sábado, 24 de mayo de 2008

sendero y embalse de Guadalest


sendero, circular, del embalse de Guadalest

Una comida familiar en el restaurante La Mezquita, en Beniardá. Provincia de Alicante. Una breve tertulia entre nosotros. Queremos mejorar el mundo, aunque tenemos difícil la tarea. Tenemos el consuelo de, al menos, intentarlo en nuestro entorno. Una mistela es nuestra despedida de este restaurante. Muy recomendable. Trato familiar y exquisitas viandas.
Beniardá
Nos dirigimos al embalse de Guadalest. Desde Beniardá. Atravesamos la plaza del Ayuntamiento. Pasamos bajo un arco con una hornacina. Dentro de la hornacina, un santito. Al salir del pueblo, una amplia vista del embalse por su parte trasera. Se ve la presa al fondo. Dejamos a nuestra derecha la piscina municipal de aguas heladas, también en verano.



Embalse, por detrás. Se ve la presa al fondo

Un pequeño puente salva un riachuelo. Un susurro se abre camino entre la maleza. El río Guadalest. Desde su parte alta baja el agua veloz buscando su descanso en el embalse. Ya correrá más abajo cuando pase la compuerta de la presa.

Pasado este puentecillo de piedra, una senda. Cada vez que vamos está mejor acondicionada. Están poniendo quita miedos en algunas curvas, tapando los baches, echando graba. No me gustaría que este camino se convirtiese en una carretera. Una de las cualidades a destacar de este camino es la tranquilidad, la falta de tránsito rodado.

Bosque de pinos. Terrazas con arbolado de secano. Olivos. Almendros. Un cruce de caminos, a la izquierda. Una pronunciada subida que se dirige al ascenso de la Sierra de la Aixorta por el sendero PR.V 18. Por la misma senda se llega a Castell de Castells por el PR.V. 19. En la cima, el de la Aixorta doblará a la derecha. El de Castell de Castells continuará recto hasta llegar a una zona de acampada y al pueblo. Nosotros no nos salimos del camino. A nuestra derecha, el embalse. Aguas tranquilas. Ideal para dejar correr el tiempo con una caña de pescar, acompañado de buenos amigos. Presidiendo el embalse y su pueblo, el castillo de Guadalest. Lo vemos por detrás. Una torre defensiva. Unos lienzos de murallas. A su refugio, unas casas blancas. Por su encanto y su entorno, Guadalest seguramente es uno de los pueblos más visitado de España. Delante y detrás, la sierras de la Aitana, de la Serrella y de la Aixorta.

el castillo y el pueblo de Guadalest, por detrás



detalle del embalse


Nos acercamos a la presa. Dejamos a nuestra izquierda una casa rural. Las Palmeras. Un excelente mirador de todo el valle. Sobre la presa. Fue terminada en 1964. A nuestra derecha el embalse. Este tiene una capacidad de 16 hm3 y una superficie de lámina de agua de 86 ha. La presa es de tipo de gravedad de 77,17 metros de altura desde los cimientos y 285,15 m de longitud de coronación. El aliviadero es de tipo compuerta y tiene una capacidad de 520 m3/s.

embalse y la Serrella

Paskki

Atravesamos la presa. Nos encontramos un aparcamiento y una nueva senda por la umbría, bajo el Castell de Guadalest en dirección a Beniardá. Bordeando de nuevo el embalse, dejando éste a la derecha.
El recorrido circular completo de este sendero puede durar algo más de tres horas. Unos diez kilómetros. La dificultad, fácil. El suelo, carretera rural, camino y senda, según los tramos. Cualquier época del año es buena para recorrerlo. En invierno podemos encontrarnos nevadas las cumbres de las montañas. En febrero, los almendros en flor. En verano, conviene madrugar ó ir al final de la tarde, para evitar el calor.

Un entorno extraordinario en un paraje natural agradable a la vista y a tus sensaciones. Un sendero digno de ser recorrido sin prisas, con el sosiego que sea necesario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El Embalse de Guadalest, un excelente mirador de La Serrella...

Unknown dijo...

Después de 35 años como Conjunto Histórico Artístico, Guadalest ahora aspira a ser Patrimonio de la Humanidad.
Un saludo

paskki dijo...

Méritos tiene para ser Patrimonio de la Humanidad. Una fortaleza escavada en la roca. Un pequeño pueblo encajonado en la montaña. Un entorno extraordinario. Senderos. Fuentes. Cumbres. Montañas. Aitana siempre. La Serrella. Aixorta. Bosques. El embalse. Restaurantes y Mesones de culto por sacar del aroma de sus ollas todo un arte en la cocina de la montaña. Una visita obligada para quien no lo conozca y ande por estas tierras alicantinas.

Un saludo

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