martes, 6 de mayo de 2008

Mascarones de proa

Desde las profundidades del mar escalan la roda del barco. El roce del viento. La acaricia de las olas. El calor del sol. La imaginación de las sirenas. Y la ayuda de Neptuno. Todo contribuye a la realización de la escultura. Mujer. Guerrero. Adornos florales. Animal. Surcarán los mares orgullosas y desde la proa de los barcos se abrirán paso por la inmensidad del océano. Los mascarones de proa.


mascarón de proa en goleta

El mascaron de proa es una figura decorativa, casi siempre de madera, ornamentada según la importancia y la jerarquía del barco del que forma parte. Decora. Identifica la categoría del patrón de la embarcación.

Desde tiempos inmemoriales los pueblos de las distintas latitudes han adornado sus embarcaciones. En España los mascarones de proa se implantan como una moda en el siglo XVI. Por aquél entonces viven en torno a la Corte importantes imagineros (extranjeros y españoles) que, además de esculpir la madera para temas religiosos, hacen esculturas para las proas de los barcos. Estos y los carpinteros de ribera, imprescindibles en las embarcaciones de gran porte. Generalmente utilizaban la madera de cedro porque es fácil de esculpir y poco propensa a la carcoma.

mascarón de proa del B.E. Palinuro, con la figura de este, piloto de Eneas.

A instancias del Capitán General Antonio Valdés, en 1793 una Real Orden firmada por Carlos IV dio libertad para tallar los mascarones de proa con figuras alusivas al nombre ó al apodo del barco. La misma orden establece que aquellos buques cuyo nombre no era fácil de representar en una escultura tenían que llevar un león rampante. Esta figura ya figuraba en todas las embarcaciones de la Armada hasta ese momento. El león simboliza valor y fuerza. En otros países, como Inglaterra ó Francia, sus barcos también esculpían sus proas con mascarones. A partir del rey inglés Enrique VIII el león rampante es el mascaron tradicional de los buques de la marina británica. Desde principios del s. XVIII en Francia se utilizó un león coronado en los mascarones de proa. Hasta 1785 que se puso el escudo flordeslisado.

mascaron de proa del Stad Amsterdam


Hoy podemos ver algunos de estos mascarones en museos. Una importante colección de estas esculturas de madera es la que está a bordo del clipper Cuty Sark, en Greenwich. El Museo Marítimo de Barcelona tiene una colección de mascarones de proa que proceden de veleros catalanes del s. XIX. Destacan el llamado “Negre de la Riba” (negro de la Ribera), el “ninot” (muñeco, monigote) y la “Blanca Aurora”.

mascarón de proa del B.E. Guayas. Ecuador

La literatura se ha hecho eco de estas bellas esculturas que engalanan los buques en sus proas. En “El laberinto de las sirenas” el escritor español Pío Baroja las alaba:

“¡Mascarones!, ¡viejos mascarones de proa!. Vosotros erais el remate de algo divino, como el barco de vela. Vosotros erais su enseña, la ornamentación del bello y gallardo barco, con su erguido bauprés.”

El poeta chileno Pablo Neruda no sólo escribió sobre ellas sino que las coleccionó, junto con otros artículos relacionados con el mar, en su casa de la Isla Negra, frente al Pacífico. “En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es un niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta. He edificado mi casa también como un juguete y juego en ella de la mañana a la noche”. Neruda tenía varios mascarones. Los más conocidos son María Celeste, la Medusa, la Guillermina, … figuras de exuberantes mujeres.

“La niña coronada por las antiguas olas,
allí miraba con sus ojos derrotados:
sabía que vivimos en una red remota
de tiempo y agua y olas y sonidos y lluvia,
sin saber si existimos ó si somos su sueño”

(fragmento de “Mascarón de Proa”, de Pablo Neruda)

Pero donde mejor se ve y se disfrutan los mascarones de proa es cuando se recortan sobre el mar desde la proa de un barco. Y aunque sean recuerdos de un pasado glorioso de los grandes veleros que surcaban los mares, aún podemos verlos. En veleros, en goletas. En buques escuela de algunas Naciones. Así, en el Palinuro, de Italia. En el Guayas, de Ecuador. En el Stad de Ámsterdam. En el Mircea, de Rumanía. Y en tantos otros.

mascarón de proa del B. E. Mircea. Rumanía.

El buque escuela de guardias marinas Juan Sebastián El Cano, de España, navega por el mundo con un mascaron en su proa. Es una figura femenina que representa a la diosa romana Minerva, símbolo del conocimiento y de la sabiduría, con el escudo acuartelado de Castilla y León a sus pies, que es el tradicional de la marina de guerra, representando a España.



mascaron de proa. B.E. Juan Sebastián El Cano. España



Aún cabalgan orgullosos por encima de las olas. Aún surcan los mares, los grandes océanos. Aún navegan recordando su grandeza de tiempos pasados. Los mascarones de proa aún navegan engrandeciendo los tiempos actuales de la marina.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Las fotografías están hechas desde un velero en la bahía de Alicante y desde el muelle de Levante en el puerto de Alicante.

Anónimo dijo...

Poeta.

Anónimo dijo...

Poesía la de Neruda, como la de otros poetas y otros escritores que hablan de la mar. Yo solo aquí cuento, narro, escribo historias de un tiempo que ya pasó pero que pervive en el presente. Yo sólo canto por escrito a los mares, a los oceános, a lo que nos imaginamos y soñamos con ellos.

Gracias Randolo por tu compañía en este post.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Aprovecho este post que tanto me ha gustado para saludarte. Unas fotos preciosas, sin duda!

Saludos!

pancho dijo...

He visto en Leningrado las Columnas Rostrales. De rostro: cara, mascarón.
Son unas columnas a la que están adosados varios mascarones. Por si le interesa.
Saludos desde Canarias

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