Ocurrió en mayo. En el barrio de Santa Cruz, en Alicante. A los pies del castillo Santa Bárbara. El primer fin de semana. Una gran fiesta de un pueblo dentro de una ciudad.
El “barrio”, como popularmente se conoce en Alicante al barrio de Santa Cruz, se viste de fiesta. Se viste con sus mejores galas. Desde sus ventanas, rojos geranios en flor. Desde sus viviendas, las mujeres cantan canciones apasionadas. Desde sus cocinas, efluvios de aromas marineros.
Las Cruces de Mayo. Tradición y devoción. Desde 1843 consta su existencia en los archivos municipales. Este año participaron diez calles engalanadas y diez cruces. Por las calles de San Rafael, de San Antonio, de Diputado Auset, ...
Las Cruces de Mayo. Tradición y devoción. Desde 1843 consta su existencia en los archivos municipales. Este año participaron diez calles engalanadas y diez cruces. Por las calles de San Rafael, de San Antonio, de Diputado Auset, ...
Fiesta de Primavera. Fiesta religiosa. Fiesta pagana. Si las fiestas religiosas no conviven con el fervor popular, con la participación ciudadana, corren el peligro de desaparecer poco a poco. No se entiende el Rocío sin la participación del pueblo. No se viviría igual la devoción a la Santa Faz sin la romería y las actividades lúdicas alrededor del caserío, para la que contribuyó mucho el gobierno municipal del Alcalde Lassaleta. No participarían igual los vecinos del barrio de Santa Cruz engalanando sus calles si se tratase sólo de una fiesta religiosa. Todo contribuye a que cada año las fiestas de este barrio tengan mayor repercusión.
Casi un centenar de docenas de claveles son necesarias para hacer una cruz floreada. Primero, una idea que se plasma en un boceto. Después, el trabajo desinteresado de un grupo de personas que le dedican unas cinco horas de imaginación y de cariño para hacer una cruz que llame la atención del jurado que calificará su ingenio.
Con las Cruces, también engalanan las calles. Exhibición al aire libre, en estas callejuelas empinadas y estrechas. Banderitas. Cintas de colores. Bailan al viento al son de la música, produciendo un susurro embriagador.
Casi un centenar de docenas de claveles son necesarias para hacer una cruz floreada. Primero, una idea que se plasma en un boceto. Después, el trabajo desinteresado de un grupo de personas que le dedican unas cinco horas de imaginación y de cariño para hacer una cruz que llame la atención del jurado que calificará su ingenio.
Con las Cruces, también engalanan las calles. Exhibición al aire libre, en estas callejuelas empinadas y estrechas. Banderitas. Cintas de colores. Bailan al viento al son de la música, produciendo un susurro embriagador.
Desde la puerta de la Ermita, la ciudad a sus pies y el Mediterráneo en el horizonte. Desde aquí, los rascacielos del Gran Sol y del Riscal parecen más pequeños. Desde aquí se domina el presente. Desde aquí se oye cómo los festeros viven con pasión estos días tan entrañables. Días que pasarán deprisa, aunque son ya la antesala de las Cruces de Mayo del año que viene. ¡No te lo pierdas!.
1 comentario:
Hola Paskki! Si poses "Turballos" al Google Maps de seguida t'ha apareix marcat al costat de Muro d'Alcoi, està molt accesible.
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