La bahía de
Alicante en otoño/invierno es extraordinaria para navegar a vela. No hay olas,
salvo excepciones, con vientos de todos los puntos cardinales, predominando los
que proceden de tierra.
Cuando navegamos
por delante del barranco de las ovejas con viento de tierra, este sale como un
tiro y cuando alcanza las velas, el velero es un fórmula 1 en el mar. Es
extraordinario. Notas como el velero se va escorando, como se resiste al
viento, como se deja vencer orzando para luego recuperar su derrota.
La mañana de hoy ha
tenido vientos racheados con picos de más de 20 nudos de viento aparente. Todo
el trapo arriba: mayor, génova y mesana. Disfrutando de una enorme sensación de
bienestar. Con un aire fresco que nos ha hecho estrenar esta temporada los
gorros de nieve a bordo.
De repente, un
enorme estruendo. Nada que ver con los aviones comerciales que nos sobrevuelan
camino del aeropuerto de Alicante Elche. En formación, seis aviones de la Patrulla Águila y uno en vuelo rasante. Precioso. Les saludamos con la mano, pasan muy
cerca del velero. Vemos que se adentran tierra adentro hacia la sierra de
Foncalent.
La Patrulla Acrobática Águila forma parte del Ejército
del Aire español. Desde que despegó por primera vez el 4 de junio de 1985 para
realizar el primer vuelo, entonces con cinco aviones, después con seis y con
siete desde 1988, han participado en multitud de eventos, exhibiciones aéreas,
fiestas nacionales, actividades deportivas, con más de 25.000 horas de vuelo.
Están en Alicante
porque se han sumado a la celebración del 770 aniversario de la conquista del
castillo Santa Bárbara a los musulmanes, organizado por el Ayuntamiento de
Alicante, con la colaboración del Mando de Operaciones Especiales (MOE), el
Regimiento de Artillería 73 de Cartagena, el Tercio de Levante Infantería de
Marina y la Asociación Artilleros Conde de Gazola, entre otros organismos.
Cuando regresan a
su base de San Javier, en Murcia, la Patrulla Águila vuelve a pasar cerca de
nosotros, aunque no tanto como antes. Ahora sí, van los siete aviones en
formación, como si de aves migratorias
se tratara.
En puerto hacemos
nuestra propia celebración en la terraza del Real Club de Regatas de Alicante.
Pescaditos fritos y arroz a banda. Camaradería también en tierra.
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