Es con el Domingo de Ramos como se inicia la Semana Santa en España, la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. El mismo que entró en Jerusalén a lomos de un borriquillo, aclamado por un pueblo que veía en él a un libertador. Y hoy las calles de los pueblos y ciudades de España se han llenado de música, de palmas, de ramas de olivo, para aclamar a ese hombre, al hijo de Dios. Niños, ancianos y adultos. Unos por devoción, otros por costumbre, muchos con una fe inamovible.
Desde las puertas de la Diputación de Alicante recorre calles y plazas, junto a multitud de palmas y ramas de olivo en manos de gentes del pueblo.
Un paso: Entrada Triunfal de Cristo en la Ciudad de Jerusalén, sin vestas representativas.
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