Aún nos llegan los ecos, las expresiones de sorpresa. Aún, las miradas perplejas, los rostros tristes. José Luís López Vázquez se ha ido para siempre. Con sus gestos humildes, su larga experiencia en el teatro y en el cine, ha hecho escuela. Y muchos son y seguiremos siendo sus admiradores. Lo interpretó todo y no vaciló en los papeles difíciles. Qué grande es la tecnología que se ha ido su alma pero no sus interpretaciones. Nos queda el legado de sus películas. Sus palabras, sus gestos, sus serias ó sonrientes miradas. Y tantos buenos momentos, tantos detalles del celuloide. Os dejo con sus palabras. Es su mejor recuerdo.
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