contenidos de lo que podría escribir en Mar y Tierra lo haré en sosegaos. Esta era la idea original y es lo que haré a partir del próximo post. El sosiego lo podemos encontrar tanto en la orilla del mar, como en el pico de una montaña. Todos los días se cuelan por mi ventana la luz y la brisa del Mediterráneo. Todos los amaneceres escucho el viento y el eco de las montañas. Es mi deseo que esta nueva combinación os guste. Mil gracias por estar ahí, amigo/a lector/a.

sábado, 20 de diciembre de 2008

inaguración sendero PR-CV 243 Camí de la Bacorera

Un día grande, un día importante para la Asociación de Caminantes de Aiguies. Para los amigos del sendero. Entre vecinos de esta localidad, socios de esta Asociación, miembros de otras Asociaciones senderistas de la provincia, el domingo 14 de diciembre se inauguró en Aigues el sendero PR-CV 243: Camí de la Bacorera, reconocido por la Federación de Deportes de Montaña y Escalada de la Comunidad Valenciana.

Como en otras ocasiones, nos reunimos en las inmediaciones de las Escuelas a las nueve de la mañana. En todos se nos veía la expresión de frío. Gorros, guantes, parkas, prendas de vestir que hoy acompañan a la mochila. Hacía tanto frío que es la primera vez que veo a Fernando con pantalones largos. En un día frío y soleado, pero con unas amenazantes nubes.

Poco después de iniciar la marcha nos encontramos con un panel informativo de madera. En él este sendero dibuja sus líneas, el recorrido de sus subidas, de sus bajadas, de sus collados, de sus vaguadas.


Pronto dejaremos el asfalto para coger un camino de tierra. Por la izquierda nos mira silencioso lo que queda de aquél balneario aristocrático donde los cuerpos danone se tostaban al sol y disfrutaban de sus instalaciones. Hoy, en lenta restauración, quiere recuperar el protagonismo que tuvo en el paisaje y en la vida de este pueblo.




Uno de los postes nuevos de este sendero nos indica la dirección de Racó Ample-Collada-Brc Salmitre. Tomamos esta dirección para dejar pronto la senda y recorrer un sendero entre pinos y arbustos, en un ligero ascenso. Frente a nosotros el Cabeçó de d´Or. Dejamos a nuestra derecha el Barranco de la Umbría. Antes de llegar al collado nos reagrupamos y hacemos una parada para admirar el paisaje. La Aitana. Los rascacielos de Benidorm. El entorno montañoso.

Seguimos subiendo, sin dejar de mirar el horizonte y las sorpresas de la naturaleza. Cómo la luz y el agua de lluvia han tintado los barrancos, las montañas, sus picos. Cómo han dibujado su silueta. Cómo han coloreado sus laderas.













En el collado paramos para almorzar. Se levanta un fuerte viento. El frío corta el aire. Y empieza a llover, pero no es sólo agua de lluvia. No. ¡Es agua nieve!. Pequeñitos copos de nieve caen del cielo con fuerza. En oblicuo. Con prisas de llegar al suelo y deshacerse en un charquito de agua. Y no nos quejamos. Es un espectáculo que disfrutamos mientras nos atiborramos con bocadillos, fruta y chocolatinas.

Bajamos por el Barranco Salmitre. El horizonte se alarga hasta acariciar el mar. Con la Sierra de Foncalent despegándose de la tierra. Un grito de súplica para llamar la atención, para que alguien se acuerde de ella, para salvarla de tanto abandono.

En un cruce de caminos, otro poste nos indica la dirección hacia el Cantal. Cuando llegamos al Alto del Cantal nos espera otra sorpresa. Un juego de luces, de colores, de brillos. Luz que se escapa entre las nubes, que se abre paso entre las sombras. Y al fondo, el mar. Campello. La playa de San Juan. El cabo La Huerta.





Bajamos el Cantal, en zigzag. Hablando se entiende la gente, dicen que le dijo S. M. el rey en una Audiencia a un republicano radical. Pues nosotros, como el rey, nos entendemos y la bajada se nos hace amena y rápida.

En el Polideportivo nos espera un aperitivo para celebrar la inaguración de este sendero. Javier, el Presidente de la Asociación de Caminantes de Aigues nos lee unas emocionadas palabras. Porque esto sólo es el principio de un gran proyecto. Y es que para él hoy ha sido un gran día. Para nosotros también, amigo Javier.

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  Acostumbrado a contarle cosas relacionadas con el pasado de la ciudad y sus protagonistas, hoy me va a permitir que haga una excepción. Ha...

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