sábado, 30 de julio de 2016

con el estómago lleno es mas fácil tomar decisiones acertadas

Contra la opinión paterna y materna, tomó rumbo a Ibiza con un amigo desde el puerto de Alicante cuando había el transatlántico que hacía escala en esta localidad para cubrir esa ruta. Hace muchos años, cuando la peseta era la moneda de uso y en España gobernada un dictador. El turismo ya apuntaba maneras, pero aún no tenía nada que ver con el de la actualidad.

Adolescentes, con muchas ganas de aventura, de volar del seno materno, de ejercitar su libertad sin ataduras de ningún tipo. Y un horizonte de libertad en una isla turística donde ya todo era posible a pesar del régimen autoritario de esa época.

Con dinero en el bolsillo, aunque no mucho, poco más de lo necesario para el billete de ida y vuelta en barco y la manutención de los primeros días. Con la promesa a sus padres de buscar trabajo de camareros al llegar a Ibiza y con ese sueldo disfrutar de esa vida libertina tan deseada. Con el compromiso de volver a casa cuando terminara el verano.

Llegaron a Ibiza y todo lo que veían y disfrutaban era nuevo para ellos. Un mundo a sus pies. Ellos que venían de un pueblecito murciano más huertano que industrial.

En Ibiza todo a su alcance, le faltaban horas al día para disfrutar de la vida. Sin mesura, ni controles paternos, ni horarios que cumplir. Todo juerga y diversión. Hasta que se acabó el dinero y comían pipas por no poder llevarse un poco de pan a la boca. Pasaron hambre de verdad, tanta como para perder el conocimiento en plena calle.

Pero tuvieron suerte. Un alma caritativa les acogió en casa y les dio de comer. Un par de nuevas amigas les dieron cobijo durante un tiempo prolongado. Después de un periodo de desenfreno se dieron cuenta que esto no podía ser para siempre. Cautos ellos. Y decidieron volver a casa pero para esto tenían que ponerse a trabajar. Con el estómago lleno es más fácil tomar decisiones acertadas. No esperaban ningún auxilio económico de sus padres porque se habían ido por su cuenta y riesgo, ni tampoco su orgullo les permitía solicitarlo.

Pero aquí también tuvieron dificultades. El tópico era trabajar de camarero porque había muchos puestos de trabajo que cubrir, pero su edad no lo permitía. ¿Y entonces?. La hostelería tenia otros trabajos que cubrir. Lavar platos fue su trabajo. 350.- pesetas al mes. Daba para pasar el mes y tener dinero para el billete de vuelta: 150.- pesetas. Y eso es lo que hicieron, volver a casa.

Ahora uno de sus protagonistas cuenta entre carcajadas este episodio de su vida. Pero también cuenta una de las lecciones aprendidas: no ir nunca en contra de la opinión de los padres que por edad y por visión global de las cosas saben más que su hijo adolescente que quiere vivir su vida.

martes, 26 de julio de 2016

Te lo tienes que creer

Ante viento y marea, ante las dificultades, frente a la adversidad. No valen excusas. Tienes que poner todo de ti para conseguirlo.  Un sueño, un reto, un objetivo, te lo tienes que creer para conseguir esa meta.

Nada tenemos gratis. Todo merece un esfuerzo, una dedicación, una manera constante de afrontar las cosas.

Es actitud. Te lo tienes que creer, tu puedes conseguirlo. Tienes que poner de tu parte y lo conseguirás.

Ayer. En una gasolinera. Al ir a pagar a un empleado después de repostar, me dijo si tenía alguna tarjeta de esas que si pagas con ella genera puntos para luego tener descuentos. Le dije que si aunque en otras gasolineras me habían dicho que la banda magnética estaba rayada y no servía. Me la pidió. En unos segundos me la dio y me dijo que ya había pagado con ella. "¿Como?", le pregunté. "Pasando la tarjeta con firmeza por el lector.Te lo tienes que creer para conseguir un fin", me dijo. ¡Esto es tener madera de líder!, alguien en quien confiar una tarea para conseguir un propósito.

Como estos nadadores discapacitados de aguas abiertas de la foto, estos si que se lideran a sí mismos y lideran a otros para que sigan su ejemplo y se metan en el mar, río o lago, ya haga frío, ya haga calor, buen o mal tiempo.  Con esfuerzo, con tesón, con mucho entrenamiento, pero sobre todo porque antes han creído que pueden hacerlo, que son capaces de llegar a la meta y lo consiguen.

domingo, 24 de julio de 2016

fuegos artificiales entre mástiles

La noche, oscura y cálida, ve interrumpida su tranquilidad por un trueno. Fuerte, contundente, muy sonoro. Es un aviso. Luego vendrá el segundo. Y el tercero y con él, castillos de fuegos artificiales.

Un par de horas antes hemos sacado a la Virgen del Carmen, Patrona de la Armada Española y de los hombres y mujeres de la mar, en procesión marinera, por la bahía. Botes, lanchas, faluchos, barcos de pesca, veleros, mayorquinas, yates, ... Toda eslora es buena para acompañar a la Virgen del Carmen de este 16 de junio. No es un año más, porque todos son distintos, pero todos tienen algo en común: la tradición y la devoción por esta Virgen. Aquí en Campello, además, han hecho fiesta de este acontecimiento religioso y marino. Y en el mar, frente a la playa, recordamos a aquell@s que partieron para siempre en su eterna travesía. Unos ramos de flores los recuerdan, ya flotando donde la marea y las olas las lleve.

El cielo se ilumina. Las penas de este día, si las hubo, y las alegrías, todos, se visten de colores, de vivos colores, que dibujan sonrisas en nuestra mirada.

En la escuela nos contaron que los fuegos artificiales nacieron en China. Que Marco Polo trajo a Venecia su arte de hacerlos y de lanzarlos aprendido de sus viajes por Asia. En el Renacimiento italiano ya se usaban en los festejos populares. En España los trajeron los árabes, como otras muchas cosas, que por buenas y admirables, forman parte de nuestra cultura.

Entre los mástiles de los veleros del puerto deportivo los fuegos artificiales se mezclan. El blanco, el oro, el azul, el rojo, ... Un arco iris de colores que visten la noche y nuestra imaginación.

arroz con pulpo y gambas

Para comer un buen arroz, no hacen falta excusas para buscar el momento idóneo. Para que la receta sea exquisita sólo falta encontrar al cocinero que sepa sacar lo mejor de sus ingredientes y mine su cocina. Para disfrutar de su degustación es necesario un lugar cómodo y tranquilo.

Todo esto lo hemos encontrado en Alicante en un restaurante con pinta de bar, céntrico, y que cumple con todo lo anteriormente mencionado. El Chaflán de Luceros.

Nosotros lo buscamos para probar sus arroces, llamando previamente y encargando según lo que tengan en cocina. Una de sus especialidades, el arroz con atún rojo y alcachofas, muy sabroso. Pero hoy (por el miércoles pasado) se nos antojó el arroz con pulpo y gambas. Llamamos por teléfono a Javier, el dueño de este establecimiento y después de hablar con Salvador, el cocinero, nos comunicó que nos esperaban.

En un ambiente fresco, rodeados de piedra y madera en las paredes, imaginándonos el mar cerca, cuna de sus recetas, nos sentamos a una mesa vestida de un mantel blanco inmaculado. Unas tapas, pocas, para esperar el arroz, buenas, pero sin quitarle el protagonismo a quien bien se lo merece: este arroz de pulpo y gambas, meloso, espectacular.

El olor y el sabor del mar, el color oro de la buena compañía, una combinación perfecta. Tal fue el disfrute de la degustación de estas viandas que hemos vuelto a disfrutar de esta buena mesa.

Descubra las sorpresas de Agost

  Agost, pueblo alfarero en la provincia de Alicante, tiene muchas sorpresas que contar a sus visitantes. Incluso a sus propios vecinos. Son...

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