Organizado por el AMPA del Colegio Santa Teresa de Alicante. El pasado 26 de octubre realizamos en familia una salida educativa a la Naturaleza. ¡En busca de la trompa del elefante, en el barranco de los molinos!.
“Papá, ¿ será un elefante de verdad?. A lo mejor es una roca con forma de elefante, como los que vimos en la ciudad encantada de Cuenca … “.
Mi hijo Carlos, como todos, estamos deseosos de descubrir qué es eso de la trompa del elefante y lo mejor es ir a esta ruta senderista, vivirlo y descubrirlo. Y eso hacemos. Nos reunimos niños y padres junto a la fábrica de resortes CLR de Ibi, en la carretera a Bañeres. Caminamos por esta carretera, pegados al arcén, unos dos kilómetros. Después de una curva y un puente, un tablón de anuncios con el detalle de la entrada al barranco de los molinos y el recorrido del PR-CV 127. Empieza la aventura. El primer tramo tiene una duración de unos 50 minutos. Hasta el área recreativa. Después, los más aventureros podrán seguir el camino que recorre el Parque Natural de la Font Roja, hasta la Font de Foiaderes ó los pozos de nieve, con una duración de al menos unas tres horas.
“Papá, ¿ será un elefante de verdad?. A lo mejor es una roca con forma de elefante, como los que vimos en la ciudad encantada de Cuenca … “.
Mi hijo Carlos, como todos, estamos deseosos de descubrir qué es eso de la trompa del elefante y lo mejor es ir a esta ruta senderista, vivirlo y descubrirlo. Y eso hacemos. Nos reunimos niños y padres junto a la fábrica de resortes CLR de Ibi, en la carretera a Bañeres. Caminamos por esta carretera, pegados al arcén, unos dos kilómetros. Después de una curva y un puente, un tablón de anuncios con el detalle de la entrada al barranco de los molinos y el recorrido del PR-CV 127. Empieza la aventura. El primer tramo tiene una duración de unos 50 minutos. Hasta el área recreativa. Después, los más aventureros podrán seguir el camino que recorre el Parque Natural de la Font Roja, hasta la Font de Foiaderes ó los pozos de nieve, con una duración de al menos unas tres horas.
Por la vaguada del barranco. Entre rocas. Un camino se abre entre los árboles. Un camino que se estrecha para convertirse en sendero junto a las paredes de un molino harinero. El Molí Nou. Este molino y cuatro más. Por ellos, el nombre del barranco. Nos cruzamos con ciclistas de montaña. Con el susurro del agua que corre bajo nuestros pies en una acequia subterránea. Con pinceladas de los colores de otoño. Chopos, sauces, olmos y pinos bajando por las laderas. Rincones de gran belleza. Por la Senda Real. Varios puentes de madera cruzan de un lado a otro del barranco. Pasamos junto al Molí de la tía Roseta.
Caminamos junto a la cueva del pastor. Begoña, de la Asociación de las montañas de Ibi, nos va contando historias del camino, de los molinos, de los pozos de nieve. Su dedo índice nos señala a lo lejos la trompa del elefante, junto a las ruinas de un molino del s. XVI. Exclamaciones. Preguntas. Deseos de descubrir el misterio. Aceleramos el paso. Los primeros en llegar, unos niños. Escalan. Se aferran a la tierra, a las rocas, como si estuvieran acostumbrados a hacerlo todos los días. Bajo sus pies, la trompa del elefante. Desde tiempo inmemorial así llaman los ibenses a esta roca. Una gran roca caliza lisa con forma de trompa de elefante. Con mucha imaginación, claro. Un gran tobogán natural. Los niños la escalan y se lanzan por ella, con esterillas bajo sus traseros. Se deslizan acariciando a la roca. Una y otra vez, sin descanso. Mientras el día va mudando de color. Mientras las nubes negras de lluvia van tapizando el cielo. Mientras un viento cada vez más frío nos abofetea la cara. Pero los niños, y los no tan niños, disfrutamos deslizándonos por la trompa del elefante.
Seguimos la marcha. A unos pasos, un nacimiento de agua cristalina. Un chorro abundante. Poco más arriba, el área recreativa ó Racó de l´Almarra, a 856 m sobre el nivel del mar. Bancos, mesas, caballitos de madera para los niños. Arboles de colores. Amarillo. Ocre. Naranja. Espacio abierto para el esparcimiento, para correr, para jugar, para disfrutar de la naturaleza en familia.
Muy cerca, una zona de escalada. En la roca vemos incrustados los enganches por donde atan sus cuerdas los montañeros para escalar la pared rocosa. Junto a esta pared un tablón de anuncios con el recorrido del PR-CV 127: Camí dels Geladors. El programa de hoy del AMPA ya decía que para los más aventureros había un plan b: recorrer este sendero oficial. Y algunos, muy pocos, optamos por él. No reprocho nada a nadie, que cada uno conoce lo suyo. Y esos aventureros somos Fernando y su hijo Fernando, de 4º de primaria. Pascual (Paskki en este blog) y su hijo Carlos, de 2º de primaria. Es un poco tarde para salir a caminar por el monte, las 12,30 h, pero no tenemos prisa. Iniciamos la ruta andando entre pinos para pasar a caminar por campos de secano de almendros, de olivos, de algarrobos. Subimos en zigzag, sorteando curvas, alcanzando collados. Estamos en el Parque Natural de la Font Roja. Entre unos matorrales salta nerviosa y vuela veloz un pequeño pájaro que bien podría ser una curruca carrasqueña.
Muy cerca, una zona de escalada. En la roca vemos incrustados los enganches por donde atan sus cuerdas los montañeros para escalar la pared rocosa. Junto a esta pared un tablón de anuncios con el recorrido del PR-CV 127: Camí dels Geladors. El programa de hoy del AMPA ya decía que para los más aventureros había un plan b: recorrer este sendero oficial. Y algunos, muy pocos, optamos por él. No reprocho nada a nadie, que cada uno conoce lo suyo. Y esos aventureros somos Fernando y su hijo Fernando, de 4º de primaria. Pascual (Paskki en este blog) y su hijo Carlos, de 2º de primaria. Es un poco tarde para salir a caminar por el monte, las 12,30 h, pero no tenemos prisa. Iniciamos la ruta andando entre pinos para pasar a caminar por campos de secano de almendros, de olivos, de algarrobos. Subimos en zigzag, sorteando curvas, alcanzando collados. Estamos en el Parque Natural de la Font Roja. Entre unos matorrales salta nerviosa y vuela veloz un pequeño pájaro que bien podría ser una curruca carrasqueña.
Un manto de niebla va cubriendo el monte, va difuminando la silueta de los árboles. Las ramas peladas de unos olivos. La sombra abultada de unas carrascas, protagonistas de este Parque. Cuando llegamos a la masía de Foiaderetes, actualmente en ruinas, la niebla ha inundado los campos. Es un paisaje misterioso, inquietante y, al mismo tiempo, precioso. Con agua-nieve que nos moja la cara. Nos abrigamos. Estamos a 1.093 m. En la parte delantera de la masía, un par de cipreses dan la bienvenida al visitante, según antiguas creencias.
Continuamos. Ahora el camino no sube, baja. Junto al camino, campos de cereales con carrascas dispersas. Junto a bosquecillos de pinos. Con altos álamos tocando las nubes. Llegamos a la masía y font de Foiaderes, a 1035 m. La masía y la fuente, solitarias. Hemos llegado hasta aquí después de 120 minutos y por la hora, las 14,30 h, el cansancio de los niños y que el tiempo está muy cerrado, decidimos comer bajo techo refugiados en el trastero de la leña de la masía. Mientras comemos vemos como la niebla se desliza entre las copas de los árboles. Vemos cómo va descendiendo con rapidez. Cómo está ocupando el camino. Son las 15 horas. Decidimos volver. Si deja de soplar y se pone a llover … La visita a los pozos de nieve del Canyo y el Simarro tendrán que esperar. Es una asignatura pendiente que aprobaremos en otra ocasión.
La vuelta es más rápida que la subida. No encontramos animales, pero sí vemos madrigueras de conejos escavados en los bancales. Y cuando pasamos junto a los pies del elefante y su trompa son las 16,30 h, con un ambiente puro de invierno.
El contraste de la provincia de Alicante lo vivimos hoy. De los cielos nublados de Ibi, Onil, Tibi, Castalla, de las nieblas de la sierra, a los cielos despejados en la ciudad de Alicante. Con su luz cristalina que nos da la bienvenida en esta tarde de domingo.
El contraste de la provincia de Alicante lo vivimos hoy. De los cielos nublados de Ibi, Onil, Tibi, Castalla, de las nieblas de la sierra, a los cielos despejados en la ciudad de Alicante. Con su luz cristalina que nos da la bienvenida en esta tarde de domingo.
3 comentarios:
Que buena ruta, lo bien que lo tuvisteis que pasar
¡Que pena no haber podido ir!
Pero me alegra saber que esta primera excursión de la nueva AMPA fue un éxito.
Por favor ¡que se repita!
Enhorabuena por este blog
Magda
Fue un gran día que disfrutamos al aire libre en contacto con la naturaleza en famiia. Es impagable la sonrisa de un niño disfrutando con su gente, entre sus compañeros y familiares. Y es impagable compartir estos momentos entre amigos. Saludos.
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